«A veces comprar en el supermercado es como entrar en un campo de minas»

—Han escrito el libro a dos manos. ¿Cómo se gesta, este proyecto?

-Guillermo Lleva (G.M.): Hacía mucho tiempo que tenía esta idea. Le decía a mi madre, que me ha enseñado muchas recetas, pero a causa de la falta de tiempo, el proyecto se iba aplazando. Hasta que choqué con Anna.

—Anna Moreno (A.M.): Conocí a Guillermo en una etapa de mi vida en que, hormonalment, se me encontraba muy mal. Abría el armario y los pantalones no me ataban, la falda que más me gustaba no me entraba... Y como lo conocía, hablé para ver si se me daba alguna solución. Me dijo que se podía trabajar, pero que sería lento. Y ahora, el resultado es visible. También tenía al ninguno hacer alguna cosa como esta, explicar el que me pasó a mí y que se puede comer bien, y de todo, sin engordarse, que no hay que comer todo el día verde, como un conejo.

—A quien se dirige, su manual de cocina?

-G.M: El libro es una herramienta para|por cocinar, y pensamos que puede ser útil sobre todo para las personas que no tienen tiempo, por una mala organización. Hay unas 25 recetas con un cuadro de menús equilibrados y una lista de la compra. Por otra parte, cada receta se acompaña de una recomendación nutricional que ataca los diferentes mitos asociados a la comida, que se difunden por internet y que no están científicamente contrastados. Pero, sobre todo, quiere responder a una pregunta que me hizo Anna: «Estoy alimentando bien a mi familia»?.

—Cuáles son los errores más comunes en la alimentación del día a día?

-G.M: Esta pregunta es complicada, porque como profesionales sanitarios, lo que tenemos que hacer es personalizar cada caso. Lo que sí que nos encontramos es que cada vez parece más difícil ponerse a la cocina por falta de tiempo o mala organización. Pero con las recetas del libro demostramos que si te organizas un poco, puedes comer bien sin tener que ir a lo que es más fácil, comprar comida barata y accesible, pero nutricionalmente pobre y altamente procesada: el fast food.

—Es un libro de comida saludable, pero incluye recetas suculentas, como la pizza o los huevos con patatas.

—a.m.: Todas son recetas que yo ya hacía. ¿Por qué no tenemos que poder comer huevos con patatas? ¿Y un sofrito? Lo puedes comer, siempre que lo cocines de una manera concreta. La clave es la manera de cocinar.

—se puede comer saludable comprando únicamente en el supermercado?

—a.m.: Sí, pero hace falta tener mucho cuidado con lo que se compra y mirar bien el etiquetado.

-G.M: Lo que dice Anna es clave. En el supermercado hay de todo, pero a veces es como entrar en un campo de minas. Te puedes encontrar, por ejemplo, con un pavo que tiene un 36% de pavo, el resto es cerdo, y puede llevar incluso trufa y pistacho. Hay que leer el orden de los ingredientes en la etiqueta, porque por ley tienen que estar ordenados de más cantidad a menos. Si coges un pan de molde, y ves que el segundo ingrediente es el azúcar, cámbialo. Yo me he visto obligado a ir con los pacientes al supermercado. Dedicamos un día, pero me aseguro de que aquella persona sabrá comprar bien para siempre.

—De qué manera nos ayuda, planificar el menú semanal, a la hora de comida mejor?

—a.m.: Nos hace ahorrar tiempo, y saber, cuando empiezas la semana, que todo está organizado. Entonces no caes en la tentación de acabar malmenjant o comprando comida hecho. Y pienso que es importante que el resto de la casa colabore, en esta planificación, para hacer menús que gusten.

-G.M: Cuanto antes introducimos el resto de la familia a la cocina, mejor. De esta manera, con el tiempo, la cantidad de alimentos que consumirán será mucho más amplia.