Castex ha defendido la estrategia que ha seguido hasta ahora al ejecutivo francés pero ha lamentado que la situación «sigue siendo preocupante», con unos 16.000 infectados nuevos cada día y una incidencia de 187,8 casos por 100.000 habitantes. Una situación «controlada» si se compara con la de países vecinos, ha destacado al primer ministro, pero todavía «frágil», sobre todo teniendo en cuenta la aparición de la nueva cepa británica.
Aparte, el máximo dirigente del ejecutivo galo no ha descartado un nuevo confinamiento si en los próximos días se constata «una degradación fuerte de la situación sanitaria».
De momento, las nuevas medidas entran en vigor el sábado y se aplicarán «al menos» durante quince días. Francia descarta, hoy por hoy, volver a cerrar colegios, donde prevé llevar a cabo hasta 300.000 tests semanales de detección del virus.