La ilusión de una tarraconense, en los castings de 'Got Talent España'

Bea cogía con fuerza su inseparable violín con siete años, mientras otros de su edad lo hacían con la Play Station. El solfeo también era uno de sus idiomas y se esforzaba en tocar las teclas del piano como si en aquello le fuera la vida. Su cuerpo delgadito de niña ya bailaba tímidamente, y ya había aprendido el canto coral. El tiempo ha pasado y ahora es una joven de 25 años a la que algunos conocerán porser monitora de zumba en las playas de la Pineda.

Bea ha decidido dar a conocer en el mundo su amor –y su capacidad– por la música y el baile. Una de las vías para llegar a ser conocida es la televisión, por eso ha decidido presentarse al casting de Got TalentEspaña, un concurso de la cadena Tele 5 que da a conocer caras que permanecían en el anonimato.

La joven tarraconense incluyóen su prueba una singular performance: una mezcla de canciones de producciones de Disney que poco a poco se va transformando hasta acabar siendo un baile de zumba. La Bea lucía anteel jurado un vestidonegro del cual se desprende quedando vestida como una monitora de zumba –lo que ella es– y bailando enérgicamente. Este repentino cambio parece haber impresionado al jurado y aunque tardarán un mes en darle una respuesta, todo pinta bien. «He visto que otros participantes se marchan hacia casa, pero a mí me han hecho pasar a uno otra sala para hacerme una entrevista».

Por el casting ha estado pululando Risto Mejide en persona, lo que ha puesto más nerviosos a los participantes, aunqueBea dice que no lo ha visto. «Me temblaban las piernas, aunque exteriorizaba una sensación de tranquilidad y normalidad. Me ha dado una buena sensación el hecho de que me haya pasado del tiempo que me han dado». Ella ha sobrepasado en veinte segundos los dos minutos que le habían dado y, sin embargo, «estoy contenta porque no me han cortado, cuando he visto que otros concursantes no llegaban a acabar su participación». Bea ha empezado la actuación calzada con tacones interpretando canciones de Cenicienta y de la película Princesa Cisno... para acabar con bambas y ropa de zumba. No era fácil cambiarse en doce segundos, pero lo ha conseguido. «Todo ha sido muy rápido. Sólo llegar al casting me han hecho pasar. No he tenido mucho tiempo para pensar ni preparar. Los nervios hace que no cantes todo lo bien que tegustaría».

La prueba que ha hecho Bea tenía otro talante hasta hace poco... «Vi por Twitter que en el casting de Sevilla había unas niñas que bailaban zumba. Eso me hizo pensar que yo, que soy monitora, podría demostrar lo que sé mejor que otros, así que pensé esta transición entre Disney y zumba». Sin pretenderlo, la tarraconense ha hecho algo parecida a la ganadora de la primera edición del concurso, en el 2015, Cristina Ramos, que hizo una transición desde la Ópera al Rock, que sedujo al jurado. La primera prueba sólo es una primera toma de contacto, después –si el jurado lo considera– vendrán otras. La pretensión de Bea no es ganar dinero, ni la fama, sólo con que se reconozca su capacidad y ser «conocida en lo que hago».