Gobierno y universidades plantean un modelo híbrido presencial y virtual para el próximo curso

Las medidas de adaptación de la docencia universitaria para el próximo curso inciden en la información y preparación de los estudiantes, así como en la formación del profesorado. Los cambios introducidos en las metodologías docentes y en el sistema de evaluación se realizarán de acuerdo las líneas determinadas por AQU Cataluña.

El documento concreta que el concepto de docencia mixta se tiene que traducir en la «mejor combinación posible de las cualidades de una buena formación presencial y los beneficios de una formación en línea». En este sentido, la docencia híbrida tiene que garantizar que los estudiantes obtenganlos resultados de aprendizaje deseados. Las actividades formativas que se adopten se tendrán que aplicar a todo el alumnado de un mismo título por igual para garantizar la equidad, tal como recoge el documento Orientaciones para la adaptación de las titulaciones universitarias en periodos de emergencia sanitaria y excepcionalidad: implantación, desarrollo y acreditación, aprobado por la Comisión de Evaluación Institucional y de Programas (CAIP) de AQU Cataluña.

Para la organización del próximo curso se tendrá «muyen cuenta» la experiencia del segundo semestre del actual en aspectos como la evaluación, las prácticas externas y los trabajos de fin de grado (TFG) y de master (TFM), así como las recomendaciones contenidas en el documento 'Acuerdos y recomendaciones del sistema universitario de Cataluña para la finalización del curso 2019-2020'.

En el caso de la evaluación, se apuesta por los procesos de evaluación continúa ya que se considera que ayuda al estudiante a hacer un proceso de aprendizaje gradual, lo reorienta y le guía en la consecución de competencias.

Con respecto a los TFG y TFM y a las prácticas externas se considerarán vigentes las recomendaciones realizadas y aplicadas durante el segundo semestre del curso 2019-2020. En todo caso, se recomienda reprogramar las prácticas externas de último curso académico en periodos no afectados por la pandemia para que el alumnado las pueda realizar como tenía previsto. Para el resto, se recomienda asignarlas a entidades o centros donde el teletrabajo esté implantado o hacer de manera virtual el máximo de actividades posibles.

Con respecto a las prácticas en centros sanitarios y educativos, se han suscrito los acuerdos necesarios con los Departamentos de Saluty de Educaciópara coordinar al máximo las decisiones y minimizar la afectación entre los estudiantes. En el caso de las del ámbito de la salud, se priorizará el formato presencial para los estudiantes de grado y en caso de falta de capacidad de los centros sanitarios docentes, se analizará la posibilidad de derivar las prácticas a otros centros del Sistema Sanitario Integral de Utilización Pública. Si finalmente hay bastante capacidad, se incorporarán los estudiantes de master oficial, doctorados y títulos propios, entre otros.

Con respecto a las prácticas en centros educativos, se hará el habitual sistema de asignación teniendo en cuenta las pendientes del segundo semestre del curso 2019-2020 y se diseñarán teniendo en cuenta los tres escenarios posibles con los que trabaja Educació: normalidad y presencialidad absoluta, presencialidad condicionada y confinamiento. En los tres escenarios, se implicará a los estudiantes con las prácticas asignadas.

Por otra parte, el Gobierno y las universidades han acordado que antes de la matriculación para el próximo curso, todos los estudiantes dispondrán de los planes de aprendizaje de cada una de las asignaturas que incluirán información sobre las metodologías docentes y los sistemas de evaluación. Universitats ha afirmado que se tendrá en cuenta las necesidades sociales de los estudiantes para paliar los efectos de la brecha digital.

El calendario del próximo curso será el previsto en todas las titulaciones y cursos, previendo en todo caso la posibilidad de retrasar el inicio para los de nuevos acceso y cuidando de los que acceden al sistema a partir de la segunda convocatoria de las Pruebas de Acceso en la Universidad (PAU).

Distancia e higiene en las universidades

Por otra parte, el Plan Sectorial de Universidades aprobados por el Procicat establece que cada centro universitario hará su plan de contingencia específico y protocolos de organización pero serán de aplicación las medidas generales marcadas por el Gobierno. Así, la distancia física de 1,5 metros será de aplicación en las aulas, laboratorios docentes y de investigación y otros espacios cerrados. Esta distancia no podrá ser inferior a un metro entre personas sin contacto habitual en espacios cerrados, excepto en las prácticas que así lo requieran.

En caso de que no se pueda mantener la distancia de seguridad, será obligatorio el uso de mascarilla, a no ser que se utilicen mamparas o similares. Además, se tiene que llevar un registro de los asistentes potenciales y se tienen que prever medidas de circulación de asistentes. Así, la mascarilla será obligatoria para toda persona que acceda a la universidad, a los desplazamientos dentro de los edificios y a cualquier espacio o actividad cuando no se pueda mantener la distancia de seguridad o no haya mamparas.

El documento establece también que se tendrá que priorizar la videoconferencia para reuniones que tengan que comportar desplazamientos entre los campus y los viajes al extranjero«se tendrán que motivar y ser autorizados, evitando zonas de riesgo».

El documento insiste también en las medidas higiénicas, como el lavado de manos o el uso de gel hidroalcohólico en el acceso a edificios, bibliotecas, salas de estudio, salones de actos y comedores. También prevé la desinfección de espacios comunes y la habilitación de puertas de acceso y de salida, así como la señalización de recorridos seguros y la ventilación de los espacios.

En líneas generales, podrán reabrir todos los servicios de las universidades, como bibliotecas, bares o instalaciones deportivas, teniendo en cuenta la necesidad de mantener las distancias y los aforos posibles según estas distancias.

Por último, el plan aprobado por el Procicat prevé que las personas vulnerables a la covid-19 puedan volver al trabajo «siempre que sucondición clínica esté controlada y lo permita» y manteniendo las medidas de protección «de manera rigurosa». En caso de duda, y a petición de la persona interesada, la unidad de salud laboral del servicio de prevención de riesgos lo evaluará. Por otra parte, cualquier persona con sintomatología covid está obligada a comunicarlo al centro.