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Reconocimiento

Tres tarraconenses serán homenajeados por la Generalitat durante el 2018

Se trata del cardenal Vidal i Barraquer, el abad Escarré, la escritora Montserrat Abelló y la barcelonesa Maria Aurèlia Capmany

Imatge dels tarragonins homenatjats.

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Tres tarraconenses serán homenajeados por la Generalitat en el transcurso del 2018, por decisión de la Comisión de Conmemoraciones, el órgano colegiado encargado de impulsar y proponer los acontecimientos y personalidades que tienen que ser objeto de conmemoración. El próximo año tendrán un especial reconocimiento el cardenal Francesc de Asís Vidal i Barraquer, el abad de Montserrat Aureli Maria Escarré, la poeta y escritora Montserrat Abelló y la escritora y política Maria Aurèlia Capmany. Esta nació en Barcelona, pero durante dos décadas estuvo muy vinculada a Tarragona, donde residió. El objetivo de esta iniciativa es recuperar y divulgar la memoria de personalidades y acontecimientos históricos, artísticos, científicos o culturales, que han dejado huella en el patrimonio colectivo de los catalanes, que tienen un carácter nacional y que cumplen cincuentenarios, centenarios o aniversarios|cumpleaños de orden superior.

En el 2018 se cumplirán los 150 años del nacimiento del cardenal Francesc de Asís Vidal y Barraquer. El cardenal y arzobispo de Tarragona llegó a este mundo en Cambrils en 1868 y murió en Friburg en 1943. Una de sus características fue la defensa de las libertades. Vidal i Barraquer se negó durante la Guerra Civil a firmar la carta colectiva del episcopado español del 1 de julio de 1937 de apoyo|soporte de la España del general Franco, y también porque no creía adecuado que los obispos tomaran un partido excluyente, en una guerra civil, a petición de una de las partes beligerantes.

El próximo año también se cumplirán los 50 años de la muerte del abad Aureli Maria Escarré i Jané, nacido en l'Arboç en 1908 y muerte en Barcelona en 1968. Fue abad de Montserrat desde 1946 y por un periodo de veinte años. Son famosas sus declaraciones en el diario francés Le Monde el año 1963, en pleno franquismo, donde defendió la justicia social, la democracia, la libertad y la identidad catalana.

La poeta y traductora Montserrat Abelló i Soler también tendrá un reconocimiento, al cumplirse los 100 años de su nacimiento. Abelló (Tarragona, 1918 – Barcelona, 2014) es reconocida por sus traducciones de la poeta norteamericana Sylvia Plath y Ann Sexton. También tradujo al inglés obras de Salvador Espriu, Mercè Rodoreda y Maria Mercè Marçal, entre otros. Fue galardonada con el Premio de Honor de las Letras Catalanas (2008) y el Premio Nacional de Cultura (2008), entre otros.

No nació en Tarragona, pero durante muchos años vivió en esta ciudad que hizo suya. Se trata de Maria Aurèlia Capmany, quien el próximo año hubiera cumplido 100 años. Se da la circunstancia que en el 2018 también coincidirá con el 150 aniversario del nacimiento de su padre, Aureli Capmany i Farnés, fundador del Orfeón Catalán y de la revista infantil En Patufet. Su hija Maria Aurèlia (Barcelona, 1918 – Barcelona, 1991), fue una reconocida novelista, dramaturga, ensayista y política que estuvo muy vinculada a Tarragona. Ganó el Premio Joanot Martorell (1949) y el Premio Sant Jordi (1968), entre otros, y fue concejala de Cultura en el Ayuntamiento de Barcelona a los años 80 del siglo pasado.

El 12 de marzo del 2015 el Café del Teatro el Metropol fue escenario de la presentación de la Asociación de Amigos y Amigas de Maria Aurèlia Capmany, entidad nacida con la voluntad de preservar su memoria. Sus estrechos vínculos con Tarragona se iniciaron a principios de los años 70 y se mantuvieron hasta su muerte el año 1991. Maria Aurèlia Capmany fue la compañera sentimental e intelectual del también escritor Jaume Vidal Alcover.

Los tarraconenses del 2017

Este año 2017, la Generalitat está reconociendo con varias propuestas la actividad vital y profesional de dos tarraconenses: Jaume Carner, nacido en el Vendrell en 1867, y Maria Àngels Garriga i Martín, quien|quién nació el año 1898 en Sant Vicenç de Calders.

Jaume Carner i Romeu, doctor en Derecho, ejerció en el bufete de Francesc Rius i Taulet. Este tarraconense ocupó la vicepresidencia del Centro Nacional Catalán, que el año 1901 se convertiría en uno de los fundadores de la Liga Regionalista. Carner fue concejal del Ayuntamiento de Barcelona Fou concejal del Ayuntamiento de Barcelona entre 1901 y 1904.

Republicano de izquierda, Carner abandonó la Liga para fundar el Centro Nacionalista Republicano y el diario El Poble Català, donde publicará con cierta regularidad. También participó en Solidaridad Catalana, con la cual fue elegido diputado por el Vendrell. El año 1910 funda un nuevo partido, la Unión Federal Nacionalista Republicana, que, cuatro años más tarde, hará coalición con el Partido Republicano Radical de Alejandro Lerroux. Después de la derrota ante la Liga en las elecciones de 1916, abandonó el partido. Con la proclamación de la Segunda República, en 1931 volvió a la vida política, como diputado de Esquerra Republicana de Cataluña. Formó parte de la comisión que redactó el proyecto de Autonomía de Cataluña, presentado a las Corts Constituyentes por el gobierno de la Generalitat. Designado ministro de Finanzas por el gobierno de Azaña, propuso el primer presupuesto de la República. El año 1933 abandonó el Ministerio por motivos de salud. Murió el año siguiente.

Por su parte, Maria Àngels Garriga inició sus estudios en 1920 en la Escuela Normal de la Mancomunidad de Cataluña, con maestros como Pau Vila, Pompeu Fabra y Carles Riba. Ejerció de maestra en el Grupo Escolar Baixeras y en el Grupo Escolar Pere Villa. También fue maestra de Prácticas en la Escuela Normal de la Generalitat. El año 1936 tuvo que dejar la escuela por|para sus creencias religiosas.

El año 1939, una vez acabada la Guerra Civil, Garriga tuvo que renunciar a su puesto de trabajo en el Grupo Escolar Pere Villa y se incorporó al Escuela Unitaria de Niñas hasta 1945 cuando, a causa de sus problemas de salud, se vio obligada a jubilarse. El año 1946, se trasladó a Cal Mata, la casa solariega de su marido, Josep Mata i Virgili, situada en Saifores, acompañada por su hija Marta Mata, a quien se convirtió en una destacada impulsora de la escuela catalana, pública y laica.

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