Diari Més

Un jefe de zona de Unipost dice que «suponían» que repartirían material del 1-O y que les pidieron «prioridad»

El expresidente de la empresa asegura que ni él ni el director general tenían conocimiento de material electoral en las sedes de Terrassa y Manresa

El delegado de Unipost en el Eixample, Rafael Ramírez Ramos, declarando como testigo en el Supremo.

El delegado de Unipost en el Eixample, Rafael Ramírez Ramos, declarando como testigo en el Supremo.Senyal Tribunal Suprem

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Un exresponsable de la zona de parte de el Eixample de Barcelona de Unipost, Rafael Ramírez, ha admitido en el Tribunal Supremo que los trabajadores de la empresa «suponían» que repartirían material electoral del 1-O, aunque no lo sabían oficialmente. Ramírez ha dicho que a mediados de septiembre recibió una «orden de trabajo» en la cual sus superiores le pidieron «prioridad absoluta», que entendió que estaba relacionado con material del 1-O. Según él, era «vox pópuli» que Unipost «iba a repartir lo que iba a repartir». Este martes también ha declarado el expresidente del consejo de administración de la empresa, Antón Raventós, que ha dicho ni él ni el director general, Pau Raventós, tenían conocimiento del material confiscado por la Guardia Civil en Terrassa y Sabadell, y el exdirector financiero, Xavier Barragan, que ha asegurado que se emitieron facturas pro forma por «error».

Este miércoles, la sesión del juicio ha empezado con tres testigos relacionados con Unipost y pedidos por Vox, que las acusaciones han interrogado para buscar pruebas sobre el presunto delito de malversación de fondos públicos.

En su declaración como testigo, Ramírez ha explicado que el 18 de septiembre se presentó la Guardia Civil en su delegación de Unipost en el Eixample y que les entregó un correo electrónico con un documento Excel que era una «orden de trabajo» que decía «el donde, el cuando y como hacer el trabajo». «El Excel indicaba para mi delegación el número de envíos exactos que recibiría, dividido por códigos postales», ha dicho. Ramírez ha cifrado en unos 2.000 los certificados o notificaciones que correspondían a su delegación.

Ramírez ha remarcado que «oficialmente» no sabían de qué eran los envíos que tenían que hacer para la Generalitat, aunque «extraoficialmente» era «vox pópuli» que Unipost «iba a repartir lo que iba a repartir, no por nada, porque hasta la fecha era los que repartíamos todos los envíos de la Generalitat». «Entendíamos, suponíamos, presuntamente», que repartirían material electoral relacionado con el 1-O, ha respondido a preguntas de la acusación popular ejercida por Vox.

Además, ha añadido que sus superiores le pidieron que se diera «máxima prioridad» al material que recibirían, y que no llegó nunca a su delegación, aunque ha reconocido que a la Generalitat «siempre» le daban prioridad porque era «uno de los mejores clientes que teníamos». De hecho, ha explicado que el día que les tenía que llegar el material se presentó la Guardia Civil en su delegación.

El jefe de zona ha dicho que «personalmente» identificó aquella orden de trabajo con el reparto de material electoral, aunque en el correo sólo ponía «un número». «Es una opinión personal», ha asegurado.

Dentro de la empresa, ha respondido a la fiscalía que los trabajadores estaban «inquietos», que había «gente a favor y gente en contra» y que la situación de la empresa, en concurso de creedores, era «penosa». «La filosofía era como nos poníamos en este lío con la situación que estábamos, porque éramos una empresa que trabajaba para toda España y poníamos en riesgo perder a algún cliente que no era de Cataluña y alguno de Cataluña», ha dicho.

En el Supremo también ha declarado quién fue el presidente del consejo de administración de la empresa, Antón Raventós, primo del director general, Pau Raventós. El presidente ha respondido a las acusaciones desconocer detalles sobre facturas emitidas por la empresa y tampoco que se acordara con la Generalitat el reparto de documentación electoral del 1-O. Según ha dicho, al consejo de administración se hablaba de los «principales clientes», entre los cuales había la Generalitat, pero «no de campañas», y que «no se comentó que hubiera un reparto especial».

Raventós ha asegurado que conoció por la prensa y por el director general de la entrada de la Guardia Civil en Manresa y Terrassa para requisar notificaciones electorales, y que no sabía que este material estaba en estas sedes de la empresa. También ha dicho que el director general lo comentó al consejo de administración, pero que aseguró que no sabía que había aquel material dentro de aquellas naves.

El presidente del consejo ha explicado que la Generalitat «acostumbraba a pagar muy tarde» y que había «muchos trabajos hechos que no estaban pagados».

«Errores» en facturas pro forma

El exdirector financiero de Unipost, Xavier Barragan, ha explicado que la empresa tenía un programa marco con la Generalitat y que la media de facturación mensual era de entre 250.000 y 350.000 euros. Barragan ha reconocido que en septiembre se hicieron «cinco facturas pro forma» por valor de 1 MEUR, pero que desconoce el origen, que nunca se han cobrado y que supone que se hicieron como «presupuesto». En todo caso, ha asegurado que fueron «errores» que ha atribuido al hecho de que, con la empresa en concurso de acreedores, tuvieron que sustituir trabajadores que se marchaban por externos que tenían «poco conocimiento» del funcionamiento de la empresa.

También ha dicho que en algún momento se emitió alguna factura que el mismo día se anuló y se cambió por otra pro forma. «Entiendo que el objetivo era hacer una factura pro forma», ha dicho. Barragan ha remarcado que los pasó «con muchos clientes por el poco conocimiento al departamento para hacer facturas, conociendo como se trabajaba podía pasar». También ha atribuido a un «error» una factura que sí que se emitió a la Generalitat. «Se generó una subida errónea, que no tocaba», ha explicado, motivo por el cual se anula a finales del mes de septiembre. A preguntas de las defensas, ha asegurado que no podían facturar sin nota de entrega y que los servicios que constan en las facturas pro forma no se llegó a hacer por parte de Unipost.

Barragan ha asegurado que «no existe trazabilidad» sobre el material que se encontró en las sedes de Terrassa y Manresa. «Entraron sin albarán de entrega, no fui capaz de relacionarlo», ha dicho, añadiendo que eso «no es común» y que le consta que «se dio orden de paralizar los envíos y no tramitarlos», porque así le dijo el exresponsable de la operativa de Cataluña y Baleares, Francisco Fuentes, que ya declaró como testigo en el Supremo. El exdirector financiero ha dicho que la orden iba dirigida a Fuentes y que cree que la dio el director general, Pau Raventós.

El expresidente de Unipost Anton Raventós declarando en el Tribunal Supremo.

El expresidente de Unipost Anton Raventós declarando en el Tribunal Supremo.Senyal Tribunal Suprem

El exdirector financiero de Unipost, Xavier Barragán, declarando en el Tribunal Supremo.

El exdirector financiero de Unipost, Xavier Barragán, declarando en el Tribunal Supremo.Senyal Tribunal Suprem

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