Diari Més

Atentados 17-A

El portavoz de Mossos: «Conseguimos tener los pies en el suelo y no sentirnos divinizados por el reconocimiento ciudadano»

El patrullaje dirigido a la prevención antiterrorista aumentó hasta el 60% en la ciudad de Barcelona durante las semanas posteriores al atentado, sobre todo para que la ciudadanía recuperara la «tranquilidad»

El portaveu dels Mossos d'Esquadra, l'inspector Albert Oliva, en una entrevista amb l'ACN.

El portavoz de Mossos: «Conseguimos tener los pies en el suelo y no sentirnos divinizados por el reconocimiento ciudadano»ACN

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Los atentados del 17 de agosto del año pasado en Barcelona y Cambrils marcaron un antes y un después en el cuerpo de Mossos de Esquadra. «Cualquier situación de gran magnitud a nivel de seguridad siempre es un antes y un después», afirma el portavoz de los Mossos de Esquadra, el inspector Albert Oliva, que continúa: «mal si no fuera así; nos conformaríamos con lo que hemos hecho, no respetaríamos a las víctimas y no encontraríamos ningún espacio de mejora. La policía siempre está obligada a encontrar». En una entrevista en el ACN, el portavoz de Mossos habla de algunas de las lecciones aprendidas, o «confirmadas», después del 17-A, como la importancia de la colaboración ciudadana. También de cómo el cuerpo volvió a situarse después de los atentados y de las muestras de reconocimiento ciudadano que recibió aquellos días: «Creo que conseguimos tener los pies en el suelo lo más bien posible y no sentirnos divinizados por las muestras extraordinarias de apoyo».

Con los atentados de Barcelona y Cambrils, Oliva señala que los Mossos de Esquadra cogieron un proceso de «autocrítica» y de «análisis interna» como hacen «siempre» después de un gran dispositivo y «más en este caso, ante unos atentados de estas características» para encontrar «espacios de mejora». Una de las máximas prioridades del cuerpo es la lucha antiterrorista y uno de los principales frentes, la prevención y detección de los extremismos violentos.

«Los autores de los atentados rompieron en cierta manera los indicadores de radicalización», reconoce Oliva, sobre el hecho de que el proceso de radicalización de los terroristas no hiciera saltar ninguna alarma. «Tenemos que ver como detectar mejor estos casos, no sólo desde el punto de vista policial, sino también social. Se le está dando una vuelta con más actores sociales», añade el portavoz. En esta misma línea, la cabeza de la Unidad de Radicalizaciones de Mossos afirmó hace unos días en el ACN que el 17-A reforzó la «convicción» de que hacía falta trabajar desde la prevención y de forma coordinada «con todos los servicios que intervienen en la ciudadanía». Además, los Mossos redistribuyeron los efectivos para reforzar la Comisaría General de Información durante la investigación en la Audiencia Nacional.

Con respecto a respuestas más visibles después de los atentados, como la instalación de medidas físicas para proteger espacios concurridos, el portavoz de los Mossos señala que estas decisiones se tienen que tomar a partir de estudios elaborados «con calma». «Lo más fácil es instalar rápido, en todas partes, y bunquerizar Barcelona. Pero ¿qué quiere decir bunquerizar una ciudad?», reflexiona. Estas decisiones, defiende Oliva, se tienen que evaluar y tomar conjuntamente en juntas y grupos de trabajo de los municipios. El Ayuntamiento de Barcelona instaló en diciembre pilones a la parte superior de La Rambla en el paquete de medidas que acordó el subgrupo de la Junta de Seguridad de la ciudad después del atentado.

Oliva afirma que durante las semanas siguientes a los atentados el número de horas dedicadas a la prevención antiterrorista en la ciudad de Barcelona se elevó hasta el 60% del total del patrullaje dirigido y por encima del 40% al resto de Cataluña. Normalmente se encuentra en torno al 30%. Esta situación se mantuvo hasta octubre, con el objetivo sobre todo que la ciudadanía recuperara la tranquilidad y la confianza, dice el inspector.

Colaboración, comprensión y reconocimiento ciudadano

Para el portavoz de Mossos, del 17-A, «hay lecciones, más que aprendidas, confirmadas». De entrada, la «importancia» de la colaboración ciudadana». «Tuvimos la suerte de contar con una gran colaboración ciudadana desde el punto de vista del traspaso de la información y de entender la situación y las medidas que tomábamos y que los afectaban, como las largas colas en la operación Jaula», recuerda Oliva, sobre el dispositivo para intentar atrapar al autor del atentado en la Rambla, y redobla: «Nuestro agradecimiento y reconocimiento».

Después, que la «suma de esfuerzos, entre cuerpos de seguridad, de emergencias y colectivos siempre es positiva». El portavoz va más allá: «La seguridad no se puede hacer sólo desde el punto de vista policial». Y, para el inspector, el 17-A también confirmó la «importancia de la planificación enfrente de la improvisación».

Los Mossos de Esquadra, así como los otros cuerpos policiales y de emergencias, recibieron muchas muestras de apoyo de los ciudadanos después de los atentados del 17 de agosto. Algunas furgonetas policiales fueron cubiertas de flores y el mayor Josep Lluís Trapero, entonces cabo del cuerpo, fue una figura encaramada por algunos, por ejemplo. Tampoco pasa inadvertido de que, después de esta intensidad emocional ciudadana, el cuerpo pasó por los contrastes de alto voltaje de la jornada del referéndum del 1-O.

¿Cómo se sobrepone el cuerpo en estos meses? «Las respuestas ciudadanas fueron muy positivas y las recibimos con gratitud y reconocimiento, pero también con humildad. Lo tratamos en reuniones posteriores. Teníamos muy claro que era satisfactorio recibir este reconocimiento después de la situación de caos, crítica y pánico que se produjo», señala Oliva, para contraponer: «Sabemos que la ciudadanía se muy exigente. Hoy hay reconocimiento y mañana habrá crítica». El portavoz explica que dieron las instrucciones en los agentes de valorar las muestras de apoyo, pero tener presente que la intervención por los atentados se había acabado y que la pudieran hacer al día siguiente también tenía que salir bien: «Si no, volveremos a defraudar y nos volverán a criticar».

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