Diari Més

Un sargento de mediación de Mossos dice que Sànchez hacía propuestas el 20-S pero que las decisiones eran de la policía

El mando defiende que la tarea de mediación y la actuación «preventiva» de los antidisturbios evitó desórdenes públicos el 1-O

Imagen general de la fachada principal del Tribunal Supremo.

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Un sargento del área de mediación de los Mossos d'Esquadra (1903) ha asegurado que el 20-S la ANC hacía «proposiciones» con «el ánimo de intentar colaborar el máximo posible», pero que las decisiones no las tomaba la entidad, sino «los técnicos de orden público». En su declaración como testigo en el Supremo a petición de Vox, el sargento ha explicado que los interlocutores de la entidad fueron Jordi Sànchez y Xavier Vidal, y que no vio Jordi Cuixart en todo el rato que estuvo, desde las diez y media de la mañana sobre las cinco y media de la tarde. Además, el sargento de la policía catalana ha defendido que la tarea de medicación del Mossos y la actuación «preventiva» de los antidisturbios evitó que hubiera desórdenes públicos el 1-O.

El sargento –que ha declarado mostrando su imagen a su ruego- ha explicado que ya cuando llegaron a Economía, hacia las diez y media de la mañana, vio que había una «multitud» ante la consellería, motivo por el que consiguieron entrar al edificio enganchados a la pared. Dentro del Departament, ha relatado varias reuniones en qué participaron la intendente Teresa Laplana –acusada en la causa abierta a la Audiencia Nacional-, y un teniente de la Guardia Civil que ha denominado Norberto. También ha dicho que en algunas reuniones participaron dos miembros de la ANC, Jordi Sànchez y Xavier Vidal, y en alguna otro teniente de la Guardia Civil que se llamaba Pedro.

El sargento ha asegurado que tanto él como Laplana mantuvieron una interlocución «constante, fluida, cordial y profesional» con el teniente de la Benemérita responsable de la Seguridad.

No se dice a las entidades que a los coches había armas

Según ha explicado, en el momento que llega al Departament el teniente de la Guardia Civil hizo dos peticiones. Por un lado, que se asegurara la entrada de las comitivas judiciales con tres de los detenidos. De la otra, van mostrado su «preocupación» por los vehículos que estaban aparcados justo afuera de la consellería porque dentro había «armas largas». De hecho, ha explicado que la Guardia Civil pidió que no se comentara este hecho a las entidades. «No veían oportuno que nadie que no fuera del dispositivo policial tuviera conocimiento que había armas en los vehículos», ha dicho.

El sargento ha explicado que no vieron los coches cuando entraron al edificio por la cantidad de gente que había, y que cuando les avisaron que los vehículos podrían tener daños salieron a comprobarlo. Cuando llegaron, vieron personas encima de los vehículos «con trípodes y cámaras», en el que «intuyó» que eran periodistas, a quién pidieron que bajaran. «No hicieron caso», ha dicho. El sargento ha dicho que en aquel momento, hacia las 11.00, no percibieron daños a los vehículos ni que estos estuvieran empapelados.

En aquel momento, el sargento de medicación ha explicado que valoró la posibilidad de «proteger» los vehículos porque no sufrieran «ningún daño», pero que le hicieron la observación que se podían poner en «peligro» en caso de que tuvieran que actuar porque estaban «solos» y «nadie» los podía auxiliar. Por eso, decidieron volver a la consellería. A preguntas de Vox, ha remarcado que «en aquel momento no había riesgo», pero que podría haber existido si hubieran tenido que actuar, motivo por el que decidieron volver como «prevención». A preguntas de la fiscalía, ha dicho no recordar que nadie le explicara que hacia las doce y media se tiraran conos de dentro de los vehículos como han atestiguado algunos guardias civiles al Supremo.

Reuniones con la ANC

También ha explicado una reunión hacia las doce del mediodía, donde participó en nombre de la ANC Xavier Vidal. El sargento ha asegurado que fue la «primera reunión» donde participó un miembro de la entidad, donde la Guardia Civil expuso la necesidad que la comitiva judicial con tres detenidos con vehículo accediera al edificio para participar en las diligencias. «Vidal se ofreció a hacer un pasillo pero sin limitaciones», ha dicho, diciendo que probarían de hacerlo «tan grande como se pueda» dada la «intensidad de gente». «Así quedó y esto es el que posteriormente hizo el colectivo», ha asegurado. El sargento, pero, ha remarcado que este «no era el pasillo que tenía que garantizar la entrada de la comitiva», sino que lo habrían podido «aprovechar» los técnicos de orden público para facilitar la entrada.

