Diari Més

Libertad provisional para el sacerdote de Tortosa acusado de abuso de menores

La jueza le retira el pasaporte y le prohíbe comunicarse y acercarse a menos de 500 metros del menor durante un año

El sacerdote Joan Alonso fue detenido el pasado jueves en Honduras por un presunto delito de abuso sexual y prostitución de menores.

El sacerdote detenido en Honduras por abuso abuso de menores ejerció en Alcanar entre 2011 y 2016

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El juzgado de instrucción número 4 de Amposta ha dejado en libertad provisional al cura de la diócesis de Tortosa que fue arrestado en Honduras por los presuntos delitos de abusos sexuales y prostitución de menores. Después de tomarle declaración durante cerca de una hora este miércoles, la jueza ha acordado varias medidas cautelares como la retirada del pasaporte, la prohibición de salir del país y la prohibición de comunicación y aproximación a menos de 500 metros del menor durante un año, según ha informado el TSJC. Joan Alonso, de 52 años, está investigado por los presuntos delitos de abusos sexuales a menor de 16 años, prostitución de menores y contacto con menores a través de medios telemáticos con finalidades sexuales. Además de Alonso, hay otros diez investigados por esta causa. El cura fue detenido el pasado 31 de agosto en Honduras, donde estaba de misionero desde el verano pasado. Los hechos habrían pasado hace dos años a las Tierras del Ebro, cuando era sacerdote de la parroquia de Alcanar.

Este miércoles por la mañana, Joan Alonso ha llegado en un coche patrulla de los Mossos proveniente de la prisión de Mas d'Enric, en el Catllar. El sacerdote fue arrestado hace dos semanas en Honduras, donde hacía de misionero desde el verano pasado, después de que el juzgado de instrucción número 4 de Amposta emitiera una orden de búsqueda y extradición contra él.

El juzgado recibió una denuncia el pasado mes de abril y ya ha tomado declaración a diez investigados más en el caso, seis de los cuales fueron detenidos. Actualmente, todos se encuentran libertad. En julio, se archivó provisionalmente la causa contra uno de los investigados, que es agente de los Mossos D'Esquadra. Todo apunta que algunos de estos individuos habrían contactado con el menor, que ahora tendría dieciséis años, a través de webs de contactos.

La policía de Honduras detuvo Alonso el pasado 31 de agosto. En el paíscentroamericano había estado como misionero enviado por el obispado de Tortosa el verano del año pasado. El juzgado de instrucción número 4 de Amposta había emitido una orden de investigación y de extradición contra él por, supuestamente, haber abusado del menor. El sacerdote, perteneciente a la diócesis de Tortosa, ha ocupado varias parroquias de las Terres de l'Ebre como Deltebre o Alcanar. Desde el verano pasado, hacía de misionero en Honduras. Este miércoles por la mañana, con motivo de su comparecencia, dos curas de la misma diócesis de Tortosa se han personado a las dependencias judiciales para apoyar al investigado durante su declaración judicial.

A raíz de su detención, el Obispado de Tortosa emitió un comunicado donde expresaba su «sorpresa» por la noticia, y confiaba que se pueda demostrar su inocencia. El estamentoeclesial aseguraba que no había sabido la detención del sacerdote a través de los medios de comunicación y que no había tenido nunca «ninguna información de ningún comportamiento inadecuado del padre Joan Alonso». «Para todos ha sido una sorpresa, esta noticia. Esperamos que pueda demostrar su inocencia», añadía el comunicado. Joan Alonso estaba en Honduras por un convenio de colaboración entre el obispado de Tortosa y el de Trujillo, respondiendo, según las mismas fuentes, «a una inquietud misionera que él ya había vivido en otras etapas de su vidasacerdotal».

«Desde el momento en que hemos tenido conocimiento de los presuntos delitos por los medios de comunicación, hemos iniciado el protocolo de actuación indicado por la Congregación para la Doctrina de la Fe. Manifestamos nuestra confianza en la justicia civil, así como nuestra disponibilidad a colaborar plenamente», añadía el obispado. Después de recordar el principio de presunción de inocencia, el comunicado insistía: «En caso de que se confirme la veracidad de las acusaciones, manifestamos el dolor que también a nosotros nos produce este comportamiento y lo condenamos, y desde ahora nos ponemos a disposición de los posibles afectados para ofrecerles todas las ayudas que estén a nuestro alcance porque lleguen a superar las consecuencias de estos hechos».

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