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El juicio en Trapero sigue con testigos|testimonios retrasados de mossos|mozos que vivieron el 20-S

Los agentes y un coronel de la Guardia Civil declararán entre el lunes y martes sobre la coordinación policial

Diputados de varias formaciones delante de la sede de Economía, delante de Mossos y Guardia Civil entre esteladas y varias pancartas en las paredes del edificio, el 20 de septiembre de 2017

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El juicio en la Audiencia Nacional contra el mayor de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, la intendente Teresa Laplana y la excúpula de Interior vivirá esta semana unas sesiones inusuales. Inicialmente no tenía que haber juicio desde el jueves pasado, 20 de febrero, hasta el lunes 2 de marzo, pero el retraso en algunos testimonios ha obligado a la magistrada presidenta Concepción Espejel a habilitar al menos lunes y martes para acabar de interrogar a todos los testimonios pendientes, básicamente mossos d'Esquadra que participaron en los hechos del 20-S y el 1-O, además del coronel de la Guardia Civil Mariano Martínez Luna, uno de los interlocutores con los Mossos.

Son testimonios retrasados, algunos de la fiscalía y otros de las defensas, que tendrán que seguir concretando la actuación de la policía catalana aquellos días, y si se actuó con suficiente convicción para evitar el referéndum o permitir las entradas y salidas de las comitivas judiciales el 20-S. La defensa de Trapero ha renunciado a cuatro de estos mossos|mozos al considerar que no pueden aportar novedades a lo que ya se ha llamado|dicho hasta ahora.

Esta semana pasada se han vivido algunas de las declaraciones de testimonios más importantes, con los comisarios de los Mossos Joan Carles Molinero y Manel Castellví, además del exdirector general de los Mossos Albert Batlle.

Molinero hizo una encarnizada defensa de la actuación de los Mossos ante los ataques del fiscal Miguel Ángel Carballo. Aseguró que el mayor Trapero no estaba alineado con las tesis independentistas del Gobierno, que los escoltas no facilitaron el voto a los miembros del Gobierno y confirmó que él y el comisario superior Ferran López elaboraron un plan secreto para detener al Ejecutivo si el TSJC lo ordenaba, plan|plano que se destruyó cuando fue innecesario con la aplicación del 155.

También era muy esperada la declaración de Manel Castellví, excomisario general de Información, que en el Tribunal Supremo sufrió en algunos momentos para justificar la actuación de los Mossos. En esta ocasión argumentó sólidamente los informes de inteligencia y los análisis de riesgos que hicieron sus subordinados, donde|dónde se aseguraba a finales de septiembre que durante el 1-O podía haber tensión pero que no se preveían grupos violentos organizados en las escuelas el día del referéndum, cómo así fue.

El predecesor de Pere Soler en el cargo dijo que cuando dimitió como director general de los Mossos pidió a Trapero y a lo entonces secretario general de Interior Cèsar Puig, también acusado, que no dejaran el cargo, porque le «preocupaba» la deriva que pudiera tomar la policía catalana. También explicó que Trapero no era bien visto por muchos políticos independentistas y que el mayor ya había tenido tensiones con Diego Pérez de los Cobos antes de la Junta de Seguridad de julio del 2017.

El lunes pasado se acabó la declaración de la jefe de Información de la Policía Nacional en Barcelona el 1-O, que dijo que los Mossos les dieron «esperanzas» al decirles que no se preveía resistencia violenta en los colegios electorales.

Acción «coordinada»

El jueves fue el turno de varios mandos del cuerpo que actuaron el 20-S en Economía, Exteriores y otros cacheos en el Vallès. Todos explicaron que colaboraron con la Guardia Civil, que la mediación evitó utilizar la fuerza en varios casos, a pesar de que en otros sí que se utilizó para dejar salir a las comitivas judiciales, y que era inviable desalojar la Rambla de Cataluña, ante Economía, por la falta de efectivos y la gran concentración de personas pacíficas que había.

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