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López asegura que «pactaron» con Pérez de los Cobos que enviarían un binomio a cada colegio electoral el 1-O

El comisario ofreció hacer un seguimiento conjunto del referéndum desde la sede de Mossos pero el coordinador no lo aceptó

El comisario de Mossos Ferran López durante su declaración en el Tribunal Supremo.

El comisario de Mossos Ferran López durante su declaración en el Tribunal Supremo.Senyal Tribunal Suprem

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El comisario de Mossos Ferran López ha asegurado que «pactaron» con los jefes de la Guardia Civil, la policía española y el coordinador del dispositivo policial, el coronel Diego Pérez de los Cobos, que los Mossos enviarían un «binomio» a cada colegio electoral 1-O. Una decisión que, posteriormente, ha recibido duras críticas y que ha llevado a acusar de «pasividad» al cuerpo. López, que asistía a las reuniones de coordinación en representación de Trapero, ha dicho que todas fueron «cordiales y de entendimiento». También ha dicho que «acordaron» que «la segunda pieza» del dispositivo correspondería a Guardia Civil y CNP que tenían efectivos estrictamente de orden público y que actuarían cuando el binomio de mossos lo considerara más adecuado. Y que nada de eso fue objeto de reproche por parte de Pérez de los Cobos. A preguntas de Vox, también ha explicado que ofreció ya en la primera reunión (23 de septiembre) abrir «la cocina» de los Mossos para que todos los cuerpos siguieran la jornada del 1-O desde la sede central. Una propuesta que Pérez de los Cobos no aceptó. «Algunas interpretaciones que se han hecho del dispositivo serían diferentes si todos hubiéramos estado juntos en una sala», ha valorado.

La versión de López ha coincidido con las explicaciones que ya dio Trapero cuando declaró como testigo en el Supremo. El comisario Ferran López ha remarcado que en ningún caso había un «dispositivo de Mossos» para el 1O y ha insistido –como ya hizo a Trapero- en que era un «dispositivo conjunto y pactado» entre los tres cuerpos, bajo la supervisión de Pérez de los Cobos. «Nunca hubo un dispositivo de Mossos, ni el día 25, ni el 26, ni el día 1», ha remarcado.

El comisario ha insistido, pues, en que habían acordado que la primera actuación era del binomio de los Mossos y que ellos pedían apoyo primero a orden público de Mossos y allí dónde no llegaran se pedía ayuda a Guardia Civil y CNP, que tenían todos los refuerzos que habían enviado a Cataluña y que eran de orden público. «No había un dispositivo de Mossos sino conjunto, y que se fractura en un momento puntual cuando entramos en una situación nueva y desconocida», ha criticado. Además, ha dicho que el coronel «validó» en todo momento este dispositivo y no dijo nada hasta el 1-O.

Diego Pérez de los Cobos testificó en el Supremo que, vista la «pasividad» de los Mossos y que consideraba que no estaban cumpliendo con el mandato judicial, decidieron la mañana del 1-O que Guardia Civil y CNP actuarían por su parte. Una versión que han contradicho algunos agentes de los cuerpos estatales que aseguraron que habían recibido órdenes antes del 1-O sobre donde tendrían que actuar.

Actuaciones el 1-O

El comisario ha dicho que a primera hora de la mañana, hacia las 8.15h, ya vio que los cuerpos estatales actuaban por su cuenta y llamó al coordinador del dispositivo, que le dijo que ya lo llamaría y no contactó más.

El comisario ha recordado que a las 9.11h de la mañana envió un correo electrónico al coordinador del dispositivo para pedir apoyo en 233 centros, tal como habían acordado los días previos al 1-O a las reuniones. Sobre la cifra, ha defendido que sabía que los dos cuerpos españoles tenían 200 unidades y que desconocía dónde estaban distribuidas y que pidió apoyo para 233 centros para que fuera una cifra que podían abarcar.

Más tarde, a las diez, se presentó a la reunión que había convocado Pérez de los Cobos en la delegación del gobierno español para hacer seguimiento del dispositivo conjunto, pero que cuando lo vio le dijo que se había olvidado de la reunión, que desconvocaba los tres encuentros más convocados a lo largo del día y que estaban trabajando para desactivar el censo universal. A partido de este encuentro, la comunicación entre los tres cuerpos queda interrumpida.

Preguntado sobre si pidieron al binomio que se apartara cuando llegaba la policía española, ha dicho que su función era «documentar» la actuación y mantenerse en uno «en una actuación de satélite» cuando actuaran unidades de orden público, a los que no tenían que auxiliar directamente».

Niega seguimientos

A preguntas de Vox, ha negado «rotundamente» que se ordenara hacer seguimientos a policía española o Guardia Civil los días previos al 1-O y el mismo día del referéndum. Y ha lamentado que estas «suspicacias» y «malas interpretaciones» se habrían ahorrado si todos los cuerpos hubieran seguido la jornada del 1-O desde la sede central de Mossos, tal como él mismo los ofreció en la primera reunión de coordinación del 23 de septiembre. «Nunca hubo ningún seguimiento, puede preguntar a los 17.000 mossos, a los vecinos o a sus familias, no hubo ninguna petición», ha afirmado.

