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Arqueología

Un muro de cinco metros del témenos de Tarraco aparece en el Museo Bíblico

El hallazgo se podrá ver a partir del jueves, coincidiendo con la inauguración de una exposición y de una maqueta del recinto de culto

Los restos del muro perimetral del tèmenos aparecidos en el patio del Museo Bíblico son de gran potencia y aportan nueva información.

Un muro de cinco metros del tèmenos de Tarraco aparece en el Museo BíblicoCristina Aguilar

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Tarragona ha descubierto cinco metros más del muro exterior del recinto de culto de la ciudad romana, del témenos, por debajo del nivel de la calle de las Cocas. El hallazgo ha aparecido en el patio de la Casa de los Concilios, sede del Museo Bíblico, y aporta información sobre la técnica constructiva de los romanos. Las personas que mañana, jueves, acudan a la inauguración de la exposición De Tarragona a Tournai: l’arqueologia de les primeres catedrals d’Europa, tendrán el privilegio de ser de las primeras en ver el nuevo descubrimiento. El muro ha quedado integrado en la visita al Museo Bíblico. Además, podrán observar con detenimiento la maqueta a escala 1/200 del recinto de culto de Tarraco, cuyos trabajos ultimaban este martes Josep Maria Brull, Andreu Ximenis y Paco Roca, sus autores.

El arqueólogo Andreu Muñoz comentó este martes en esta redacción que el resultado de la excavación que se ha llevado a cabo en las últimas semanas en el patio del Museo Bíblico «ha sido espectacular». «Ahora mismo, la excavación está acabada y tenemos que estudiar el material que ha aparecido» dijo.

El hallazgo más importante y que aporta nueva información de la terraza superior de Tarraco «es el descubrimiento del muro perimetral de cierre del témenos», subrayó el arqueólogo, quién remarcó que «toda la cimentación, deopus quadratum, se encuentra en muy buen estado de conservación y baja a una profundidad de cinco metros». Este dato implica que el muro tenía, entre la parte visible y la soterrada, cerca de diecisiete metros.

La excavación realizada permite conocer mejor «el espacio porticado que rodeaba el Templo de Augusto». La zona trabajada por los arqueólogos ha puesto al descubierto «cinco hileras de grandes sillares, almohadillados, con la particularidad de que se observan las marcas de las grapas de la grúa –holivela – que utilizaron, así como de las palancas que utilizaron en la construcción». Muñoz comentó que en el muro «se aprecian las técnicas constructivas» que aplicaron los romanos en la construcción del muro.

Las cinco hileras de sillares a las que hizo referencia Muñoz «descansan sobre un banquillo de cimentación que baja hasta dos metros de profundidad». El muro localizado se corresponde «con el desnivel que hay entre la calle de las Cocas y el de Sant Llorenç», informó al arqueólogo. Además, «el muro está relacionado con la cisterna de agua que hay en el Museo Bíblico y coincide con la caja de cimentación de la exedra romana que se conserva en la Casa de los Concilios».

La excavación tenía como objetivo investigar si en el porticado del recinto de culto había una o dos hileras de columnas. En este sentido, la intervención no ha aportado un resultado positivo. «No hemos alcanzado este objetivo», dijo Muñoz, «pero no podemos negar ni afirmar que hubiera dos hileras, aunque no han aparecido a tres metros de profundidad y no hemos podido llegar hasta la roca».

Una nueva maqueta

La exposición sobre la construcción de catedrales en Europa ofrecerá, por primera vez, la posibilidad de contemplar una maqueta del recinto de culto con el más mínimo detalle y una cincuentena de higueras hechas en una escala diminuta. Josep Maria Brull comentó que «hace tres meses que trabajamos en la realización de la maqueta».

La exposición explica aspectos de varias catedrales europeas y «la evolución de la de Tarragona», y aporta «objetos altimperials, y visigóticos», apuntó Muñoz. En un futuro, «con este y otro material queremos hacer un centro de interpretación de la Parte Alta», informó el arqueólogo.

La exposición permanecerá abierta hasta el 21 de enero y el horario de visita será de 16 a 19 horas, de lunes a jueves, y de 10 a 13 horas los sábados y domingos. El precio de la entrada es de un euro, que se aportará en la campaña de micromecenazgo que se hace para financiar las obras del Jardín Bíblico que se construye en la Casa de los Concilios.

La exposición no abrirá al público los días 6, 7, 25 y 26 de diciembre y el 1 y 6 de enero. Las visitas para grupos se tienen que concertar llamando al teléfono 977 251888 o a museu.biblic@arqtgn.cat .

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