La visita ha empezado con el recibimiento de por parte de la directora del museo , a Quim Torra que durante dos horas ha recorrido la sala principal y los exteriores donde se ven las edificaciones donde estaban exiliados y prisioneros de guerra. Torra se ha mostrado golpeado al saber la historia del campo, especialmente porque es un espacio donde sufrieron mujeres y niños. «Me he llevado un sentimiento muy especial», ha explicado Torra, que ha pedido que «no se vuelva a repetir nunca más una situación como esta».
Por Ribesaltes pasaron exiliados de la guerra civil española, posteriormente judíos que provenientes de Alemania y víctimas del nazismo y perdedores de la guerra de Argelia. Fue un campo de prisioneros que acogió miles de personas que vivían en diferentes edificaciones repartidas en las afueras de Ribesaltes.
«Hemos podido conocer uno de los mejores memoriales de la Catalunya Nord que puede explicar muy bien lo que significó la retirada», ha señalado Torra, acompañado de su mujer y del delegado de la Generalitat en Perpiñán, Josep Puibert.
Durante el recorrido, Torra ha saludado decenas de visitantes del museo que vestían con motivos independentistas y que lo han reconocido. Buena parte de ellos habían estado al acto del Consejo por la República de este sábado en Perpiñán.