Ferrer ha asegurado que actuar antes no habría tenido «garantías», tanto para los agentes como para los asistentes. También ha asegurado que se revisará el dispositivo, como se hace «con todas las operaciones».
En esta línea, señala que el dispositivo de desalojo es lento, porque se está procediendo a identificar a todos los participantes. A la vez, también se les deriva en su vehículo, con el objetivo de determinar si hay drogas en el interior.
El dispositivo, no exento de polémica interna entre los departamentos de Interior y Salud, se ha determinado que no había que practicar pruebas covid a los participantes de la fiesta porque no había constancia de ningún positivo. En este sentido, Ferrer ha señalado que a pesar de se pueda expresar la opinión sobre este hecho, se trata de deliberaciones internas del Gobierno tienen que tener carácter reservado.