Judicial
La fiscalía denuncia por injurias a Toni Soler por un gag de TV3 sobre los Mossos
El ministerio público también acusa dos colaboradores de 'está pasando' y pide responsabilidad civil a la CCMA
La fiscalía abre una investigación por|para injurias por|para la denuncia de sindicatos de Mossos de un gag de 'está pasando'
La fiscalía ha presentado una denuncia contra Toni Soler y dos colaboradores de 'Està papassant', Jair Domínguez y Magí Modgi, por injurias graves contra los cuerpos y fuerzas de seguridad. La denuncia se interpone por un gag emitido el 16 de octubre en que se cargaba contra la actuación policial durante las semanas posteriores a la sentencia del Supremo sobre el 1-O y se incluían imágenes de perros con cascos de policía o con proyectiles de foam. La fiscalía también acusa la CCMA como responsable civil subsidiaria. Tres sindicatos de los Mossos y una asociación de mandos llevaron el gag a la fiscalía y, el día siguiente que presentaran la denuncia, Soler se disculpó y admitió que el gag era «poco afortunado».
En el escrito, de tres páginas, la fiscalía considera que los hechos podrían ser constitutivos de un delito contra las instituciones del Estado en su modalidad de injurias graves contra los cuerpos y fuerzas de seguridad.
La denuncia, presentada ante los juzgados de instrucción de Sant Feliu de Llobregat, transcribe el contenido del gag con las frases que dijeron cada uno de los tres denunciados. En el gag, se juega con el equívoco entre las palabras «perros» y «mossos», y aparecían imágenes de perros con proyectiles de foam o cascos de policía. Además, el esquema se cerraba culpando a sus «amos» con una foto del conseller de Interior, Miquel Buch.
La fiscalía abrió diligencias para investigar el gag después de la denuncia que le presentaron el Sindicato de Policías de Cataluña (SPC), el Sindicato de los Mossos d'Esquadra (SME), el Colectivo Autónomo de Trabajadores (CAT) y la Asociación de Mandos de la Policía Catalana (COPCAT). En su escrito, los denunciantes consideraban que los hechos no se podían amparar «en los criterios de libertad de expresión» y aseguraban que «la idea de llamar perros a los policías no es nueva» porque la utilizaron «círculos paralelos a ETA contra la Guardia Civil.