Los artistas podrán evitar la distancia y el uso de mascarilla

Quedan para validar los de la cultura popular y asociacionismo cultural –que también considerará los miembros de las entidades como convivents habituales con condiciones concretas-, el del Consorci per a la Normalització Lingüística (CPNL) y TERMCAT, y planes singulares como el del Dia del Llibre i de la Rosa (23 de julio), y condiciones para festivales y fiestas mayores.

Se trata de documentos «no estáticos» y se pueden hacer cambios en función de la evolución y las espeficicitats por cada sector. Así, por ejemplo, en el teatro amateur, en el que los miembros son siempre los mismos, se tiene que acreditar que en 14 días no se ha tenido la enfermedad y hacer una declaración responsable. Para los teatros profesionales, en los que hay mucha rotación de actores, se tienen que hacer la pruebas homologadas.

En declaraciones a ACN, la consellera de Cultura, Mariàngela Vilallonga, ha celebrado haber encontrar la fórmula para hacer posible los actos culturales con las medidas para combatir la pandemia, siempre «con el apoyo del sector público y privado». En cuanto al Día del libro y la rosa, ha confirmado que se regulará el acceso de personas a través de vigilantes y cintas y constata que en Barcelona se será especialmente cuidadoso.

Medidas excepcionales y temporales

Los planes contienen medidas generales como el mantenimiento de la distancia física interpersonal y el uso de la mascarilla, mientras que en los espacios destaca la necesidad de seguir procedimientos rutinarios de limpieza, desinfección y ventilación.

Hay excepciones a las generalizaciones, como en los espacios patrimoniales o que contienen obras de arte, que requieren de unos protocolos específicos de limpieza, desinfección y ventilación, atendido el valor y la excepcionalidad de los bienes continentes o contenidos.

Cines y teatros, más llenos pero con mascarilla

En el caso de los teatros y de los cines los planes específicos establecen medidas de aforo coincidentes con las diseñadas por otros ámbitos, como que en espacios al aire libre se tiene que garantizar la distancia de seguridad de 2,5 metros cuadrados por persona. Esta distancia, pero se puede rebajar si se cumplen cuatro condiciones: el uso obligatorio de mascarilla, un registro de los asistentes o preasignación de localidades, espacios sectoritzats con control de flujos de acceso y salida independientes, que tienen que ser de un máximo de 2.000 personas o de hasta 3.000 en el caso de lugares con asientos preasignados, y medidas de circulación de los asistentes para evitar aglomeraciones.

En el caso de los espacios cerrados, también se tiene que preservar la distancia de 2,5 metros cuadrados por persona con espacios sectoritzats y control de flujos de acceso y salida independientes, de un máximo de 1.000 personas y de hasta 2.000 si hay asientos preasignados.

También en este tipo de espacios es posible rebajar la distancia con mascarilla obligatoria, registro de los asistentes o preasignación de localidades y medidas de circulación de los asistentes.

En el caso de los cines, además, se permite el consumo de alimentos y bebidas que hagan inviable el uso de mascarilla constante, pero en este caso se tiene que garantizar la distancia de 1,5 metros entre personas y, por lo tanto, la superficie de 2,5 metros cuadrados. En este caso, pues, no se puede rebajar el espacio para aumentar el aforo.

Con respecto a los teatros, la superficie por persona no podrá ser inferior a 1 metro cuadrado en un edificio o espacio cerrado, correspondiente a 1 metro de distancia mínima de seguridad entre personas, distancias que no serán necesarias entre grupos de personas de contacto habitual pero sí entre los grupos.

También en el caso de los teatros se especifica que estas distancias afectan a la ocupación de los asientos en las salas, que tendrá que garantizar las distancias entre personas dependiendo de que haya o no consumo de alimentos y bebidas, con carácter general.