Diari Més

Sinatex, un campo controlado: pros y contras del asentamiento de recursos

Después de pasar la primera fase de emergencia sanitaria, Salónica ha entrado de lleno en la segunda fase, con un estancamiento colectivo de los refugiados

Interior de la nau industrial Sinatex que actualment acull a 84 persones.

Sinatex, un campo controlado: pros y contras del asentamiento de recursosCarlos Doménech Goñi

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Sinatex, probablemente uno de los campos de refugiados bajo tutela militar más conocidos de la crisis humanitaria que empezó a hacerse notar en Grecia en el 2015, y que todavía no ha acabado. Está ubicado a una treintena de kilómetros de Salónica, en el interior, junto al lago Koronia. Ha llegado a acoger a más de 300 personas. Es una nave industrial, que vivió los momentos más crudos el invierno de 2016, cuando la afluencia de gente creció más rápido que la llegada de los recursos. En la actualidad, sin embargo, el número de refugiados se ha reducido considerablemente. 84 personas viven allí, pero las tiendas han dejado paso a unas habitaciones divididas por paneles, el suelo se ha sustituido por colchones y la comida preparada por las ONG's se ha transformado en guisados para los refugiados, gracias a las cocinas que se instalaron hace dos meses.

El campo se ha asentado. Sus recursos también. Los medios de comunicación ya no se acuerdan de Sinatex, como tampoco del resto de campos. Cada uno, sin embargo, tiene una situación bien diferente en la actualidad. Algunos siguen en estado crítico. Otros, mejoran poco a poco, con la llegada de servicios básicos como la educación, la sanidad o la higiene. Y después está Sinatex, que ya tiene todos los recursos básicos cubiertos. Y eso es una gran noticia. Los refugiados pueden hacer una vida más o menos normal, porque pueden cocinar, tienen atención e intimidad, y los niños reciben educación. Pero evidentemente no se sienten realizados, porque están estancados, y aquí está donde radica la clave del problema. Tener unas cocinas nuevas y poder utilizarlas es, para ellos, casi un lujo. Pero quién les dice que no las tendrán que utilizar durante los próximos... Nadie se atrevería a poner una fecha. Ni siquiera Europa. Que tengan cubiertas las necesidades básicas es la mejor arma para las instituciones. Nadie dice nada. Todo el mundo calla. «Y mientras tanto, los tenemos en Sinatex», deben pensar.

«En el Sáhara llevan más de cuarenta años así. ¿Quién nos dice que en Grecia no pasará? Es muy cómodo tenerlos cerrados con lo básico para sobrevivir». Son palabras del Giovanni Dal Santo, activista y cooperante nacido en Italia, que lleva desde marzo en Salónica. La situación ha cambiado sustancialmente en Grecia. La primera fase de emergencia sanitaria ha sido solucionada por las ONG's, aunque siguen llegando refugiados. Ahora se ha empezado la segunda fase, un estancamiento colectivo que requiere de más y diferentes recursos. «Para evitar que eso se alargue, lo que tendría que hacer Europa, es empezar a llevar abogados a Grecia. Sería la única manera de acelerar los trámites burocráticos», asegura Marta Llonch, abogada barcelonesa. ¿Pero si Europa no lo hace, quien lo tendrá que hacer? «Las ONG's más pequeñas no tienen recursos para traer abogados y ayudarlos a acortar la espera de los papeles», opina Giovanni. «Y las grandes tampoco están por el caso, ahora mismo», sentencia.

Y mientras en campos como Sinatex o a las calles de Salónica pasan las horas, los refugiados digieren todas las vivencias que les han acompañado hasta aquí. «Tenemos que buscar maneras de optimizar recursos y crear mecanismos para que los refugiados empiecen a sentirse útiles», expresa Gema Carrasco, activista y cooperante nacida en Madrid. «Este está siendo el gran error que cometen las ONG's en la actualidad. Las grandes ONG's», puntualiza. Una de las opciones que propone, por ejemplo, es llevar la comida a los campos y a las calles para que los refugiados hagan las bolsas. «De esta manera estarían ocupados, se sentirían útiles, y optimizaríamos unos recursos muy necesarios. No puede ser que una ONG compre 18.000 bolsas de plástico en un mes», expresa.

Sin embargo, lo que está claro es que hacen falta trabajadores sociales, educadores y psicólogos para empezar a tratar a las personas que sufren problemas. Después de meses viajando, de huir del horror, de atravesar tres o cuatro fronteras, llegan a Grecia con un sueño que se acaba deshaciendo. «Evidentemente que los necesitamos, pero la clave de todo es que lleguen psicólogos, trabajadores sociales y educadores con el objetivo y la disponibilidad de hacer un voluntariado largo», manifiesta Gema, que añade que «no serviría de nada que vinieran, empezaran el tratamiento, y lo dejaran a medias».

La situación en Salónica está controlada. Ahora, sin embargo, es el momento de dar un paso adelante. Conseguir que los refugiados se sientan realizados, útiles, tendría que ser un objetivo primordial. Sin olvidar que hay que seguir luchando por mantener las necesidades básicas cubiertas, porque la gente que vive en las calles, todavía no las tiene. Los voluntarios son importantísimos para conseguir todo eso. Pero ahora hacen falta unos perfiles determinados. Y los recursos también son primordiales, pero Gema recordaba que «antes de intentar ayudar, habría que documentarse» sólo «un poco para saber qué es lo que necesitan». La misma recomendación hacía a las personas que tienen en mente ir a Grecia a hacer voluntariado: «La gente se tiene que informar, tiene que tener claro qué quiere hacer y dónde quiere ir».

La situación de Grecia se está repitiendo en otros países como Serbia. Europa no está por el caso de atender las necesidades de todas estas personas. El mar Mediterráneo sigue siendo el meyor cementerio del continente. La ruta de los Balcanes ha quedado cerrada, pero mucha gente sigue llegando. Y la situación de estancamiento colectivo, se mezclará con una nueva primera fase de emergencia humanitaria si las instituciones no empiezan a darse cuenta de la gravedad del problema. Los campos como Sinatex son un reflejo de la comodidad de Europa frente esta crisis humanitaria.

Detall de les cuines.

Sinatex, un campo controlado: pros y contras del asentamiento de recursosCarlos Doménech Goñi

Imatge de l'interior

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