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El crucero noruego consigue atracar después de horas de pánico y una dramática evacuación parcial

Se encuentran en estado grave tres de las personas evacuadas

El Viking Sky llegando a puerto.

El crucero noruego consigue atracar después de horas de pánico y una dramática evacuación parcialEFE

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El crucero noruego Viking Sky atracó finalmente en el puerto de Molde (norte de Noruega), veintiséis horas después de lanzar un mensaje de alarma por un fallo en sus motores que le dejó a merced de un fuerte oleaje y derivó en la evacuación de 463 del total de 1.373 personas que se encontraban a bordo.

La imagen del Vikings Sky, de 227 metros de eslora, entrando el domingo en las tranquilas aguas del fiordo contrastaban con las de las olas de hasta 15 metros de alto y fuertes viento que azotaron la nave, la tarde del sábado, cuando quedó averiada a cinco kilómetros del litoral de Hustadvika, a unos 80 kilómetros de Molde.

La alerta de que el barco se encontraba en dificultades llegó a las autoridades marítimas noruegas a las 13.00 GMT del sábado, al reportarse problemas en los motores.

A partir de ahí se articuló en tierra un operativo de rescate para el que inicialmente se preveía la intervención de varios barcos y cinco helicópteros, que finalmente se redujo solo a los medios aéreos, dado el mal estado de la mar.

A los primeros momentos de alarma, con el crucero prácticamente a la deriva, corresponden los vídeos difundidos en las redes sociales, captados por los propios pasajeros, con parte del mobiliario del crucero, sillas, mesas y plantas, saltando por los aires o deslizándose por el suelo.

A algunos pasajeros se les vinieron encima fragmentos del techo de la gran sala del crucero, otros vivieron momentos de pánico en el restaurante o en sus camarotes, mientras el agua se filtraba en el interior de la nave.

En unos mensajes se describía la situación de dramática, en otras se difundían imágenes de personas esperando ordenadamente turno para la evacuación, con los chalecos salvavidas puestos, mientras se destacaba la profesionalidad con que les atendía la tripulación

Cuatro horas después de haberse iniciado la evacuación, apenas 112 personas habían sido ya trasladadas a tierra, puesto que en cada uno de los tres helicópteros de rescate solo podían ser rescatados grupos de entre 10 y 15 pasajeros, cada uno de ellos en situaciones de gran complejidad.

Por la noche el Viking Sky quedó anclado y siguió la lenta, pero controlada evacuación, hasta que ya en la mañana del domingo, con 463 personas ya en tierra, empezó a ser remolcado el crucero por otros dos barcos, a una velocidad de 7 nudos por hora, en dirección al oeste, hacia Molde.

En ese momento quedó suspendido el traslado de pasajeros a tierra firme, puesto que las condiciones desaconsejaban realizar ambas maniobras -remolcado y evacuación- en paralelo.

A media mañana del domingo, los servicios de salvamento noruego informaron de que tres de los motores del barco se habían logrado reactivar, por lo que el crucero empezó a navegar de nuevo por sí mismo.

«Sentí que estaba en el Titanic», relató a la televisión pública Nrk el estadounidense Rodney Horgen, uno de los rescatados en helicóptero junto con su esposa.

«No era aconsejable seguir con la evacuación, en medio de ese oleaje y mientras se procedía a remolcar el barco. Tampoco después, cuando empezaron a funcionar de nuevo los motores», explicó a ese mismo medio Einar Knuden, portavoz de los servicios de rescate.

Con el barco navegando de nuevo por sí mismo lo más prudente era esperar a que llegase a puerto, donde se había preparado un operativo de atención a los pasajeros.

Diecisiete de los evacuados tuvieron que ser hospitalizados, informaron en una rueda de prensa las autoridades del municipio de Fræna, donde ya el sábado se había habilitado un pabellón de acogida desde donde se redirigió a los rescatados a distintos hoteles de la zona.

Según la televisión pública noruega Nrk, que ha transmitido las operaciones desde poco después de declararse la avería, se encuentran en estado grave tres de las personas evacuadas.

El litoral de Hustadvika, donde ocurrió la avería, es una zona compleja para la navegación, ya que son frecuentes los vientos y corrientes marinas y además su litoral está salpicado de numerosas islas y fiordos.

El barco había partido el 14 de marzo para una travesía de 14 días, desde Tromsø (norte) a Stavanger (sur), y seguir luego hasta Londres, con una tripulación de 458 personas y 915 pasajeros a bordo, la mayoría de ellos turistas británicos y estadounidenses.

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