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Las seis paradas que abren el sábado por la tarde en el Mercado proponen dejar de hacerlo

La presidenta de los paradistas, Maria Virgili, asegura que el edificio no cerrará pero que actualmente «el Mercado, el sábado, es un espacio vacío y oscuro»

La mayoría de las paradas que abren el sábado por la tarde en el Mercado Central de Tarragona son carnicerías.

Las seis paradas que abren el sábado por la tarde en el Mercado proponen dejar de hacerloCristina Aguilar

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Sólo 6 de los 47 puestos del Mercado Central de Tarragona abrieron este pasado sábado por la tarde. Y ya hace meses que esta situación se arrastra. De hecho, desde que se inauguró el nuevo edificio, han sido muchos los paradistas que han decidido bajar la persiana este día de la semana. Empezaron las pescaderías, alegando que, si no vendían el pescado fresco el sábado, lo tenían que tirar. Después se sumaron algunas carnicerías y, finalmente, las verdulerías. Ahora, sólo seis paradas, la mayoría carnicerías, abren el sábado por la tarde. Y este fin de semana, serán cinco. Por este motivo, propondrán a Espimsa cerrar definitivamente si se sigue incumpliendo el horario establert. «Mejor cerrar que no dar una mala imagen», aseguraba la propietaria de Pollastres Pili, Pilar Borràs, una de las paradistas que seguía abriendo.

«Estamos a la espera de una reunión con Espimsa, porque cerrarán algunas paradas más». Estas eran las palabras de Maria Virgili, quien aseguraba que «se sigue incumpliendo el horario acordado antes de entrar en el nuevo Mercado Central». Esta problemática afloró durante los meses de verano, cuando las pescaderías –mayoritariamente– se negaron a abrir el sábado por la tarde porque, si no vendían el pescado fresco, lo tenían que tirar y perdían dinero. Desde entonces, cada vez son más las paradas que bajan la persiana. De hecho, el sábado pasado sólo abrieron seis. Y el próximo fin de semana, abrirán cinco. Carns Bertran, una de las tiendas que se mantenía abierta desde el principio, cerrará definitivamente. Nosotros abrimos todos los mediodías todos los días de la semana y no estamos obligados a abrir el sábado por la tarde. Lo hacíamos para promocionar el Mercado, pero estamos haciendo un sobreesfuerzo y no vemos apoyo de ningún tipo», aseguraba la propietaria, Montse Bertran.

La situación ha empeorado desde el verano hasta día de hoy. Con sólo seis paradas abiertas, Virgili aseguraba que el Mercado es un espacio «vacío y oscuro». Es como si en un centro comercial entras y lo ves todo cerrado. Entrarás por una puerta y saldrás por la otra, que es lo que pasa en el Mercado», aseguraba la presidenta de los paradistas. Virgilio y el resto de paradistas están a la espera de reunirse con Espimsa para poder abordar la situación. «Allí se decidirá definitivamente quién cierra y quién no cierra», expresaba Virgilio, a quién aseguraba que el edificio no cerrará.

La apertura de los sábados por la tarde se acordó con Espimsa antes de entrar en el nuevo Mercado Central. Si los paradistas decidían abrir, podían cerrar los lunes por la mañana. Pero según Bertran, «aquí cada uno abre y cierra cuando quiere». Coincidía con ella Virgili, quien aseguraba que «había un reglamento que se tenía que cumplir». «Esperábamos alguna cosa más del resto de paradistas», lamentaba la presidenta. Cuando las pescaderías empezaron a cerrar, Espimsa amenazó a los paradistas que incumplían el horario con sanciones de entre 751 y 1.500 euros. Pero las sanciones, a pesar de las amenazas de la empresa municipal, todavía no han llegado. Este hecho ha motivado que la lista de paradas cerradas se haya incrementado en los últimos meses. «Hemos echado de menos un toque de atención desde el Ayuntamiento para intentar reconducir la situación», aseguraba Bertran.

Pilar Borràs es partidaria de «cerrar las puertas del edificio antes que dar una mala imagen». «Ya somos pocos, pero si todavía tiene que cerrar a más gente, daremos una imagen mala», aseguraba. Borràs expresaba que entiende a las personas que deciden no abrir, y reconocía el caso de las pescaderías como una situación especial y diferente. Pero era clara: «O estamos todos, o cerramos». «La gente viene, se encuentra con que no hay variedad y que faltan productos y se marcha pensando que no volverá. No nos compensa abrir», decía.

Espimsa no se pronuncia

Este medio ha intentado contactar con la presidenta de Espimsa, Elvira Ferrando, pero no ha querido hacer declaraciones. Los paradistas y Ferrando se reunirán en los próximos días para tratar la problemática e intentar encontrar una solución. Este nuevo episodio de discrepancias internas entre los paradistas llega a tan sólo dos meses de celebrar el primer aniversario del Mercado Central, que se inauguró el 16 de marzo de 2017.

Actualmente, el Mercado Central está formado por 47 paradistas, entre pescaderías, carnicerías, verdulerías, pastelerías y otras tiendas, como por ejemplo las que ofrecen sushi o catas. De hecho, sólo quedan tres espacios por cubrir: las paradas 5, 6 y 29. El Ayuntamiento de Tarragona las volvió a licitar el pasado mes de diciembre y está a la espera de recibir ofertas de particulares. Las licencias se venden a un precio de 7.800 euros el metro cuadrado y la duración del contrato es de 50 años.

Habrá que esperar para conocer si, finalmente, el Mercado Central permanecerá abierto los sábados por la tarde, un hecho que cada vez parece más difícil por culpa de la situación actual.

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