Diari Més

Gertri Adserà: Librera

«El librero tiene que leer mucho, pero sobre todo, tiene que saber escuchar al cliente»

La familia Adserà tiene dos librerías, en Tarragona y Valls, y acaba de recibir el distintivo de Librería de Referencia, un reconocimiento a la excelencia

Gertri Adserà, a la derecha, acompañada de su hermano Manel y de Marta, dependienta de la tienda.

«El librero tiene que leer mucho, pero sobre todo, tiene que saber escuchar al cliente»C.M.

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—¿Cómo han recibido la noticia de ser Librería de Referencia?

—Es un reconocimiento de calidad, el equivalente en el ISO 9000. Lo otorga la Generalitat de Catalunya en las librerías que cumplen con unos requisitos, valorando cuatro cuestiones: el servicio personalizado, que el stock de la librería sea amplio y diverso, que el asesoramiento al cliente sea profesional, y que se hagan actividades de fomento del libro y la lectura.

—¿Es un reconocimiento a una manera de hacer que ya les era propia?

—Sí, todo eso son cosas que siempre hemos hecho, casi por intuición. Este distintivo te obliga a ordenar un poco aquello que ya estabas haciendo, y hacer evaluaciones continuadas, algo que, por otra parte, ya nos va bien para ir mejorando.

—Son negocio familiar que arranca en 1966. ¿Cómo han cambiado, en todo este tiempo?

—Vamos haciendo cambios cada dos o tres años para ir renovando la librería. También vamos cambiando los temas en función de los intereses de los clientes, no somos un negocio estático.

—¿En qué consiste, el oficio de librero?

—Primero, en leer mucho. Pero sobre todo, saber escuchar. Hay gente a quien le gusta que le recomiende libros, pero el librero no tiene que aconsejar aquello que le gusta a él, sino lo que cree que puede gustar a quien está pidiendo consejo. Este es un error frecuente. Hay que aprender a escuchar, a preguntar, saber cuál es el último libro leído.

—Tienen dos librerías, una en Tarragona y otra en Valls. ¿Público y librería son muy diferentes, en cada ciudad ?

—Mucho, tanto por el tipo de lectura como porla manera de comprarla. Por Sant Jordi tenemos cinco puntos de venta, y de un mismo título cogemos cantidades diferentes para cada punto. No es el mismo quien compra en una parada en medio de la Rambla, quien compra en la parada de delante de la librería o quien compra en Valls.

—¿Son una librería de fondo o apuestan más por las novedades editoriales?

—Somos de fondo, y cada vez más. Tenemos las novedades, por descontado, pero la venta de este tipo de libro ha bajado. No para que se compre menos, sino porque se encuentra en más sitios. En cambio, la venta de libros de fondo y la compra personalizada, en que el cliente hace un pedido y la paso a buscar, va creciendo.

—La literatura infantil y juvenil es una de las apuestas fuertes de la librería, así como las actividades dirigidas a niños. ¿Cómo cree que se puede seducir a los niños para que ocurran lectores?

—Pienso que hay que fomentar que los niños vayan a escuchar cuentos. Los más pequeños, si primero escuchan, después leerán. Con respecto a los jóvenes, hay que dejarlos mirar. A veces entran aquí y no saben qué hacer. Hace falta dejar que miren, que remuevan, que se priven todo el rato que quieran.

—También apuestan por la producción local. ¿Este es un compromiso tan antiguo como la misma librería?

—Sí, eso ya venía de mi padre, Antoni Adserà, que era profesor, tenía muchos conocimientos, y era muy activo. Los autores locales los tenemos siempre presentes, pero cada vez hay más, y llega un punto que no puedes absorberlo todo.

—Estamos a 7 de marzo. ¿Ya trabajan para Sant Jordi?

—Sant Jordi ya está acabado. Ahora sólo queda esperar.

—¿Cómo se trabaja esta campaña?

—Pasado Reyes, en enero, vamos mirando, libro por libro, editorial por editorial, todo lo que se ha vendido desde agosto, para que el 23 de abril la librería tenga estos libros de fondo. Por lo que hace las novedades editoriales, nos las van presentando, y hacemos cinco pedidos, una por cada punto de venta. Las editoriales las van enviando y ahora vamos recibiendo libros, marcándolos y guardándolos hasta que llegue el momento.

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