La cepa británica ya ocupa entre un 25 y un 30% de la infección de covid en España
Simón constata que la incidencia del virus entre los grupos vacunados es menor que en los no vacunados y las infecciones más leves
Simón defiende el desconfinamiento por provincias y dice que no habrá un único indicador para cambiar de fase
Con respecto al primer estudio, Simón ha reiterado que las autoridades sanitarias y políticas españolas están recogiendo toda la información de los diferentes estudios que se están llevando a cabo, y ha añadido que cuando esta información sea lo bastante concluyente, no habrá problema a cambiar las decisiones adoptadas hasta ahora. Hay que recordar que en España se ha decidido que la vacuna de AstraZeneca sólo se administre hasta los 55 años.
Con respecto al segundo estudio, Simón ha subrayado que si el confinamiento se hubiera decretado el 1 de enero, las muertes que se habrían evitado habrían sido muchas más. «El problema es si se hubiera podido aplicar», ha dicho el director del CCAES, que ha recordado que un decreto de estado de alarma es «un hecho muy serio en una democracia» que tiene que estar muy bien justificado. Por eso ha invitado a distinguir entre la información que pueden aportar los diferentes estudios y lo que es factible hacer en cada momento.
Simón también ha sido preguntado en varias ocasiones sobre el número «real» de vacunas que han llegado al estado español y sobre cuántas de estas han ido al Ejército. El director del CCAES se ha remitido a las estadísticas oficiales que estarán disponibles próximamente pero sí ha querido subrayar que, en todo caso, el número de vacunas no distribuidas a las Comunidades Autónomas es «marginal».
