Diari Més

Melero acusa al Estado de hacer un «dispositivo aberrante» con un «propósito político» y no para atender las órdenes judiciales

La defensa de Forn acepta «con gusto» que el exconseller «desobedeció» al TC a pesar de poner medios a los Mossos extras para impedir el referéndum

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El abogado del exconseller de Interior, Joaquim Forn, ha cargado contra el gobierno español por haber hecho un «dispositivo aberrante» para cumplir con el «propósito político» que se viera que el 1-O «no era un referéndum homologable», y no para cumplir con las órdenes judiciales. «Quien viene a defender a la policía soy yo», ha dicho, todo asegurado que la Guardia Civil y la Policía va ser llevados a una «situación endemoniada» que afectó «gravemente» a su «imagen pública». En su informe final en el Tribunal Supremo, Melero «ha cedido con gusto» que Forn cometió «desobediencia» por no atender al Tribunal Constitucional (TC), a pesar de defender que puso medios a los Mossos para cumplir con las órdenes judiciales. Sobre la acusación de rebelión, Melero ha dicho que la fiscalía lo ha tenido que innovar y darle la vuelta como un calcetín», porque este delito no se puede imputar a los acusados tal como está redactado en el código penal.

«A la policía no se la defiende diciendo que es un honor, que todo lo hicieron bien», ha dicho Melero, en referencia a los elogios que hizo la acusación popular de Vox a la Guardia Civil y la Policía Nacional en su informe final. En cambio, ha dicho que su defensa hacia estos cuerpos pasa por denunciar la «ineptitud» de los mandos de estos cuerpos, que hicieron un «dispositivo aberrante» que los llevó a una «situación endemoniada». De hecho, ha dicho que desde el momento de la decisión de desplazar a Cataluña agentes de otros puntos del Estado, «se intentó organizar una apariencia de coordinación» con los Mossos, del cual se «desconfiaba», con el propósito de actuar «de manera unilateral al servicio de una pretensión que no era cumplir con las instrucciones de la fiscalía ni con el auto del TSJC».

«Ningún cuerpo policial cumplió con la orden judicial, desde el punto de vista policial el cumplimiento del mandamiento es un fracaso», ha dicho Melero, a pesar de remarcar que los únicos que hicieron un dispositivo «con cara y ojos». Y ha criticado el papel del coordinador, Diego Pérez de los Cobos, que considera que actuó de manera «extrañísima». «Tendrá que ir al diccionario para llegar a la conclusión que la coordinación no implica mando», ha afirmado. También ha calificado de «fraude» el dispositivo conjunto.

Melero ha citado la declaración del exsecretario de estado de Seguridad, Juan Antonio Nieto, para asegurar que la voluntad del gobierno español «respondía a un propósito político», que era «que se viera que aquello no era un referéndum homologable, que nadie pudiera decir que era un referéndum.» «Nieto dijo que no tenía nada que ver con el cumplimiento de las órdenes judiciales», ha remachado.

La defensa del exconseller de Interior también ha cargado contra el fiscal por haber «descalificado» todo el cuerpo de los Mossos d'Esquadra con «la sospecha de deslealtad». «Es una situación peligrosísima y no tiene nada que lo pueda fundamentar», ha asegurado.

Desobediencia: «Cedo esta trinchera con gusto»

La defensa de Forn ha dado por bueno que el exconseller de Interior cometió un delito de desobediencia al Tribunal Constitucional (TC), a pesar de recibir un único requerimiento. Sin embargo, en las conclusiones finales mantuvo que se lo tenía que absolver. «Cedo esta trinchera con gusto», ha dicho, «si puede derivarse del simple hecho de participar en un gobierno que tiene un programa y ha dictado una resolución en que se dice que si de caso se desobedecerán las resoluciones del TC, contra eso no puedo hacer nada». Melero, sin embargo, ha argumentado que Forn «agasajó» los requerimientos del Constitucional cuando puso medios extras a los Mossos para cumplir con las instrucciones judiciales de detener el referéndum. «Hizo actos positivos para evitar el referéndum», ha dicho, como «aprobar horas extras o el alquiler de más vehículos».

«El 20-S hubo desórdenes públicos»

Sobre el 20 de septiembre, el letrado ha reconocido que se cometieron delitos. «No quiero ofender la sala», ha manifestado Melero, que cree que se produjeron desórdenes públicos por los daños a los vehículos y también algunos «actos minoritarios de resistencia a la autoridad». Pero ha negado que «objetivamente» hubiera violencia y que testigoss como Trapero o el jefe de la Brimo acreditaron que no había ningún «concierto» entre el Govern y los Mossos d'Esquadra. «El jefe de la Brimo dijo que como si lo llamaba el papa de Roma», ha recordado, ante las advertencias de Sànchez que le dijo que llamaría al conseller Forn si desplegaba los antidisturbios.

