Diari Més

El acuerdo entre JxCat y ERC incluye una 'multiconsulta' para validar el 'proceso constituyente'

En el documento que han enviado a la CUP, las dos formaciones apuestan por conformar «las bases de una propuesta de Constitución de la República de Cataluña»

Imagen de archivo del portavoz de ERC, Sergi Sabrià, y el diputado de JxCat Pep Riera, de espaldas y entrante juntos en los despachos de sus grupos.

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El acuerdo que han cerrado durante las últimas horas Junts per Catalunya (JxCat) y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) incluye un «Espacio Libre en el exilio», con Carles Puigdemont como presidente del Consejo de la República, y una «multiconsulta» ciudadana que valide el «proceso constituyente» que plantean para la legislatura. De hecho, las dos formaciones apuestan por conformar «las bases de una propuesta de Constitución de la República de Catalunya». JxCat y ERC han hecho llegar este documento a la CUP para que lo valoren, con la esperanza de que cambien la decisión de abstenerse en el pleno de investidura convocado para el lunes y que voten a favor del candidato, Jordi Sànchez.

El documento pactado, de 46 páginas, empieza con un apartado titulado «El espíritu del 1 de octubre», donde se carga contra el papel de las fuerzas de seguridad del Estado, ya que «todas las líneas rojas de la ofensa a la dignidad humana fueron traspasadas y superadas». En este sentido, remarcan que por el «despliegue de valor del 1-O» y «la victoria del 21 de diciembre», las fuerzas políticas independentistas «tienen que sumar en la XII legislatura para avanzar en la consecución de un futuro de libertad y justicia, ampliando los apoyos sociales y políticos,»

El acuerdo plantea impulsar un «proceso constituyente» que tiene que ser «un gran debate nacional catalán» que trace al modelo social, económico e institucional,» que involucre «de manera real a toda la ciudadanía» y sea «capaz de formular grandes pactos y consensos nacionales». Así, las dos formaciones proponen «diseñar desde cero» y «sin apriorismos» la Catalunya del futuro, y conformar así «las bases de una propuesta de Constitución de la República de Catalunya».

El documento incluye a uno «el Espacio Libre en el exilio», que estará formado por una Asamblea de Representantes por la República, formada por los cargos electos catalanes, un Consejo de la República y el presidente de este Consejo, el primero de los cuales será, Carles Puigdemont. Entre las funciones de la asamblea hay la de promover acciones para «avanzar hacia el establecimiento de la República Catalana», impulsar «la internacionalización de la causa de la independencia», y «fomentar los debates sobre el modelo de país».

Con respecto a la acción del Gobierno y el Parlament, el acuerdo entre JxCat y ERC detalla un programa de gobierno y se remarca que la primero acción del ejecutivo será desarrollar un «plan de choque contra el 155 para revertir sus efectos» y que «permita acelerar las tramitaciones paradas».

Finalmente, el pacto entre JxCat y ERC plantea que durante la legislatura se lleve a cabo un «proceso constituyente» de «base ciudadana, transversal y participativo», y que tiene que tener como objetivo «generar grandes consensos sociales sobre el modelo de país y ampliar la implicación de los ciudadanos en el diseño de las políticas públicas». Este proceso tiene que culminar con «la redacción y aprobación de un texto con la propuesta de bases de una futuro constitución de la República Catalana».

Además, el acuerdo prevé que el «proceso constituyente» se acabe con la celebración de una «multiconsulta con todas las garantías para las cuales participe la mayoría de los ciudadanos», donde estos «se puedan expresar en cada uno de los elementos fundamentales de los debates realizados».

JxCat y ERC añaden que «el exit y eficacia» de este «proceso constituyente» estarán condicionados por la «fuerza de la ciudadanía y las organizaciones que la representan», y por eso creen que la sociedad catalana se tienen que seguir movilizando «por la paz, contra la represión policial y jurídica del Estado y no cediendo ni un milímetro en favor de la libertad de expresión y de conciencia».

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