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Sucesos

Condenan a tres años y medio de prisión al joven de Vilafranca acusado de golpear a la policía en el primer aniversario del 1-O

La sentencia considera que Adrian Sas es culpable de un delito de atentado a los agentes de la autoridad y una de lesiones

Captura del senyal emès pel TSJC durant el judici a un jove de Vilafranca del Penedès acusat d'atemptat a l'autoritat i desordres públics a les manifestacions a Barcelona pel primer aniversari de l'1-O

Condenan a tres años y medio de prisión al joven de Vilafranca acusado de golpear a la policía en el primer aniversario del 1-OTSJC

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La Audiencia de Barcelona ha condenado a Adrian Sas, el joven de Vilafranca del Penedès acusado de golpear a la policía durante los disturbios del primer aniversario del 1-O en Barcelona, a tres años y medio de prisión. La sentencia lo considera responsable de un delito de atentado a los agentes de la autoridad y lesiones. Por el contrario, lo absuelve del delito de desórdenes públicos. El joven también tendrá que pagar una indemnización de prácticamente 2.000 euros y una multa de más de 720.

Paralelamente, grupos como Alerta Solidaria, Sas Absolución y Eslabón Red Solidario, ya han manifestado su rechazo a la condena y han convocado una manifestación para el próximo lunes 30 de noviembre. Tal como han denunciado en un comunicado, creen que se le ha negado «el derecho de inocencia» y que la sentencia se ha nutrido de pruebas donde no se había respetado «la cadena de custodia». También han lamentado que la Generalitat de Catalunya no se haya retirado de la acusación particular. «La lucha de Adrian no se acaba aquí» han afirmado.

Según los escritos, los hechos pasaron en torno a las ocho de la noche del 1 de octubre del 2018. El acusado estaba en el Parc de la Ciutadella de Barcelona, delante del edificio del Parlament de Catalunya, donde se había reunido con un grupo de personas con la finalidad de «protestar». Fue entonces cuando algunos manifestantes lanzaron objetos y movió las vallas colocadas previamente por los agentes de los Mossos d'Esquadra.

La sentencia apunta que Sas llevaba un pañuelo «de color rojo» que le tapaba la parte inferior de la cara, así como un palo de madera de cerca de un metro de longitud en que tenía puesta una tela, como si fuera una «bandera». El juez sostiene que con este mismo palo golpeó a uno de los agentes en la barbilla, cuando este intentaba evitar que desmontase una de las vallas. En una acción posterior, el acusado golpeó al mismo agente en la mano derecha cuando este se encontraba en el suelo.

El juez también relata un segundo episodio en que defiende que el acusado golpeó a otro mosso que formaba parte del operativo, en esta ocasión, en la cabeza. Unas acciones que se tradujeron en lesiones de los dos policías.

De esta manera, la Audiencia sostiene que aunque el acusado niegue rotundamente haber agredido a nadie con un palo, se puede asegurar sin «ninguna duda» que se encontraba en el lugar y al momento de los hechos. A partir de las grabaciones, así como del relato de diferentes testigos, el auto considera que también queda probado que fue él quien agredió a los dos agentes. Un comportamiento que no se puede amparar dentro del derecho «de reunión, manifestación y libertad de expresión». «Golpear con un palo a otra persona constituye una agresión» afirma.

La sentencia condena, pues, al acusado por un delito de atentado a los agentes de la autoridad y uno de lesiones a tres años, seis meses y un día de prisión. También lo obliga a pagar una indemnización prácticamente 2.000 euros, una multa de más de 720, así como los costes procesales del procedimiento. La sentencia, sin embargo, no es firme, y se puede recurrir al TSJC.

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