«No se detiene nadie, no hay ninguno lesionado y el Ayuntamiento habla de desperfectos por valor 800 euros en una valla, no está mal para una manifestación de 40.000 personas», ha dicho con ironía. Además, Melero ha dicho que mayoritariamente la manifestación era «pacífica». «Una cosa es la masa, otra cosa el tumulto y la otra la chusma, que recibieron la intervención contundente de los Mossos», ha recordado.

Los ciudadanos «no ejercían un derecho fundamental»

Sobre el 1-O, Melero ha sostenido que los ciudadanos «no ejercían un derecho fundamental» cuando iban a votar durante la jornada del referéndum, pero que al mismo tiempo «no hacían nada ilícito». «No se los podía perseguir ni detener por el hecho de acudir a la votación», ha dicho. Sobre la posible participación del suyo representado, ha dicho que no tuvo «ninguna intervención ni injerencia».

Melero se ha esforzado por hablar de «baremos sobre el riesgo de violencia» que se podía producir el 1-O. Y ha explicado que ni se declaró el estado de excepción, ni se pidió la presencia de los militares ni se activaron los planes de contingencia del Ministerio de Defensa.

Resta importancia a la reunión del 28 de septiembre

Sobre la reunión del 28 de septiembre del 2017 en el Palau de la Generalitat de los principales mandos de los Mossos con Puigdemont, Junqueras y Forn, Melero ha recordado que los comisarios declararon que lo que la información que se dio en esta reunión es la misma que se trató en una reunión de la Prefectura a mediados de octubre. «Y el 13 de octubre se dice que había una coincidencia entre los tres cuerpos policiales de la posible resistencia pacífica en las salidas masivas de los ciudadanos», ha dicho, en contraste con el aviso del riesgo de violencia que sostiene la fiscalía.

«El Govern hizo todo el posible para ceder el poder»

En respuesta a la fiscalía, que en su informe afirmó que el Govern de la Generalitat ya tenía el poder en sus manos y que sólo tenía que cortar los amarres, Melero ha contrapuesto que el ejecutivo catalán «no sólo no los cortó», sino que «hizo todo lo posible para ceder el poder, abandonarlo y ponerlo a disposición del Estado el 27 de octubre, sin ninguna resistencia». Para Melero, «los únicos actos concluyentes, acreditados y documentados, son actos de abandono del poder».

Además, ha subrayado que la fiscalía no ha destinado tiempo a hablar de la declaración de independencia y que le resulta «inexplicable». «El 21 de octubre el fiscal general dijo que si no se declaraba la independencia no se interponía querella, era un hecho muy relevante y no se habla», ha manifestado. Según Melero, lo que hizo el Govern después de aprobar las leyes de desconexión el 6 y 7 de septiembre fue «incumplirlas de manera sistemática para que nada de lo que hiciera tuviera validez normativa ni desde el punto de vista de su propia legalidad republicana». Ha puesto como ejemplo que no se arría la bandera ni se decreta nada ni se comunica con consultas. Además, ha reiterado que «acató inmediatamente» el 155.

Melero también ha defendido Forn de la acusación de malversación de fondos públicos con el argumento que es «el único» acusado que tiene un acuerdo del Consell de Ministres, del 28 de febrero, en que «valida el gasto de su conselleria». Además, ha dicho ver «complicado» que se lo pueda acusar de este delito como «coautor» con el resto de procesados.

El fiscal «contamina el debate» con los nazis

En el inicio de su informe, Melero ha reprochado al fiscal Javier Zaragoza su cita al jurista Hans Kelsen, de origen austríaco que huyó en los EE.UU. por la represión de los nazis, por calificar los hechos del otoño del 2017 como «golpe de estado». «Kelsen fue muy útil para llevar a los nazis al debate», ha dicho Melero, que ha acusado a Zaragoza de «contaminar el debate» con esta referencia y de «falta de respeto» a los millares de muertos. Además, le ha recordado la Ley de Godwin según la cual «pierde» a quien mencione a los nazis en cualquier debate. Y también ha recordado a al fiscalía que la «gran rebelión» que ha habido en el Estado fue «la del 18 de julio de 1936», con el alzamiento militar de las tropas de Franco que desembocaron en la Guerra Civil.

Un final con referencias cinematográficas

Al final de su intervención, Melero ha agradecido el papel del tribunal, del personal del Supremo y de los policías que salvaguardan la seguridad en el edificio. «Quien critique a la policía no conoce a estos policías», ha dicho. Y ha hecho una referencia cinematográfica que cerrar el informe citando la película Amanece, que no es poco, de José Luis Cuerda, en que el «mayor problema de orden público» se podía producir por criticar al escritor americano William Faulkner. Y, con esta previa, ha cerrado su discurso con un deseo: «Espero que reconstruyamos una España en que sólo nos discutimos por William Faulkner».

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