Pedro Sánchez prorroga dos semanas más el estado de alarma

El Gobierno ha decidido prorrogar dos semanas más el estado de alarma por el coronavirus, hasta el 26 de abril. Pedro Sánchez ha tomado esta decisión después de consultar al comité científico, que analiza todos los datos y los modelos estadísticos que calculan cómo puede evolucionar la epidemia. El Gobierno había lanzado muchos mensajes positivos en los últimos días, e insistía en que la curva se ha estabilizado, pero el contagio sigue creciendo y el Ejecutivo extiende la alarma dos semanas más. Es la segunda prórroga de 15 días.

El presidente está informando a los principales portavoces, empezando por el líder de la oposición, Pablo Casado, de esta decisión para pedirles su apoyo|soporte. Los grupos se quejaban de que la semana pasada, cuando se decidió paralizar toda la producción excepto el esencial, no se lo comunicaron. Esta vez se ha cambiado la fórmula para evitar esta crítica. La prórroga indica que los datos todavía no son buenos y el modelo señala que vendrán todavía semanas malas, como adelantaba el viernes el ministro de Sanidad, Salvador Illa, pero el Gobierno ya empieza a pensar también en la salida progresiva.

Los datos de la semana, con una cifra de muertos diaria consolidada por encima de los 800, consolidaron la dea ya instalada en el Ejecutivo al cual la alarma se ampliaría, aunque lo que no era claro es qué pasará con la gran industria y otros sectores no considerados fundamentales y que no pueden teletrabajar. El Ejecutivo ha dispuesto para ellos una fórmula de permiso retribuido que estaba previsto concluir después de la Semana Santa.

El Gobierno ya trabaja en algunas medidas para suavizar el confinamiento, y entre ellas está la de generalizar el uso de las máscaras para toda la población para que pueda salir más a la calle y volver a algunas actividades. El problema es que no hay máscaras para todos los españoles —es prácticamente imposible conseguirlas ahora en farmacias o comercios— y por lo tanto eso sólo se podrá hacer cuando esté normalizada su distribución. En un mes tendría que estarlo.

En cualquier caso, y mientras llegan los datos que permitan empezar a pensar a relajar el confinamiento, el Ejecutivo busca apoyos para evitar que el pleno del Congreso que apruebe esta prórroga, presumiblemente el jueves -el Consejo de Ministros será el martes- se convierta en una gran batalla política. Sánchez cree que el PP tendrá que dar apoyo a la prórroga. Más complicada será la votación de las convalidaciones de los últimos decretos, que el PP amenaza con rechazar si no se modifican. Este domingo Sánchez volverá a reunir a los presidentes autonómicos para intentar buscar apoyos y continuar este intento por rebajar la tensión política.