Ahora bien, ha reconocido que hubo comunicaciones sobre «movimientos» y «identificaciones de matrículas». Por una parte, ha dicho que informaron de cuándo salían los agentes de los puntos donde estaban alojados porque «temían» que hubiera «tractoradas» en las puertas de estos lugares que eran «público y conocidos».

Por otra parte, cuando vio a primera hora del 1-O que la policía española actuaba por iniciativa propia y no a requerimiento de los Mossos pregunta «por emisora y en abierto» que querían saber dónde actuaban para no enviar unidades de orden público de la policía catalana. En más, ha remarcado que la información que recogían los cuerpos españoles a través de las células de seguimiento no les llegaban al centro de coordinación de los Mossos. En este sentido, ha vuelto a recordar que él mismo había invitado a los responsables de todas las policías de seguir conjuntamente el día 1-O desde la sede de los Mossos.

Preguntado por el uso de la «Clave 21» –que la fiscalía sospecha que era un código aparte para comunicarse-, López ha dicho que se trata de una clave «histórica» que se usa desde los inicios del cuerpo para no saturar las emisoras y que los agentes tienen que usar el teléfono móvil para comunicar cosas que consideren poco relevantes.

«No eran actividades preparatorias»

El comisario también ha remarcado que no se pactó que sólo actuaran Mossos antes del 1-O, tal como sostienen los altos mandos de la policía española. «El auto del TSJC supuso hacer neto y la orden iba dirigida a los tres cuerpos por igual», ha manifestado.

Según López, el auto del TSJC ordenaba los tres cuerpos a cerrar los centros antes del 1-O. Ha defendido que los mossos levantaron más de 4.000 actos por ocupaciones a centros de votación y que advirtieron personalmente 1.200 responsables de las consecuencias de estar allí hasta el día del 1-O. Ahora bien, como ya hizo Trapero, ha dicho que no detectaron que las actividades estuvieran encaminadas a preparar el referéndum. «En ningún caso se detecta ni se interpreta que una botifarrada o un partido de fútbol fueran actividades preparatorias», ha manifestado.

109 intervenciones de los Arro

López reconocido que el efecto de estos avisos previos a los centros de votación no tuvo el efecto que esperaban. Según datos que ha aportado, consiguieron que 239 no abrieran, 24 cerraron el mismo día 1-O por la presencia del binomio y 110 más lo harían a lo largo del día fruto de 109 intervenciones de unidades de Arro y por el repliegue que hicieron las patrullas de seguridad ciudadana una vez vieron, a partir del mediodía, que el dispositivo conjunto se había roto.

En este sentido, y a preguntas de la fiscalía, ha defendido que los Arro sí tuvieron un papel destacado y también ha dicho que volvería a coger «100 veces más» la decisión de no desplazar al territorio las unidades Brimo porque había dos manifestaciones de signo contrario en Barcelona, se mantenía la alerta 4 terrorista y un partido de fútbol por la tarde en el Camp Nou.

Trapero y De los Cobos

López asistió a todas las reuniones de coordinación (menos una) en sustitución de Trapero y ha reconocido que entre el mayor del cuerpo y el coronel de la Guardia Civil había «un problema de piel y química personal» y que no encajaban por carácter. Ahora bien, ha dicho que eso no tuvo nada que ver con acatar las órdenes que daba Pérez de los Cobos. Según López, todas se acataron «de manera inmediata».

También se ha referido a las reticencias que mostraron desde el cuerpo a la designación de Pérez de los Cobos como coordinador del dispositivo. Según ha lamentado, hubo «mucho ruido» sobre el posicionamiento del cuerpo y ha culpado a los exconsellers Forn y Turull para|por sus declaraciones. En cambio, ha relatado que él mismo redactó a cuatro manos con el comisario Joan Carles Molinero una nota interna para los Mossos para clarificar el posicionamiento del cuerpo. «Nosotros explicamos que el cuerpo acata la designación del coordinador pero no la figura, que considerábamos que era híbrida entre política y operativa», ha aclarado.

Información reservada sobre malas actitudes de Mossos

A preguntas de la fiscalía también ha explicado que ordenaron que retiraran un binomio de un punto de votación por tener «una actitud demasiado familiar» con los votantes y que el día 3 de octubre abrieron de oficio una información reservada para analizar las conductas de los Mossos que creían que no eran adecuadas y estaban «por debajo» de lo que exigía la instrucción del TSJC de impedir la votación.

«Ayuda inmediata el 20-S»

También ha defendido que el 20 de septiembre, durante los registros de la Guardia Civil, se dio ayuda «absolutamente inmediata» y que se usaban dos vías, la comunicación formal a través de la sala y llamadas directas de su interlocutor en la Benemérita. Según ha indicado, a finales del día tenía 38 llamadas con el coronel. «La comunicación fue fluida y constante», ha defendido.

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