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Puigdemont cree que la DUI estará sobre la mesa si el Estado impide el 1-O

El presidente pone en duda que los Mossos puedan retirar las urnas si los colegios están llenos de votantes porque iría «contra toda lógica policial»

El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, en la reunión del Consejo Ejecutivo extraordinaria del Gobierno.

Imagen de arxivo del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont.ACN

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El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont ha asegurado, en una entrevista en el programa de televisión de La Sexta ‘Salvados’, que la declaración unilateral de independencia (DUI)estarà «sobre la mesa» si el Estado impide que se celebre el referéndum del 1 de octubre. Si el 1-O no se pudiera llevar a cabo, el presidente prevé que de inmediato reuniría el Gobierno y el Parlamento y se plantearían las diferentes alternativas. Por otra parte, ante la posibilidad de que la justicia ordene a los Mossos D'Esquadra actuar y retirar urnas el día 1 de octubre, Puigdemont ha puesto en duda que los agentes pudieran hacerlo si los colegios están llenos de ciudadanos que quieren votar. Para el presidente, supondría actuar «contra toda lógica policial» y por eso ve «poco probable y poco sensato» que los Mossos acaben retirando las urnas si los espacios electorales están llenos de votantes.

Carles Puigdemont asegura que el Gobierno no contempla la posibilidad de que el referéndum no se celebre, e incluso todavía habla de la opción que «alguien en el gobierno español vea que este camino que está siguiendo no es el adecuado y acepte que se haga con un acuerdo». Pero sin embargo, ha explicado qué tiene previsto hacer si el Estado impide que el 1-O se pueda llevar a cabo, y la DUI podría estar por el medio. «Si se impide, lo que haré se reunir el Gobierno, escuchar el Parlamento y ver qué decisiones tomamos con esta eventualidad. No está ahora mismo sobre la mesa la DUI. Si se impide el 1-O, seguramente alguien la propondrá sobre la mesa y la» debatiremos, ha afirmado.

Aunque la entrevista se grabó el viernes y el Estado todavía no había decretado el control de los Mossos D'Esquadra bajo la coordinación del gobierno español, el presidente ha soltado cuál podría ser la actitud del cuerpo policial catalán si un juzgado ordena los agentes retirar las urnas el día del referéndum. «Si reciben un mandato judicial para retirar urnas y pueden hacerlo, tendrán que cumplir el mandato. Pero dudo que el 1 de octubre, con millones de personas intentando votar, con la necesidad de garantizar la seguridad ciudadana y con mucha gente primando el derecho a votar, dudo de que la acción policial en el momento adecuado sea retirar urnas que la gente está utilizando. Sería ir contra toda lógica policial incluso», ha explicado, añadiendo que «con dos mil personas en los colegios electorales, dos Mossos D'Esquadra es poco probable y poco sensato» que retiren las urnas.

«Haremos frente a la detención»

Preguntado por si teme ser detenido en los próximos días por empeñarse en celebrar el 1-O, el presidente ha recordado que «el fiscal aventuró esta posibilidad» y ha reconocido que no le«gustaría». «Pero si tiene que pasar, haremos frente a cualquier situación. No creo que fuera una buena idea que se decida que fuera detenido», ha añadido.

Con todo lo que ha pasado en los últimos días, Carles Puigdemont ha calificado de «vergonzosos e impropios de un estado democrático» los hechos ocurridos. «Eso demuestra que el andamio de la Constitución sólo estaba pensado para cuando las cosas fueran normales», ha sentenciado. En este sentido, ha criticado también el inmovilismo que en las últimas décadas ha detectado en los partidos constitucionalistas, pero sin embargo, él considera que «estar obedeciendo el Parlamento y las leyes internacionales» no hace que esté «desobedeciendo» el marco legal español.

Lo que sí tiene claro el presidente es que el próximo domingo «habrá referéndum en Cataluña» y que el Gobierno no piensa retroceder. «Retirarse y rendirse sería acabar mal. Nuestra posición, aunque no se comparta, la defendemos siempre con la necesidad de que exista un diálogo. Pero negarse a hablar como se me ha dicho a mí no es aceptable en democracia», ha explicado.

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