Diari Més

Sanidad

Denuncian que la falta de personal en la CABEZA Sant Pere y Sant Pau perjudica a los pacientes

Sindicato y trabajadores reivindican más profesionales, ya que la situación «desemboca en episodios de angustia y de estrés por parte de enfermeros y médicos»

Veïns dels Pallaresos i del Catllar també es visiten al CAP de Sant Pere i Sant Pau.

Denuncian que la falta de personal en la CABEZA Sant Pere i Sant Pau perjudica a los pacientesCristina Aguilar

Publicado por

Creado:

Actualizado:

Los trabajadores del Centre de Atenció Primària Sant Pere i Sant Pau denuncian la falta de personal, tantos médicos y enfermeros como administrativos. La situación, según explican, es generalizada, pero en el caso de este CAP es insostenible, ya que el número de visitas médicas supera la cincuentena, cuando la jornada laboral establecida pone el límite a las treinta visitas.

Aunque, según la ley, los trabajadores del CAP tendrían que acabar la jornada a las nueve de la noche, la realidad es que a las once todavía están visitando en domicilios. Todo eso no supone ningún gasto extra para la administración, sólo se paga con los trabajadores que sufren episodios habituales de estrés y de angustia.

Es por eso que el sindicato USITAC pide urgentemente que se incorpore más personal sanitario y administrativo en los Centros de Atención Primaria del Campo de Tarragona y, sobre todo, en el de Sant Pere i Sant Pau, donde la situación es «inaguantable», explica Isabel Barco, enfermera y delegada sindical independiente, quién asegura que ha sufrido episodios de angustia, que han dificultado su día a día.

Según la jornada establecida, los médicos y enfermeros del CAP Sant Pere y Sant Pau visitan a un paciente cada diez minutos. Después de treinta pacientes –300 minutos– ya han superado las cinco horas de trabajo ininterrumpidas, lo cual supone más de dos tercios de la jornada asistencial. Después hay que sumar las urgencias, que cada vez son más, y las visitas a domicilios. Los trabajadores aseguran que, a partir del paciente número 30, empiezan a perder la concentración, «lo cual es un riesgo tanto para el usuario como para el profesional», explica Isabel Barco.

Con respecto a las urgencias, se pueden registrar cada minuto, y no hay límite de admisión, ya que nadie se puede marchar de un CAP sin ser visitado. «Además, como hay poco personal, la lista de espera es eterna. Entonces, los enfermos, estratégicamente, entran a visitarse por urgencias, con el fin de evitar esperarse, como mínimo, quince días. Como consecuencia, el turno de tarde también asume las urgencias de la mañana», asegura Barco, a quien añade que «esta manera de trabajar es desesperante. El personal sanitario está preocupado, porque ven que cada vez es más complicado mantener una atención sanitaria de calidad». Por otra parte, médicos, enfermeros y administrativos ven cómo esta situación les pasa factura. Incluso, en alguna ocasión, los trabajadores han tenido que coger la baja.

A todo eso se le suma que existe una población que no tiene asignado el CAP Sant Pere i Sant Pau, pero que asiste por proximidad y comodidad, lo cual aumenta el número de pacientes. Este es el caso de algunos ciudadanos de los Pallaresos y del Catllar.

Según los representantes del sindicato, la pérdida de calidad asistencial y el estrés laboral está poniendo en peligro la seguridad de los pacientes. «Los trabajadores han denunciado su situación en el momento que se han dado cuenta de que eso puede afectar a los pacientes. Tienen miedo a no saber diagnosticar bien por falta de tiempo y de concentración. Y eso no se puede permitir», dice Isabel Barco.

Según explica el secretario general de USITAC, Josep Tutusaus, «según nuestro punto de vista, el número de personal que se precisa es insuficiente, ya que está basado en unas reglas matemáticas que no tienen en cuenta los factores emocionales del paciente. A menudo, sentimos cuestionada nuestra praxis. Por eso como sindicato reivindicamos que no somos los responsables de la frecuentación de usuarios». Por su parte, Isabel Barco asegura que «los profesionales de la sanidad tenemos la obligación de cuidar y salvar vidas y, si detectamos que hay algún aspecto que nos impide hacer nuestro trabajo, tenemos la responsabilidad de denunciarlo».

En esta misma línea, el sindicato denuncia que no se cubran ni las bajas laborales, ni las horas sindicales, ni las reducciones de jornadas, ni las vacaciones. «Eso comporta que los trabajadores sufran una sobrecarga. Y ya no es un día puntual, se ha convertido en la norma», explica Alfred Maza, secretario de organización y comunicación de USITAC.

La administración, también

Esta situación se hace extensible también al personal de la administración, «que sólo disponer de dos manos y de una boca», asegura Tutusaus, quién añade que «si el administrativo tiene que atender el teléfono, no puede llevar a cabo otra tarea simultánea. Eso ha provocado quejas entre los usuarios». Además, el personal de la administración tiene que hacer frente al malestar de los pacientes, cuando los informan de que no podrán ser visitados hasta el cabo de quince días. Según el sindicato, este año, este personal ha tenido que asumir el trabajo de cinco profesionales más.

USITAC asegura que hace nueve meses que pidió una reunión con el conseller de Salut, Toni Comín, y que todavía no han recibido respuesta. El sindicato no descarta organizar una concentración en la puerta del CAP para reivindicar más personal.

tracking