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La conversación en un autobús que salvó centenares de miles de vidas por el coronavirus

El ensayo clínico Recovery fue diseñado por el profesor Martin Landray y Jeremy Farrar, director de Wellcome Trust

Trabajadores esperan en una parada de autobús de Londres.

La conversación en un autobús que salvó centenares de miles de vidas por el coronavirusEfe

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En los primeros compases de la pandemia del coronavirus, hace ahora un año, un estudio clínico llamado Recovery (Random Evaluation of Covid-19 Therapy o Evaluación aleatoria de terapias para Covid-19) consistió en probar medicamentos que ya existían en pacientes infectados por el coronavirus y estudiar si estos tenían un efecto sobre la enfermedad. Este estudio sirvió para que se salvaran cientos de miles de vidas.

Un reportaje de la BBC, se revela cómo nació ese estudio clínico. Todo empezó en el autobús número 18 en Londres, donde dos pasajeros se enfrascaron en una conversación que resultó en el estudio.

Los interlocutores eran el profesor Martin Landray, médico y diseñador de ensayos de fármacos a gran escala, y Jeremy Farrar, director de Wellcome Trust, uno de los mayores organismos de financiación para investigación médica del mundo.

Era el 9 de marzo de 2020 y ambos discutían acerca de las noticias sobre la pandemia que procedía de Italia. Estaban de acuerdo con que antes o después, la pandemia llegaría a Reino Unido.

«Lo que acordamos en ese viaje en autobús fue que el tsunami llegaría en un par de semanas y teníamos que tener un ensayo en funcionamiento en dos semanas», dijo Landray. «Nueve días después, se inscribió al primer paciente, y el año que pasó ha sido extraordinario», prosiguió en declaraciones a la BBC.

Jeremy Farrar se puso en contacto con el profesor Peter Horby, un experto en enfermedades nuevas. «Para mí estaba bastante claro que había un problema que podría salirse de control si no teníamos cuidado», dijo Horby a la BBC.

Su éxito se basó en cuatro claves: el estudio se puso en marcha rápidamente; en segundo lugar, era grande, porque involucraba a todos los hospitales de pacientes graves y a uno de cada 10 pacientes con Covid en Reino Unido; en tercer lugar, los pacientes fueron asignados al azar para recibir atención estándar o un medicamento experimental; y en cuarto lugar, fue un estudio muy simple.

«Las salas estaban abarrotadas, los médicos estaban abrumados con pacientes enfermos. Para que un ensayo clínico funcione, este no puede interferir con la atención médica», dijo Raha West, médico de la UCI en Buckingamshire, donde dirigió el ensayo.

Uno de los primeros desafíos del estudio fue decidir qué medicamentos iban a emplearse. Horby y Landray seleccionaron los más prometedores para enfermedades similares o los que habían surgido de las pocas investigaciones que había sobre la Covid-19 por entonces.

Si el paciente quería participar, su médico seleccionaba qué medicamentos de los propuestos eran seguros según el historial médico del paciente, y un programa informático decidiría qué medicamentos se debían administrar.

La dexametasona, un esteroide barato que ya se había utilizado en infecciones respiratorias, dio buenos resultados: el fármaco redujo la posibilidad de morir en aproximadamente un tercio.

Ahora se estima que tan solo la dexametasona ha salvado cientos de miles de vidas, aunque posiblemente la cifra real sea de más de un millón. Y no es el único medicamento que lo ha hecho. El tocilizumab también salvó vidas.

Por el contrario, hubo otros medicamentos que fracasaron: la hidroxicloroquina, la combinación de lopinavir / ritonavir y el antibiótico azitromicina demostraron que no servían para nada.

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