El Gobierno rehúsa cambiar la ubicación del Centro Penitenciario Abierto

La Generalitat mantiene el proyecto de construcción de un nuevo centro penitenciario abierto a Tarragona en la calle del Arquebisbe Pont i Gol. En una reunión a tres bandas mantenida este miércoles con representantes del Gobierno y del Ayuntamiento, los vecinos de esta zona de la ciudad han expresado su rechazo al proyecto vista la proximidad de una escuela, de un jardín de infancia y de un espacio público como el Parque Francolí. De hecho, el colectivo vecinal ha conseguido más de 600 firmas contrarias al centro, que se prevé que esté terminado a finales de 2019.

Por el contrario, el director general de Servicios Penitenciarios, Amand Calderó, ha insistido en que la conflictividad en torno a este tipo de equipamientos es «nula» y que la ubicación anunciada en julio por el conseller Mundó se considera «idónea». El teniente de alcalde de Territorio, Josep Maria Milà, ha declinado hacer declaraciones a los medios, pero según los vecinos ha planteado que los terrenos permiten estos usos y que el consistorio no se opondrá al equipamiento.

El encuentro de este miércoles ha servido para confrontar las opiniones de los vecinos y de la administración. Jordi Miguel, uno de los residentes que lidera la oposición vecinal en el centro abierto, ha afirmado que siguen defendiendo un cambio de ubicación. «No creemos que tenga que estar cerca de un parque donde van niños, ni que un centro a 50 metros de un colegio y de un jardín de infancia sea el lugar|sitio idóneo», ha apuntado. Con más de 600 firmas bajo el brazo, el colectivo se quiere constituir en asociación para acordar posibles medidas de protesta.

Por su parte, el Gobierno ha defendido la idoneidad de la ubicación y ha explicado la falta de conflictividad existente en torno a los cinco otros centros abiertos de Cataluña. El director general de Servicios Penitenciarios, Amand Calderó, ha recordado que son partidarios de que los centros abiertos se ubiquen en la trama urbana de las ciudades para que los internos tengan posibilidad de salir a trabajar durante el día y sólo vayan al centro a dormir.

Calderó ha destacado que el perfil de las personas que acuden a los centros abiertos como lo que ahora hay en las instalaciones de la antigua prisión de Tarragona es el de individuos «que han tenido una buena evolución conductual y en el tratamiento, y que se han ganado una confianza y tienen un proyecto de futuro positivo». El director de Servicios Penitenciarios ha gritado a la «corresponsabilidad» a la hora de trabajar a favor de la reinserción y ha defendido los centros abiertos como un instrumento idóneo para culminar este proceso personal de los internos.

A su vez, el delegado del Gobierno en Tarragona, Òscar Peris, se ha mostrado comprensivo con las inquietudes de los vecinos, pero se ha emplazado a mantener más encuentros a fin de que los residentes del Parque Francolí puedan disponer de más información y darles «más tranquilidad». «Tenemos la garantía de que en los actuales centros no se generan ningún tipo de delitos o incidentes a su alrededor», ha subrayado Peris.

El delegado ha recordado que hay un acuerdo entre el Ayuntamiento de Tarragona y el Departamento de Justicia para desarrollar el proyecto, como paso previo a la esperada implantación del Foro Judicial, ahora mismo congelado por falta de presupuesto. A su vez, los vecinos han opinado que el Ayuntamiento se ha alineado más a favor del impulso del proyecto que de atender las quejas de los ciudadanos. El teniente de alcalde de Territorio, Josep Maria Milà, ha declinado hacer declaraciones a los medios.