Según ha relatado el sargento, hacia la una del mediodía se hizo otra reunión donde también participó Jordi Sànchez, que tuvo un «intercambio de impresiones» con el teniente de la Guardia Civil que «recondujeron». En este reunión se planteó la posibilidad de la entrada de detenidos a pie, ha explicado. El sargento ha afirmado que la ANC tenía «el ánimo de intentar colaborar el máximo posible» y que ellos hacen una «proposición», pero que la decisión no es suya, sino de los «técnicos de orden pública». Esta propuesta fue «desestimada enseguida» por el teniente uniformado de la Benemérita porque «no le pareció seguro». En cualquier caso, ha remarcado que, si se hubiera decidido hacerlo, «quién hubiera garantizado la seguridad de la comitiva judicial era orden público, no los voluntarios, que no era su tarea».

El sargento ha explicado otra reunión, hacia las 14.00 horas, con presencia de dos subinspectores de antidisturbios de los Mossos, donde «decayó» la petición de la entrada de la comitiva judicial con los detenidos. A partir de semillas, los responsables de orden público de los Mossos valoran la posibilidad de hacer un cordón policial para proteger los vehículos que están afuera. El sargento ha añadido que este cordón se acabó haciendo «al final de día cuando las circunstancias obligaron que se hiciera, porque se vieron imágenes a través del helicóptero que se estaban empezando a romper y a saquear los vehículos». En aquel momento, ha asegurado, «la actuación fue inmediata y se acabó hecho este perímetro».

En cuanto a Jordi Sànchez, el sargento ha explicado que no vio «hostilidad en absoluto» ni «ningún rechazo» hacia el hecho que el expresidente de la ANC participara en alguna de las reuniones, y que su actitud y la de Vidal no fue «de obstrucción en absoluto». «Enseguida vienen y muestran qué pueden hacer, pero ningún rechazo», ha asegurado.

«Ninguna relación» con Cuixart

En cuanto a Jordi Cuixart, el sargento ha asegurado que no lo vio en ningún momento mientras él estuvo al Departament, de donde marchó a las 17.30. «Solo hablé con Xavier Vidal i Jordi Sànchez», ha asegurado.

«No había ninguna sensación de peligro»

A preguntas de Marina Roig, el sargento ha explicado que salieron de la consellería (acompañado de dos agentes más de mediación) y que lo hicieron usando el pasillo formado por voluntarios de ANC. Ha puntualizado que los agentes de mediación siempre van sin uniforme. En cambio, ha dicho que el pasillo también lo usaron agentes de la Brimo (uniformados) que accedieron a la consellería hacia las dos y media.

Respondiendo la letrada de Cuixart, el sargento ha dicho que no observó ni caras tapadas ni armas entre los manifestados, y ha dicho que había gente de todas las edades. «El que encuentras un día normal paseando por Barcelona, que encuentras de todo y no te produce ninguna animadversión ni sensación de peligro», ha descrito. También ha dicho que no vio ningún intento de asalto y que solo había un «rumor» hacia las dos del mediodía.

De hecho, el sargento ha relatado que no vio «ningún lanzamiento» de objetivos mientras estuvo adentro del Departamento de Economía. Sí ha dicho que vio «pelotas de papel en suelo». El mando de los Mossos ha explicado que se sentían «gritos» y «cánticos», a pesar de que no ha concretado jefa.

«Carga emocional muy alta»

Preguntado por Vox sobre las actuaciones de mediación alrededor del 1-O, el sargento ha explicado que actuaban siempre en requerimiento del jefe del operativo. Y que su función era evitar que manifestaciones de signo opuesto se encontraran y hubiera enfrentamientos. «No hablaría de desórdenes públicos sino de la necesidad que hubiera orden público para evitar este riesgo», ha defendido. Además, ha dicho que en aquellas fechas la «carga emocional era muy alta» pero ha justificado que gracias a la actuación de mediación y de las unidades de orden público se «evitaron» estos «posibles desórdenes públicos».

Sobre actuaciones en colegios electorales, ha explicado que solo intervino al instituto Ramon Llull y que a pesar de que habló con la gente y la línea policía no pudo «hacer nada».

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