El Rei Carnestoltes LVII da repaso de una «ciudad entristecida» en sus últimas voluntades

El Ball de Mascarots de este lunes por la noche volvió a pasar factura a la monarquía carnavalera de Reus. Este año, sin embargo, hubosorpresa y la fiesta no se llevó por delante al rey sino la reina Pimpolla VI, traspasada «después de dejarse llevar por la avaricia, entregada a la lujuria, atrapada por la garganta, de haber tenido un perezoso reinado, dejándonos afligidos por tan triste desenlace». El Rei Carnestoltes LVII se lamentaba ayer, en la cabeza de duelo, sin renunciar a «un vaso de vermú, para afrontar tan deseada pérdida» en la cabeza de luto, ubicada en las Peixateries Velles, donde los que se acercaron a llorar volvieron a casa merendados y con la barriga llena.

A través de su cuenta de Facebook, porque es un rey muy y muy moderno, el Carnestoltes LVII anunciaba la muerte de su querida con uno expresivo «¡qué fiestasa, la de ayer!». «Yo la recordaré en todos estos días de fiesta mientras busco a una nueva reina para extender mi reinado para siempre», apuntaba, medio en broma medio muy seriamente. El desfile mortuorio y la quema de su majestad –independientemente de quien ocupara el ataúd– tenía que celebrarse, eso sí, y no hubo problema en enviar al fuego a Pimpolla VI, a menos que, en el último momento, parece que resucitó. O no. Otro giro de guión que acaba de poner el punto de desenfreno a este Carnaval de Reus 2017 que arrancaba con un casting en el Mercadal y el nombramiento como Rei Carnestoltes LVII a un turista de Matadepera.

El Palace y el CF Reus

Las últimas voluntades del Rei CarnestoltesLVII para despedir el Carnaval de Reus 2017 no faltaron y volvieron a hacer referencia a la «sed» de las entidades culturales locales en el año de Reus Capital de la Cultura Catalana, pero también al cierre de comercios en el centro, al de los Cines Reus Palace, al despido de Vidal, Borrell y Vallès como concejales o al Timecode con qué «casi un Oscar hemos ganado». De Reus como «ciudad entristecida, de un futuro bien metido», al cambio de escudo del CF Reus en el año de su estreno en Segunda, el monarca repasó –y criticó– la actualidad local antes de que se encendiera el Mercadal en una quema que «no sabíamos quien tenía que organizar».