Diari Més

Un inspector de CNP niega que el hombre que sufrió un paro cardiorrespiratorio en Lérida el 1-O recibiera un golpe en los genitales

El miembro del cuerpo dice que la actuación policial no se detuvo porque no entorpecía la entrada en el centro y se lo atendió «de la mejor manera posible»

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Un inspector de la Policía Nacional ha asegura que no le consta que el hombre que sufrió un paro cardiorrespiratorio en el centro cívico de la Mariola durante una actuación policial el 1-O recibiera ninguna agresión. El hombre asegura que este paro lo provocó un golpe que le dio en los testículos un agente, pero el inspector ha declarado en el Supremo que cuando lo vio por primera vez ya estaba en el suelo, que ningún otro agente de la unidad le dijo que fuera «agredido», y que en un informe presentado en el juzgado de Lérida que tiene abiertas unas diligencias «en ningún momento se aprecia que» hubiera sido «agredido». El inspector ha dicho que la actuación policial continuó porque la atención al hombre «no molestaba para nada» y que «independientemente de la actuación policial, fue atendido de la mejor manera posible».

El inspector (87.576) ha explicado que durante la actuación en el centro cívico de la Mariola vio que «una persona de avanzada edad estaba en el suelo» y que lo fue a atender practicándole «maniobras de primeros auxilios» porque estaba «inconsciente, con los ojos cerrados, sin pulso y sin respiración». «Pero la gente me empezó a insultar llamándome 'asesinos' o 'lo habéis matado'», ha añadido. El inspector ha asegurado que pidió a un compañero que llamara a una ambulancia, que dos personas que se identificaron como médicos le hicieron «maniobras de reanimación» y que lo «estabilizaron» con un desfibrilador. «Todo el rato estuve pendiente de esta persona», ha asegurado.

El miembro de la Policía Nacional ha añadido que en algún momento se separó del hombre porque ya lo estaban atendiendo dos personas con conocimientos médicos y porque «lo estaban empujando, insultando y amenazando».

El abogado del equipo de defensa de Jordi Cuixart, Benet Salellas, ha preguntado al inspector si el hombre había sido golpeado previamente en los genitales por un agente. «La primera vez que lo veo ya estaba en el suelo», ha dicho. El inspector ha añadido que ninguno de los otros agentes le comentó que el hombre «hubiera sido agredido o violentado», y ha remarcado que, en el marco de las diligencias abiertas a un juzgado de Lérida, la Policía Nacional hizo un informe con «fotos» donde se ve «momento por momento qué le había pasado» y que «en ningún momento se aprecia que» hubiera sido «agredido».

El inspector también ha dicho que no se detuvo la actuación policial mientras se atendía esta persona con un desfibrilador porque «estaba fuera del cordón» y «en ningún momento estaba en la puerta del colegio». «No molestaba para nada, no teníamos que estar en aquella zona para acceder al colegio, la persona estaba separado de la puerta 5 o 10 metros», ha añadido. De hecho, ha dicho que sacaron las urnas la ambulancia todavía no había llegado y que «independientemente de la acción policial, la persona fue atendida de la mejor manera posible». «Quizás si en el centro se hubiera podido entrar antes habríamos conseguido antes un desfibrilador», ha concluido.

El letrado de Jordi Sànchez, Jordi Pina, ha preguntado al inspector si recordaba que dos personas se cayeron sobre él y el hombre que había sufrido el paro cardiorrespiratorio. El inspector ha admitido que en algún momento recibió «empujones» y que «hubo gente que se tiró» encima suyo.

Marchena: «Estamos perdiendo el tiempo»

Cuando Pina quería entrar en más detalles sobre este episodio, el presidente del tribunal, Manuel Marchena, lo ha cortado y ha remarcado que «no tiene sentido dar vuelas y más vueltas a este hecho», que es «ajeno» al tribunal y que tiene unas diligencias abiertas en una otro juzgado. «Más allá de lamentar el hecho, al tribunal no le incumbe, hay unas diligencias abiertas y estamos perdiendo el tiempo», ha dicho, «no es nuestra misión sentenciar sobre este incidente». Además, ha hecho un reproche a Pina: «Cuando declaro la impertinencia de una pregunta, no me puede decir que estoy errando».

Uso «puntual» de las porras

El inspector ha admitido que en un «momento puntual» se utilizaron las porras en el centro, cuando un grupo de jóvenes «intentó romper el cordón y acceder a la puerta del colegio». «Sí que vi compañeros que se movieron rápido y dieron golpes en las piernas», ha dicho. A respuestas de la fiscalía, ha dicho que los concentrados tenían una actitud «violenta, alterada, con un clima de odio y bastante hostilidad». También ha admitido que había «muchas personas mayores», como el hombre que sufrió el paro cardiorrespiratorio.

No saben porque las grabaciones no se incluyeron en los atestados

Otros miembros de la Policía Nacional ha explicado otras actuaciones el 1-O en Lérida, como en la Caparrella, Cappont o la Escuela Oficial de Idiomas. En este último centro, un inspector ha calificado «de odisea» la operación policial. «Tardamos una hora o una hora y media a poder recorrer el patio», ha dicho, dónde había gente «tumbada en el suelo» con una «resistencia completa».

Dos de ellos han admitido en respuestas a las defensas que gravaron con vídeo actuaciones a la ciudad. Una testigo ha dicho que las aportaron a la comisaría y otro ha dicho desconocer por qué no hay imágenes en los atestados enviados al TSJC de Lérida y Tarragona.

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