Más de la mitad de los ciudadanos en Polonia, Hungría y Francia estaban dispuestos a vacunarse en verano, según datos recogidos por los auditores en un informe preliminar sobre la respuesta de la UE a la pandemia.
El Tribunal de Cuentas de la UE ve las competencias «limitadas» de Bruselas para reaccionar a crisis sanitarias como uno de los principales problemas en la gestión de la pandemia. Los auditores constatan las dificultades de las instituciones de la UE para ayudar y coordinar en los estados. «La pandemia representó una prueba sin precedentes para estas funciones, como demostró el uso limitado de la adquisición conjunta (de material médico) y el reto en lo que se enfrentó el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades con la recogida de datos», apunta la auditoría preliminar.
Así, el Tribunal de Cuentas asegura que la adquisición de los EPI en la UE «fue limitada» y que la mayoría de los estados compraron por su cuenta el material protector. Además, los auditores han detectado «dificultades» de Bruselas para garantizar el suministro de pruebas y tratamientos.