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Judicial

Se enfrenta a 21 años y medio de prisión por violar, maltratar y amenazar a su mujer

La mujer ha explicado que sólo podía salir para llevar a los niños al colegio o ir a comprar y «nunca» sin la autorización del acusado

De espaldas y al lado de la intérprete, el acusado de violar, maltratar y amenazar a su mujer.

Se enfrenta a 21 años y medio de prisión para violar, maltratar y amenazar a su mujerACN

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La Audiencia de Girona ha juzgado este martes a un acusado para quien fiscalía y acusación particular piden una condena de 21 años y medio de prisión por violar, maltratar y amenazar la pareja durante nueve años. La víctima, que se había casado con el procesado en su país de origen, llegó a Cataluña el año 2005 y el matrimonio vivió en Sant Celoni y en Santa Coloma de Farners. Según ha explicado la víctima, hasta que interpuso denuncia el año 2014, el acusado la tuvo sometida, «humillada», lo obligaba a mantener relaciones sexuales y la insultaba y amenazaba constantemente. A veces, delante de los hijos menores de edad. El acusado, por su parte, niega los hechos y afirma que el único problema que tuvo con la víctima fue una discusión cuando ella se negó a darle un beso. La defensa pide la absolución. El juicio ha quedado visto para sentencia.

La víctima ha explicado que se casó con el acusado cuando tenía 15 años y que fue un matrimonio concertado por las familias. En un principio convivieron en casa de los padres del hombre, en Marruecos. Unos años después, en el 2001, el hombre llegó a Cataluña y la mujer lo siguió cuatro años más tarde, en el 2005. Hasta el 2014, cuando la víctima interpuso denuncia delante de los Mossos d'Esquadra, lo entonces matrimonio vivió en Sant Celoni y en Santa Coloma de Farners, junto con sus cuatro hijos, la mayoría menores de edad.

La fiscalía y la acusación particular sostienen que, ya desde un inicio en Marruecos, el acusado «impuso sus deseos» a la mujer y le propinaba golpes o, incluso, la dejó días sin comida y le prohibió tener contacto con su familia. La situación fue a peor cuando el matrimonio volvió a convivir ya en Cataluña. «La agresividad del acusado fue en aumento, tanto de forma física como verbal», indican las acusaciones.

La víctima ha explicado que la insultaba y amenazaba a menudo diciéndole «puta, eres una mierda», «puedo hacer lo que quiera contigo porque soy tu dueño y tengo certificado de compra» o «te arrancaré un ojo y me da igual ir a la cárcel». Según las acusaciones, el procesado creó una «atmósfera de hostilidad y de miedo» en casa atemorizando tanto a la mujer como a los hijos con «actas violentos» o rotura objetos por todo el piso.

«La obsesión del acusado para controlar y dominar a su mujer llegó hasta el extremo que la víctima tenía que pedir permiso para salir de su domicilio», recogen las acusaciones. La mujer ha explicado que sólo podía salir para llevar|traer a los niños al colegio o ir a comprar y «nunca» sin la autorización del acusado, que entonces era su marido.

La víctima también ha explicado en el juicio que el acusado la violó repetidamente, tanto en el domicilio de Sant Celoni como en el de Santa Coloma de Farners. «Como su mujer se negaba a doblarse a sus deseos sexuales, el acusado la encerraba en una habitación donde le propinaba patadas, puñetazos y la arrastraba por el pelo hasta que, cuando ya estaba exhausta y aterrorizada, la penetraba», sostienen las acusaciones.

Además, también recogen un episodio durante el cual el acusado cogió un cuchillo y se lo colocó en el cuello a la víctima diciéndole que la mataría. U otro momento en que una de las hijas, que entonces era menor de edad, oyó a la madre llorando y entró en la habitación del matrimonio. Según ha explicado al juicio, era de noche y vio a su padre sobre la víctima, agrediéndola. «Mi madre le tenía mucho miedo y nosotros también», ha dicho la hija.

Como consecuencia de los hechos, la víctima sufre un trastorno psicológico con sintomatología ansiosadepressiva. «Hoy día todavía le tengo miedo», ha explicado la mujer, que ha asegurado que su marido la «humilló» durante años.

El acusado, por el contrario, niega todos los hechos y dice que «nunca» violó, golpeó o maltrató a la mujer. Cree que la víctima lo ha denunciado porque lo quiere «perjudicar» y porque tuvieron una discusión cuando él le reclamó un beso y ella se negó. Por eso, la defensa pide la absolución.

La fiscalía y la acusación particular solicitan 21 años y medio de prisión y 10 años de libertad vigilada por un delito continuado de agresión sexual, maltrato habitual en el ámbito familiar, dos delitos de lesiones y un delito continuado de amenazas graves. También reclaman que no se pueda acercar a la víctima y que la indemnice con 30.000 euros. El juicio, que se ha hecho en la sección cuarta de la Audiencia de Girona, ha quedado visto para sentencia.

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