Sociedad
El IRTA inaugura en la Ràpita el séptimo centro de acuicultura restaurativa de la FAO
El organismo impulsará un proyecto de acuicultura multitrófica en las zonas de baja productividad de los arrozales

El jefe del programa de Acuicultura del IRTA, Enric Gisbert, mostrando bivalvos en estudio en el centro de investigación de La Ràpita.
El Centro de Demostración Aqüicultura Restaurativa de la Mediterránea del IRTA se ha inaugurado este jueves en La Ràpita. Se trata del único centro en España reconocido por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el cual se suma a los de Egipto, Turquía, Grecia, Túnez, Bulgaria y Rumania.
El objetivo del nuevo centro de investigación es promover la regeneración de los ecosistemas acuáticos a través de la innovación y el desarrollo de la acuicultura sostenible, con actividades como la producción de algas, la cría de erizos de mar o la cría de bivalvos. Uno de los proyectos que se impulsarán será la implementación de sistemas de acuicultura multitrófica en las zonas de baja productividad de los arrozales del Delta.
El objetivo de la nueva equipación de investigación internacional es ser un centro regional de referencia para la innovación y el desarrollo de capacidades de la acuicultura restaurativa. Las prácticas de estos tipos de acuicultura incluyen una amplia gama de actividades, entre las cuales hay la producción de algas, la cría de erizos de mar, la cría de bivalvas, los sistemas integrados de acuicultura multitrófica, y la repoblación.
El jefe del programa de Acuicultura de la IRTA, Enric Gisbert, ha destacado que quieren hacer investigación en estos sistemas para aprender cómo funcionan y cómo tienen que trabajar. «La acuicultura está cambiando, hay cambios en la manera como nos aproximamos a cómo cultivamos los organismos marinos. Cada vez, lo queremos hacer de una forma más ecosistémica, más integrada al entorno natural e impactando lo menos posible con todo lo que es la calidad del medio», ha señalado Gisbert.
Por eso, ha indicado que este tipo de prácticas tienen una importancia estratégica como herramienta para mejorar los servicios de los ecosistemas, ofreciendo beneficios ecológicos, creando oportunidades para las comunidades locales, y abordando el cambio climático mediante estrategias de adaptación y mitigación, para producir alimentos y proteínas nutritivas de alta calidad de forma sostenible e integrada con el medio natural.
«Por lo tanto, el cultivo de pescados integrado con el cultivo de macroalgas o con el cultivo de bivalvos, como podría ser el mejillón o la ostra aquí al Delta del Ebro, son estrategias saludables, sostenibles y estrategias que promueven cierta circularidad y optimización de los recursos ambientales», ha añadido el experto. A la vez, ha aseverado que quieren innovar y desarrollar nuevas praxis y tecnologías que tengan impacto en las empresas y en el territorio.
«Finalmente, toda esta actividad no tendría sentido si no la podemos transferir a unos usuarios finales y, por lo tanto, es muy importante que el trabajo que hacemos aquí desde la investigación con la ayuda del sector tengan un usuario final muy identificado, que evidentemente no será el investigador sino que queremos que la empresa nos acompañe en este camino», ha subrayado.
Remodelar el sector de la acuicultura
Los investigadores harán análisis de especies, como por ejemplo macroalgas, microalgas, erizos de mar, bivalvos, holoturias, y de sistemas integrados de acuicultura multitrófica. Estos estudios tienen que permitir remodelar el sector de la acuicultura, combinando conocimientos tradicionales con tecnologías avanzadas y garantizando la viabilidad a largo plazo de los ecosistemas acuáticos y de las comunidades que dependen. Además, el centro proporcionará instalaciones y experiencia para el intercambio de conocimientos, la investigación, la formación y el desarrollo de prácticas de acuicultura sostenibles y resilientes al clima.
Proyecto por las zonas de baja productividad a los arrozales
El director general de Política Marítima y Pesca Sostenible, Antoni España, ha aseverado que este jueves se han reunido con el sector arrocero del delta para explicarlos un proyecto que está integrado en el centro de Demostración en Acuicultura Restaurativa del Mediterráneo. Se trata de la iniciativa Blueboost, la cual quiere impulsar la implementación de sistemas de acuicultura multitrófica que integran la reproducción de pescados, algas y moluscos, a las zonas arroceras de baja productividad del Delta. España ha dicho que este proyecto podría acontecer una alternativa a la baja producción en estas áreas.
En paralelo, los impulsores del centro de investigación de La Ràpita también han explicado que se ha llevado a cabo una primera prueba piloto de producción de algas para consumo humano; un sector que se quiere empezar a desarrollar como complemento a la tradicional producción de mejillones y ostras de las bahías de los Alfacs y del Fangar. Se prevé que se lleven a cabo una docena de proyectos de este tipo en los próximos años.
De hecho, es un ejemplo la semillera de ostra que está impulsando la Dirección General de Política Marítima y Pesca Sostenible del Departamento con la colaboración de la IRTA para alcanzar el sector (FEPROMODEL) con semilla de ostra local y producir a las bahías del Delta del Ebro. En este caso el objetivo es que esta ostra se adapte mejor a las condiciones climáticas de la zona y mejore la supervivencia frente a las enfermedades o el cambio climático. El proyecto busca transferir toda la tecnología y conocimiento en el sector para que alcance de su propia semilla y sea menos dependiente de las importaciones de terceros países.
Más de 600.000 euros de financiación
En cuanto a la financiación, este centro de investigación recibirá 631.907 euros en los próximos cuatro años, a través de la cofinanciación de fondos provenientes del presupuesto del Departamento con la cofinanciación del FEMPA (70%) y el resto serán aportados por la IRTA.
Jornadas internacionales en octubre
Por su parte, el director general de la IRTA, Josep Usall, ha asegurado que el nuevo centro sitúa el organismo y La Ràpita al mapa mundial. «Somos el séptimo centro reconocido por la FAO, por lo tanto, nos ponemos al mapa de los centros colaboradores», ha remarcado. En paralelo, el secretario ejecutivo de la Comisión General de Pesca del Mediterráneo de la FAO (CGPM), Miguel Bernal, ha realzado que la nueva equipación representa un «símbolo» de su visión, en la cual el futuro de la acuicultura pasa no solo por producir alimentos sino también para restaurar los ecosistemas y los medios de vida de las zonas costeras.
Además, Bernal ha comentado que las proyecciones de FAO sobre las necesidades alimentarias del futuro indican que es necesario aumentar en al menos un 20% la producción de alimentos de origen acuático para poder «alimentar la población mundial el 2050». «En el Mediterráneo si queremos que todas las comunidades costeras tengan acceso a estos alimentos, el incremento tendrá que ser del 30%», ha remarcado.
La CGPM se comprometió a organizar anualmente unas jornadas internacionales de transferencia del conocimiento en el centro de la Ràpita. Sus impulsores han anunciado que la primera de este encuentro tendrá lugar los próximos días 7, 8 y 9 de octubre.