Diari Més

IKEA acondiciona el pago de los derechos comerciales a la obtención de la licencia

El convenio entre la empresa y el Ayuntamiento contempla que el importe que abonará la multinacional se destinará íntegramente a financiar la urbanización

La botiga de Tarragona, que s'ubicarà al costat de la carretera T-11, serà la primera fora de la província de Barcelona.

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Ikea pagará los derechos comerciales cuando el Ayuntamiento les conceda la licencia de obras. Así lo asegura el alcalde de Tarragona, Josep Fèlix Ballesteros. De hecho, así lo contempla el convenio que se firmó el año 2012 y que ha estado sujeto a modificaciones en varias ocasiones. El convenio del 2012, el último que ha sido público, añade el importe que abonará la multinacional, unos 15,75 millones de euros, que se destinarán íntegramente a financiar la urbanización de este sector urbanístico. Esta cláusula del convenio explicaría la rapidez y urgencia con que se convocó el plenario extraordinario celebrado ayer, en el cual se aprobó sacar a licitación las obras de urbanización del Plan Parcial 10, donde está previsto el nuevo centro comercial y que costarán unos 18 millones de euros.

«Ikea tiene el compromiso que, cuando la licencia sea efectiva, la empresa pagará el derecho de superficie comercial –unos 45.000 metros cuadrados–», explica el alcalde Ballesteros. Este compromiso se cumplirá, según el alcalde, dentro de tres meses, cuando se haya adjudicado la empresa encargada de urbanizar el PPU10. «Es habitual que las empresas actúen así, se cuidan en salud», apunta al alcalde. Hay que recordar que la Generalitat ya concedió la licencia comercial e Ikea pidió, el pasado mes de enero, la licencia de obras al Ayuntamiento.

Según el alcalde, «en el mes de junio, ya se podrán ver las máquinas trabajando en la zona». Ayer, el plenario aprobó sacar a licitación el concurso para escoger qué empresa se hará cargo de las obras. En tres meses ya se habrá adjudicado una empresa y contará con un mes para hacer el acta de replanteamiento. Pasado un mes, siempre que no se interponga un recurso, las obras ya empezarán. Por lo tanto, antes del verano, el Plan|Plano Parcial de Ikea será una realidad.

El barrio abarca más de 300.000 metros cuadrados y está situado junto a la autovía T-11, entre el barrio de Campclar y el parque comercial Les Gavarres. El presupuesto de las obras es de 18,4 millones de euros y el plazo de ejecución es de quince meses. El concejal de Territorio, Josep Maria Milà, explicó que la edificación del centro comercial de Ikea se hará simultáneamente a las obras de urbanización, que empezarán antes del verano. Aparte del centro comercial, el Plan Parcial 10 también acogerá 4.000 habitantes y 1.200 viviendas. Una tercera parte serán de protección pública y, de estos, habrá 160 de alquiler social. El ámbito ocupa una superficie de 302.784 metros cuadrados, de los cuales 68.000 se destinarán a usos comerciales y 30.829 a residencial.

Un plenario con urgencia

Los partidos de la oposición se mostraron muy críticos con la urgencia del plenario. Los grupos recibieron la convocatoria y la documentación a aprobar el lunes antes de las cuatro de la tarde. No tuvieron ni 24 horas para estudiar la propuesta de que, en un principio, se tenía que debatir. La CUP e ICV-EUiA votaron en contra de la aprobación del expediente de contratación, y el resto de la oposición, se abstuvo.

La CUP justificó su voto en contra «por las incertidumbres económicas que rodean este tipos de planes». La portavoz de la formación anticapitalista, Laia Estrada, dijo que «somos contrarios en este plan|plano porque una vez más, no se construye vivienda para garantizar el derecho a la vivienda, sino porque era la única manera que la generalidad diera el visto bueno en la instalación del Ikea». Por su parte, la portavoz de ICV-EUiA, Arga Sentís, destacó que «la urgencia del plenario deja entrever que no quieren que se debata sobre el contenido de un plan|plano tan importante como este. Sentís se mostró preocupada, tanto por el modelo urbanístico del barrio de poniente «que parece que aquí no hace falta debatir la altura de los pisos», como por la viabilidad económica de la urbanización. «El Ayuntamiento adelanta un dinero que se tendrá que pagar con cuotas urbanísticas. Tengo la duda de si lo» recuperaremos, concluye Sentís.

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