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Tecnología española crea método estándar que detecta microplásticos en agua

La investigación ya se encuentra a su recta final y permitirá identificar, cuantificar y analizar los microplásticos rápida y eficazmente

Débora Sorolla, investigadora de la Fundación AQUAE, trabaja en el laboratorio donde se realiza una investigación.

Tecnología española crea método estándar que detecta microplásticos en aguaEfe

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Una investigación española, que ya se encuentra en su recta final, permitirá identificar, cuantificar y analizar microplásticos en el agua de manera «rápida, eficaz y económica» a partir de la creación de la que «podría ser una de las primeras metodologías estándar en este ámbito».

Así lo ha afirmado a Efe la investigadora Débora Sorolla, quien precisa que «ahora mismo no hay ningún método estandarizado para realizar este tipo de mediciones» y «cada metodología se lleva a cabo con una técnica diferente», por lo que los resultados «se dan en unidades distintas y no se pueden comparar».

La investigación, que en un principio se titulará 'Detección y caracterización de microplásticos. Preocupación emergente del ciclo integral del agua', se enmarca dentro del primer Doctorado Industrial, promovido desde la Fundación AQUAE, en el que participan la Universidad de Alicante (UA) y las empresas Interlab y Labaqua, pertenecientes al grupo Suez.

Iniciado hace alrededor de año y medio, este estudio se prolongará hasta diciembre de 2022 con la dirección de los catedráticos en Química inorgánica, Dolores Lozano y Agustín Bueno, junto al doctor en Ciencias químicas, Julio Llorca, todos ellos miembros de la UA.

Sorolla ha indicado la conveniencia de disponer de un método estandarizado a nivel mundial para que todos los grupos que trabajen con microplásticos «sigan unas mismas pautas» y, en este sentido, «nos hemos centrado sobre todo en técnicas basadas en fenómenos térmicos de descomposición» de estos materiales, que se encuentran «entre las más novedosas» de las empleadas en este momento.

Esta tecnología consiste en «someter los microplásticos a unas temperaturas lo suficientemente elevadas como para descomponerlos» hasta «obtener un gas que ya no posee este residuo, sino trocitos de moléculas de los polímeros que formaban los microplásticos», ha resumido.

A partir del análisis de estos pequeños pedazos, «elaboramos una especie de rompecabezas hasta conseguir saber qué microplástico teníamos al principio» e incluso «podemos determinar si tenía algún aditivo o algún otro contaminante en superficie», ha añadido Sorolla.

El doctor en Ciencias Químicas Julio Llorca ha confirmado que la puesta a punto del método está «prácticamente terminando» y por ello se está empezando a validar en situaciones reales «con todos los estándares de calidad requeridos para darle una fortaleza mayor a la metodología».

Los últimas investigaciones incluyen llevar el método al límite «para comprobar hasta dónde puede llegar y su fiabilidad: si la técnica es buena o no», sobre todo en un momento en el que la crisis sanitaria ha incrementado la presencia de material plástico en forma de mascarillas y guantes que acaban en el medioambiente como desechos y agravan el problema de los microplásticos.

La investigación también buscará comprobar la eficacia de la actual metodología para la eliminación de estos materiales de las estaciones españolas de tratamiento y depuración de las aguas residuales.

Algunos de los componentes de estas plantas, como las membranas u otras partes de la instalación, se fabrican con material plástico, por lo que «también queremos estudiar y evaluar si dejan microplásticos en la red de agua», ha indicado Sorolla.

Asimismo, el estudio abordará el impacto real de los microplásticos tanto en la salud humana y animal como en el medio ambiente, aspectos sobre los que, como alertó la Organización Mundial de la Salud (OMS), hay «escasas evidencias científicas».

«A pesar de la percepción social que tenemos sobre el problema, hay mucha incertidumbre», ha confesado Sorolla, puesto que «no existen estudios precisos sobre cómo impacta tanto en nuestro entorno como en nuestra salud la presencia masiva de microplásticos».

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