La Fiscal de Sala de Violencia contra la Mujer, Pilar Martín Nájera, ha anunciado que recurrirán la decisión del juzgado de instrucción de inhibirse en favor de un juzgado de Violencia en el caso de Ángel Hernández, que ayudó a morir a su mujer que estaba enferma de esclerosis múltiple. «La muerte de María José Carrasco no es un caso de violencia de género y por eso recorreremos la decisión del juzgado», ha dicho la fiscal. Según considera, el juez que se inhibe ha hecho una «interpretación sesgada» de sentencias del Tribunal Supremo para sostener su decisión. Según sostiene, para tratarse de un caso de violencia de género no sólo se tiene que dar una relación hombre-mujer sino que hace falta que haya «relación de abuso o discriminación». «Este es el matiz que no ha entendido al juez de instrucción», ha dicho.
La fiscal de sala descarta que en este caso se dé este fenómeno de «control o abuso» y recuerda que fue la misma María José Carrasco la que pidió «de manera pública y voluntaria» que quería «acabar con el padecimiento», compró a través de Internet el medicamento, «decidió el momento» y «pidió ayuda a su hombre para ejecutar el hecho».
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