Diari Més

La falta de presupuesto compromete la colocación de válvulas en Hemodinámica

Disponen de 216.000 euros para poner sólo 12 aparatos este 2016 y temen que los pacientes acaben siendo derivados nuevamente hacia Barcelona

La falta de presupuesto compromete la colocación de válvulas en Hemodinámica

La falta de presupuesto compromete la colocación de válvulas en HemodinámicaCristina Aguilar

Publicado por

Creado:

Actualizado:

La falta de presupuesto del Gobierno de la Generalitat puede comprometer el número de válvulas aórticas que se colocan en la Unidad de Hemodinàmica del Hospital Joan XXIII. Los médicosde esta unidad alertan que el número de esta innovadoraintervención –que el área realiza desde el pasado mes de diciembre–se podría ver limitado. Se trata de una técnica en la cual se reemplazala válvula aórtica a pacientes que la tienen en mal estado, sinnecesidad de cirugía, a través de un cateterismo. Se denominaTAVI. Este año, estas intervenciones disponen de un presupuestode 216.000 euros, asignado por el Servicio Catalán de Salud, a razónde 18.000 euros por cada válvula, es decir, un total de 12 operacioneseste año. La preocupación de los profesionales de Hemodinàmicallega con la incógnita de los presupuestos para el año 2017. Losmédicos calculan que, a dos años vista, el número de intervencionesde este tipo se incrementará de forma exponencial, pasandode la docena cerca de la cuarentena.Serían entre dos y tres casos por mes. Con estasprevisiones, los profesionales están preocupados, todo y el apoyoque la dirección de Joan XXIII se los ha dado, puesto que no tienen claroqué suma desembolsará la Generalitat en el próximo ejercicioni en los siguientes.

En caso de que el número de pacientes en lista de espera crezca exponencialmente creen que el CatSalut podría derivar a muchos enfermos pendientes de intervenir hacia Barcelona, ya que, en la provincia, ningún hospital lo realiza. Los médicos temen que un servicio que hasta el momento está funcionando a la perfección, acabe siendo derivado parcialmente a Barcelona, aunque en ningún caso se trataría de un cierre.

Para evitar perder comba y poder cumplir las expectativas en el número de intervenciones de TAVI, los médicos piden al CatSalut que se aumente la aportación o, al menos que no se reduzca, con el fin de poder seguir colocando las válvulas. «Tenemos el reto que este grupo de pacientes se puedan beneficiar del servicio aquí, y que no haya que derivarlos a Barcelona, creando un problema logístico también para los familiares. Aparte, no hay que crear una lista de espera innecesaria en otros centros», apuntaba el doctor Mohsen Mohandes, coordinador de la Sala de Hemodinámica de Joan XXIII. La sección sindical de CGT en el centro está de su lado.

La importancia del TAVI

Aunque la implantación de la nueva válvula aórtica percutánea no es una intervención de urgencia, desde que se diagnostica la degeneración de la válvula original, es de vital importancia llevar a cabo la intervención lo antes posible, ya que tal como explica Mohandes, «si no se interviene en pocos meses, se puede producir un episodio cardiaco, que puede llegar a causar, incluso, la muerte repentina. La tasa de mortalidad es alta, si no se trata». De hecho, se utiliza esta innovadora técnica no invasiva en pacientes que el cirujano cardiaco considera que no son aptos para pasar por un quirófano y someterse a una intervención a corazón abierto, ya sea por sus condiciones físicas, o por enfermedades asociadas. «Son sobre todo personas mayores, la mayoría tienen más de 80 años. Son personas que aparte del desplazamiento, no pueden estar mucho tiempo en lista de espera», apuntaba al médico.

Es el caso de Pilar Escolà, esta vecina de 82 años de Pira, a pocos kilómetros de Montblanc, sufrió a finales del 2015 una gran sacudida. En plena calle se desmayó y cayó, quedó afectada de la espalda, pero no acababa de saber exactamente lo que le había sucedido. En el Hospital Pius de Valls le comunicaron que su válvula se encontraba ya en mal estado y que sería necesario una operación. «El cardiólogo de la Vall d'Hebron me dijo que a causa de los huesos delicados no me podía operar, así que me harían el tratamiento en Tarragona. Estuve contenta», decía. Escolà pasó por el área de Hemodinámica en el mes de mayo, se enfrentó al TAVI, y salió muy satisfecha, «no me dolió nada, encuentro que es un gran avance, me encontraba muy bien ya cuando salí, añadía. Y es que esta intervención no requiere ni siquiera de anestesia general, sólo hay que realizar una sedación. Tenía la ventaja que estaba más cerca de casa y además, si hubiera tenido que ir a Barcelona, habría sido un gran revuelo, ya que en Joan XXIII siempre tenía a uno u otro que podía venir a verme. En Barcelona, habría sido mucho más complicado», apuntaba a la paciente.

Profesionales animados

Aunque ya parece lejano en el tiempo, los profesionales de este departamento tuvieron que batallar para conseguir que su servicio primario, el de atender a pacientes infartados, abriera más allá de las ocho de la tarde. Lo consiguieron. Lo que no quieren ahora, es volver a tener que librar una batalla por un presupuesto digno para el TAVI. El objetivo es que Joan XXIII sea un centro de referencia en esta materia, «queremos que la ciudadanía sepa el trabajo y el servicio que damos, nosotros tenemos la determinación de continuar y tenemos el apoyo de la dirección del hospital», apuntaba al doctor Mohandes, quien hace especial énfasis al remarcar la necesidad de que la sociedad tarraconense valore los servicios de Joan XXIII.

tracking