Diari Més

Agentes de la Guardia Civil acusan a los Bomberos de insultarlos en Girona y de participar en 'escraches' en la Seu d'Urgell

Marchena evita que la fiscalía interrogue a una mossa con preguntas incriminatorias sobre si avisó de dónde se alojaban policías en Lleida

Plan general del tribunal del juicio del 1-O, el 21 de marzo del 2019.

juicio 1-O, supremoACN

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Agentes de la Guardia Civil han acusado a los Bomberos de la Generalitat de participar en 'escraches' con vehículos y uniformados en un hotel de la Seu d'Urgell y también de pasar «en caravana» por la comandancia de Girona insultándolos y haciéndoles gestos despectivos (como levantar el dedo del medio). «Se dieron un baño de masas», ha criticado a un agente que se alojaba en el hotel Nice de la Seu d'Urgell. También han testificado dos agentes más por incidentes en Lleida, cuando un vecino los siguió y gravó y colgó sus imágenes a Facebook (está condenado a 8 meses de prisión). Marchena ha evitado que la fiscalía interrogue con preguntas propias de uno investigado y no de un testigo a una mossa d'esquadra a quien preguntaba si envió whattapps desde su móvil para avisar de los hoteles donde se alojaban policías españoles.

El agente de la Guardia Civil (TIP S24635E) ha relatado que estuvo en un hotel Nice de la Seu d'Urgell y que vivió varias manifestaciones en las puertas del establecimiento. Ha explicado que el día 3 de octubre hubo una concentración de hasta un millar de personas que llamaban, hacía caceroladas y «tocaban las palmas». También ha relatado «cánticos e insultos».

Ha destacado que en la concentración había uno vehículos de los bomberos que iba con las sirenas puestas y también bomberos uniformados. El agente, sin embargo, ha reconocido que no hubo ninguna amenaza contra la integridad física de los agentes y ha hablado de «cánticos genéricos» contra la policía.

«Caras de odio»

Un relato que también ha hecho otro guardia civil que estaba en el mismo hotel. El agente C34336U también ha defendido que era una concentración «organizada y orquestada» y ha dicho que tenía como objetivo hacer un 'escrache' para impedir que la policía entrara o saliera del hotel Nice. Y que había carteles colgados por el pueblo donde anunciaban las horas de las próximas concentraciones.

El segundo agente también ha coincidido al destacar insultos (ha descrito 'hijos de puta, asesinos y fuera de las fuerzas de ocupación) y la presencia de los bomberos. «Se dieron un baño de masas entre la gente que había allí», ha afirmado.

Este agente también ha dicho que ni él ni sus compañeros habían vivido nunca antes una situación así «viendo caras de odio» en la gente y ha justificado que ellos el 1-O tuvieron una intervención «muy humana» en los colegios donde no actuaron «para no causar un daño mayor a lo que se quería evitar».

Los dos han explicado que el propietario del hotel se sintió «presionado» y que cuando acabó la reserva, el día 5 de octubre, se marcharon a otro hotel y acabaron en el parador, donde relata que «casualmente» no sufrieron ningún 'escrache'.

Este agente también ha explicado que presentó una denuncia por este 'escrache', en el cual ha dicho que se tiraron botellas y alguien intentó «arremeter» contra la puerta y que aportó un vídeo. Pero ha reconocido que no ha recibido ninguna notificación judicial sobre como acabaron las diligencias. Mientras que el primer agente hablaba de 1.000 personas, este segundo ha dicho que se habían concentrado 150.

Insultos desde coches de bomberos en Girona

Otro agente, TIP C88411L, ha explicado que por la mañana del 2 de octubre cuando estaba haciendo tareas de refuerzo de seguridad a la comandancia de Girona escuchó sirenas y vieron pasar un «convoy» de 15 vehículos de los Bomberos que hacían sonar los cláxones y las sirenas y que los insultaron desde los vehículos. «Nos dijeron fascistas, hijos de puta y cobardes y nos hicieron gestos como levantar el dedo del medio, poner el dedo pulgar hacia abajo o ponerse la mano en la cara para llamarnos cara duras», ha detallado.

«Os he reconocido, os mataremos», en Lleida

También han testificado en el Supremo dos agentes de la guardia civil (J73137F y W79133J) para explicar un incidente que vivieron en Lleida al día siguiente del 1-O. Según han relatado, tenían el día libre –ya que habían actuado el día del referéndum- y ellos dos y otro compañero fueron a pasear por la ciudad vestidos de paisano. Entonces, vieron que les seguía a una persona que los había gravado con teléfono y que los increpó porque los había reconocido del día antes, cuando intervinieron en Artesa.

«Nos llamó hijos de puta, que nos cagaríamos y que nos iban a matar», han explicado. También han coincidido en que por la noche un amigo los alertó de que sus caras estaban en Facebook, con imágenes del día 1-O y la comparativa con las imágenes que los habían gravado cuando iban por Lleida paseando. En la publicación, ponía, entre otros, 'estos animales no los quiero en mi país'.

Los abogados Jordi Pina y Benet Salellas les han preguntado si recordaban que en esta publicación también ponía que la gente mantuviera la «calma» y no cayera en provocaciones. Pero ninguno lo recordaba. También han reconocido que excepto este incidente –que denunciaron- no sufrieron ningún otro situación similar mientras estaban en Lleida.

El juzgado de lo penal 2 de Lleida condenó a ocho meses de prisión a este vecino de Lérida acusado de amenazar a los tres guardias civiles.

Marchena frena al fiscal

La fiscalía había citado como testigo una mossa d'esquadra que no constaba citada por el TIP sino con el DNI y el nombre (Alejandra Peralta). Por motivos de seguridad, ha dicho que no quería que se dijera dónde está destinada.

El fiscal Jaime Moreno ha preguntado si desde su teléfono enviaron mensajes avisando del detalles de nombres de hoteles donde estarían alojados policías nacionales y guardias civiles. En todas las preguntas, el agente se ha limitado a decir que no lo recordaba o que no lo sabía.

El presidente del tribunal, Manuel Marchena, ha interrumpido la fiscalía por el tipo de preguntas que le estaba haciendo. «En la medida en que estos mensajes podrían tener un contenido incriminatorio para alguien, tendría que evitar preguntas que la puedan incriminar porque la testigo está bajo juramento», ha dicho.

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