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El superviviente de Perú admite que tendrían que haber dado media vuelta al comprobar que la situación era «complicada» en la cima

Pablo Belmonte explica que sus compañeros no murieron inmediatamente después del accidente y que el guía incluso se levantó

Los muntanyistes se encontraban en los Andes de Perú.

Tres turistas españoles y un guía peruano mueren en una avalancha en el PerúPixabay

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Pablo Belmonte, el joven que sobrevivió al accidente en el Nevado Mateo de Perú, ha admitido que tendrían que haber dado media vuelta al comprobar que la situación era complicada en la cima. Había una tormenta eléctrica y ni siquiera sacaron el móvil para hacerse una foto cuando coronaron la montaña. En declaraciones a la Cadena Ser, ha explicado que el alud lo provocaron ellos mismos cuándo uno de ellos se cayó mientras bajaban y los arrastró a todos, ya que iban ligados por una cuerda. Intentaron frenarse con los piolets pero no lo consiguieron. Había una capa de hielo bajo la nieve virgen. El joven ha apuntado que sus compañeros estaban inconscientes pero no murieron inmediatamente después del accidente.

Los tres jóvenes catalanes murieron antes de que llegaran las fuerzas de rescate. Según ha dicho Belmonte, el guía incluso se puso de pie, pero perdió la vida durante el traslado.

Los excursionistas decidieron hacer el descenso deprisa porque había una tormenta eléctrica y ellos llevaban muchos hierros. Ha añadido que muchas veces bajaban las montañas de esta forma. «No somos deportistas de élite, somos unos excursionistas hippies y más de una vez hemos bajado rodando de culo o deprisa», ha remarcado.

La última semana había hecho sol en el Perú, cuando tendría que estar nevando y lloviendo, y se había formado una capa de hielo bajo la nieve virgen que había caído. «El problema es que no sólo era nuestro peso, sino también la nieve que estábamos desplazando. Era como si te metieras en una lavadora o como cuando se te lleva una ola», ha indicado el joven, que ha añadido que el alud fue largo, como medio minuto de caer sin cesar.

Belmonte ha reconocido que está «muy afectado», pero al mismo tiempo «agradecido por la oportunidad que le ha dado la montaña». Ahora está en un hostal recuperándose de las contusiones, especialmente en la espalda. Sin embargo, ha explicado que su casco está intacto a pesar de la caída. El joven no perdió la conciencia en ningún momento y cuando acabaron de caer se levantó para chocar la mano de sus compañeros, pensando que estarían bien.

Fue entonces cuando se dio cuenta de la situación, cortó la cuerda y los colocó en situación lateral de seguridad. Entonces se acercó a una roca desde donde se veía una carretera y pidió ayuda. A gritos pudo comunicarse con un hombre que fue corriendo a buscar ayuda. Pidió ayuda por primera vez a la una y media o a las dos, pero también una segunda vez hacia las seis, justo cuando los equipos de rescate ya estaban llegando.

Una montaña para «principiantes»

Belmonte ha subrayado que el Nevado Mateo es una montaña para «principiantes», y de hecho era una preparación que hacían para otra cima más difícil, «una excusa para practicar la escalada en hielo». También era la primera vez que contrataban a un guía. Hacía ocho meses que viajaban por Latinoamérica. Durante el camino se detuvieron en el glaciar a practicar y a jugar. En este punto, ha reconocido que quizás tendría que haber hecho más vía hacia arriba, o en todo caso dar media vuelta al ver que la situación era «complicada» en la cima.

De todos modos, no ha querido buscar culpables, y ha argumentado que otras veces los ha salvado precisamente ir tarde. «Si no se hubiera caído uno, hubiera caído otro o un rayo. Cuando estás en la montaña sabes que te estás exponiendo», ha dicho.

El joven de 26 años ha apuntado que sus compañeros eran amigos de la escuela, compañeros de montaña y de excursiones. La primera la hicieron con dieciséis años, cuando hicieron el Camino de Santiago en bicicleta. Belmonte se quedará unos días en Perú acabando de recuperarse. Reconoce que el momento más difícil será cuando vuelva en Barcelona. La última imagen que tiene de sus amigos, ha dicho, es una sonrisa. A pesar de todo lo que ha pasado, ha asegurado que volverá a la montaña.

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