La defensa de Vila recuerda que dimitió y vuelve a pedir que se lo juzgue en Cataluña

El abogado defensor del exconseller de Cultura Santi Villa, Pau Molins, ha vuelto a pedir que su representado sea juzgado en Cataluña, como pasó con el caso del 9-N, para garantizar derechos como el de la segunda instancia judicial. Molins ha dicho que «llama la atención» que se«prive» Vila de este derecho cuando no era diputado durante la época de los hechos que se juzgan y cuando «dimitió» de su cargo en el Gobierno antes de la votación en el Parlament del 27 de octubre del 2017 porque «no estaba de acuerdo con esta situación». La defensa de Vila ha pedido al tribunal que aplique el mismo criterio que lo llevó a dejar en manos del TSJC el juicio por el proceso participación del 9 de noviembre del 2014.

«Sorprende que en su momento la sala decidiera rechazar su competencia para enjuiciar seis miembros de la Mesa del Parlament porque ninguna de las acusaciones le atribuía un supuesto designio rebelde», ha dicho, mientras «sorprendente sí se atribuye designio rebelde al único miembro del Gobierno que dimitió para marcar distancia con lo que iba a pasar el 27 de octubre». Molins lo ha descrito como «un tipo de desestimante voluntario como muestra contundente de su disconformidad con aquella decisión unilateral». Además, ha recordado que Vila no es acusado ni de rebelión ni de sedición.

La defensa de Mundó critica la instrucción

La defensa de Mundó, ejercida por Josep Riba, ha criticado que la base de la investigación se ha practicado en el juzgado de instrucción 13 de Barcelona y ha dicho que es un hecho «incontrovertido». En esta línea, ha dicho que la causa se nutre básicamente de diligencias, interrogatorios y testificales que se han hecho en Barcelona y que, además, allí ninguno de los acusados está personado y sí lo están las acusaciones.