Veïns denuncian el empleo|ocupación de un bloque|bloc «donde se vende droga» en el barrio del Carme

La ocupación ilegal de 17 pisos en la calle Joan Coromines, en Horts de Miró, está sacando a la luz otras viviendas en similar situación y ubicadas en diferentes puntos del municipio. Uno de ellos, el número 15 de la calle Sant Francesc, en el céntrico barrio del Carme, donde|dónde la Asociación Coordinadora Ciudadana y de Entidades en defensa del Territorio denunciaba de forma pública ayer la presencia de «uno grupo formado entre ocho y diez jóvenes que se ha instalado en el edificio, el cual dispone del bajo y de dos plantas y no tiene suministro de agua pero sí que tiene la luz pinchada, sin reunir las condiciones mínimas de habitabilidad, de salubridad ni tampoco de higiene y de manera irregular».

El colectivo mantiene que el inmueble, que hace esquina con la calle Sant Benet, «se ha convertido en un sitio de venta de droga, con todo lo que eso comporta para los vecinos y para los comerciantes de la zona» y que la problemática no es nueva: «Hace al menos un año que el edificio está ocupado ilegalmente sin embargo, cada vez que hay una orden para echar a la gente que se encuentra dentro, los que vivían allí se mueven y entra otro grupo de manera que nunca se pueda desalojar nadie de aquí. Pensamos que hay quien se está encargando de realquilarlo», apuntaba al presidente de la Coordinadora, Josep Machado. En el interior del piso hay también al menos un par de perros.

Machado, quien ayer comparecía ante los medios acompañado de los presidentes de un manojo|puñado de asociaciones de vecinos incluidas a la Coordinadora –entre ellas Horts de Miró, Monasteri y Amics del Barri Fortuny-, lamentaba que «si se tratara de una familia que se hubiera puesto por necesidad, rápidamente la echarían porque este espacio no tiene las condiciones necesarias para que se pueda vivir allí». Y precisaba, en el detalle de las «molestias» en torno a la vivienda, que los chicos que lo ocupan «orinan en el balcón y la orina cae hacia la acera y se encharca, generando muy mal olor. Como la casa no tiene agua, hacen sus necesidades en bolsas y las lanzan en la misma calle». El colectivo pide «al Ayuntamiento, que desaloje los ocupas y precinte la vivienda», a pesar de ser también conscientes de que el consistorio no tiene la capacidad de llevar a cabo el movimiento, «pero sí que lo puede pedir en la propiedad». El edificio es en estos momentos propiedad de la Sareb.

Un fuego para engancharse a la luz

Los vecinos explican que uno de los episodios «más peligrosos» se produjo hacia junio, cuando el sistema que utilizan les ocupas para engancharse a la luz originó un incendio que obligó a personarse en el lugar|sitio de los hechos Bomberos de la Generalitat, Guardia Urbana y Mossos d'Esquadra. El suceso ha provocado, dicen, «miedo e inseguridad entre los vecinos». Por eso, desde la Coordinadora Ciudadana de Entidades en defensa del Territorio insisten en pedir «al Ayuntamiento y al alcalde» que «haga tapiar la puerta de entrada y las balconadas de la primera planta por la seguridad de los vecinos, ya que la casa está en precario y tiene deficiencias estructurales que requieren una reforma integral del edificio. Tal como se encuentra no es habitable» añade Machado.

La Coordinadora quiere «simplemente que se cumpla la ley de urbanismo, habitabilidad y primera ocupación, sin más, tal como se hace con el resto de ciudadanos porque es justo y necesario. Los vecinos no tienen por qué sufrir estos problemas, ya es suficiente de la pasividad del equipo de gobierno de nuestra ciudad. Queremos que se actúe ya». Y subraya que «en este caso, no se trata de una familia necesitada, sino de un grupo de jóvenes. Y recordamos que eso es también un punto de venta de droga».

Idéntico problema, en otros puntos

Los mismos vecinos mantienen que, pisos ocupados de manera ilegal, hay también a otras calles del mismo barrio. Y los presidentes de asociaciones de vecinos acumulan casos en sus respectivas zonas. El último al trascender, hasta ahora, había sido el de Joan Coromines. El viernes pasado, 11 de agosto, agentes de la Guardia Urbana y de los Mossos d'Esquadra dieron apoyo a operarios de las compañías suministradoras de agua y luz, Aguas de Reus y Endesa, para volver a cortar las conexiones irregulares que alimentaban las 17 viviendas a la promoción. En este sentido, fuentes de Endesa mantenían este miércoles que no habían tenido necesidad de volver a intervenir y que todo se encontraba «bastante más tranquilo». Desde el mismo BBVA ya explicaron que no actuarían contra los ocupas al menos hasta haber recibido los pisos en propiedad y que tampoco lo harían sin conocer el detalle de sus condiciones personales. El gobierno de Reus, por su parte, emitió un comunicado donde dejaba claro que las familias ocupas no se encuentran en situación de vulnerabilidad.