Hacía una semana y media que la Ouafaa, la vecina del delante del piso donde se han encontrado los cuerpos, saludó a Piedad, que ponía la lavadora, desde el patio de luces. Explica que hace un año la Piedad cayó en la escalera, y que desde entonces su salud había ido empeorando. Otros vecinos han corroborado este hecho. En cambio, el hombre, Manuel, estaba muy bien de salud. Esta vecina explica que nunca había sentido que se discutieran y que estaban muy unidos.
El sábado a las diez de la noche varios vecinos fueron a ver a Adrià Vila, de la comunidad de vecinos del inmueble, para comentarle que había mucha peste a la sexta planta del edificio. Ouafaa dice que hace cuatro días que la peste era insoportable. En aquel momento el pensamiento mayoritario era que el matrimonio se había marchado de vacaciones y el mal olor provenía de la basura que habrían dejado.
Vila explica que después de comprobar que el mal olor provenía del piso de la sexta planta, telefoneó al 112. Veinte minutos después llegó la Guardia Urbana, que le comentaron que no tirarían la puerta al suelo. Después los agentes llegaron con el hijo, que abrió la puerta, y cuando entraron en el piso comprobaron que estaban muertos.