Una empresa vasca fabricará una vacuna experimental diseñada en Massachusetts

Las pruebas en humanos se podrían hacer en otoño y se basarán en la producción de vectores virales para terapia génica

Una científica en un laboratorio de la empresa vasca Viralgen. — Una empresa vasca fabricará una vacuna experimental diseñada en MassachusettsViralgen

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Creado: 28.05.2020 | 15:03

Actualizado: 28.05.2020 | 15:03

La empresa vasca con sede en Sant Sebastià Viralgen Vector Core, especializada en la producción de vectores virales para terapia génica, fabricará la vacuna de la covid-19 que está desarrollando el Massachusetts General Brigham Hospital (MGB), afiliado con Harvard, que lidera un consorcio de organizaciones para la fabricación de esta vacuna, para su uso en ensayos clínicos y posterior comercialización. Viralgen será el único participante de este consorcio de fuera de los Estados Unidos. La vacuna podría empezar a probarse en humanos este próximo otoño.

Tal como ha publicado el MGB a través sus entidades asociadas, el Massachusetts Eye and Ear y el Massachusetts General Hospital, la vacuna por covid-19 desarrollada por estas instituciones contará con tres empresas que llevarán a cabo la producción y el escalado a nivel mundial. Estas empresas serán Viralgen, Aldevron, en Dakota del Norte, y Catalent, en Nueva Jersey. La vacuna experimental utiliza vectores adenoassociats (AAV) para entregar y expresar el gen S (spike) del virus SARS-Cov-2 y así crear una respuesta inmune.

Un aspecto importante de esta vacuna es que utiliza la experiencia y capacidad de desarrollo de la industria que trabaja desde hace años con vectores adenoassociats (AAV). Este conocimiento y experiencia en áreas como la producción que ofrecen estas compañías tendría que ayudar a alcanzar el objetivo de una vacuna que llegue al máximo número de personas.

Viralgen tiene licenciada la tecnología Pro10, desarrollada por Askbio, y que permite la producción de grandes volúmenes de virus adenoassociats en un tiempo reducido y con la versatilidad de adaptarse a variaciones que puedan ocurrir con el virus que causa la covid-19. Además, la gran producción puede acabar repercutiendo en un coste asequible y en la capacidad de llegar a un mayor número de personas.