Cadena perpetua en los EE.UU. para un menor por matar a golpes con una cañería a una niña

Dos años después del terrible crimen que conmocionó la localidad de Thornton (EE.UU.), el asesino confeso Aidan Zellmer ha conocido su pena, que ha sido la más dura posible: tiene en la actualidad 17 años y pasará el resto de su vida en la prisión después de matar a golpes con una cañería a su hermanastra Kiaya Campbell.

En junio de 2017, un Zellmer de 15 años se fue de compras junto con su hermanastra. Fueron los dos, pero sólo volvió él. La niña de 10 años estaba desaparecida y Zellmer alegó que se habían separado durante una tormenta que afectó Thornton durante aquella misma tarde.

La coartada era débil y se desmontó muy pronto. El cuerpo de Campbell fue encontrado al día siguiente en una zanja ubicada entre dos viviendas del barrio. Los investigadores determinaron que el cadáver sufría múltiples lesiones que, después de la confesión de Zellmer, se relacionaron directamente con una cañería con que el autor del crimen golpeó a la víctima hasta la muerte.

«Quería hacerlo. Sus acciones dictaron que intentó matarla y que le costó bastante conseguirlo. Eso indica que su cerebro estaba ya muy desarrollado y que era consciente de lo que» estaba haciendo», explica el fiscal del distrito Dave Young en declaraciones recogidas por la 'CBS'.

Este último calificó el acto de Zellmer como el más violento cometido por una persona de sólo 15 años que él haya visto en toda su trayectoria como fiscal.

Vista la corta edad el asesino, continuará en un centro de menores hasta que cumpla los 18 años. Su familia espera que entre en un programa especial para menores que son juzgados como adultos. Así, Zellmer, podría ser elegido para la libertad condicional en un plazo que se sitúe entre los 30 y 40 años de prisión.