Diari Més

Los comedores sociales proporcionan la comida a 160 menores durante el verano

En esta época hay más niños que utilizan este servicio, ya que no van a la escuela y no disfrutan de la beca de comedor

Los cocineros llenan las fiambreras de las familias para llevarse la comida a casa.

Los comedores sociales proporcionan la comida a 160 menores durante el veranoCristina Aguilar

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Los comedores sociales de Tarragona proporcionan la comida a casi 160 niños y niñas de la ciudad. Los menores de edad, por norma general, no comen en los comedores sociales, pero estos centros se encargan de suministrar la comida. En el caso del comedor social de Bonavista, los padres acuden con su fiambrera y se llevan la comida hecha por los hijos. En cambio, el de Tarragona, que recibe el nombre de MesaAmiga y está situada en la calle Cervantes, opta por entregar a los padres los productos frescos, como si hubieran ido a hacer la compra al supermercado y después la familia los cocina en casa.

«No es recomendable que los menores coman en un comedor social, no tienen que vivir este tipo de situaciones. Es mejor que los padres se lleven la comida a casa», explica Maria Jurado, responsable de relaciones externas de MesaAmiga.

El comedor social de Bonavista, situado en la calle 11, suministró la comida a 77 menores durante el mes de julio. En verano, según explica Raquel Quílez, responsable del comedor, hay más familias que vienen a buscar comida para|por sus hijos que en invierno, ya que los niños no van en la escuela y por lo tanto no disfrutan de la beca de comedor. Esta es una de las razones por las cuales el número de menores en el comedor sociales de Bonavista aumenta durante el verano. En cambio, el comedor social MesaAmiga mantiene el número de familias asistidas durante el verano. Este mes de julio, ha suministrado a la comida a unos 80 menores pertenecientes a 56 familias tarraconenses. Desde el mes de enero, han sido casi 800 personas las que han utilizado el servicio de comedores sociales. De estas, más de 300 son menores.

El comedor social de Bonavista acoge a niños de todas las edades, desde recién nacidos hasta los 17 años. El centro cuenta con leche de continuación, cereales y alimentos básicos para el crecimiento de un menor. «Existe una relación muy próxima entre los voluntarios y las familias, conocemos sus necesidades. Hay usuarios que acaban de ser padres y nosotros los damos la leche y los cereales», explica Raquel Quílez, del comedor social de Bonavista.

Algunos de estos centros también suministran la cena a los más pequeños de las familias. Cuandolos padres van a buscar la comida, las voluntarias los preparan una bolsa|bolso picnic con bocadillos, zumos, fruta y pastas. De esta manera, los pequeños, durante el invierno, pueden cenar. Por otra parte, estos comedores tienen tendencia a preparar un paquete de alimentos para el fin de semana. «Aunque somos un servicio de comedor, también proporcionamos el desayuno de los fines de semana», explica Raquel Quílez, del comedor de Bonavista.

En verano baja la afluencia

Cuandollega el verano, el número de usuarios de los comedores sociales de Tarragona sufre un ligero descenso. El centro de Bonavista lo nota porque «en verano no tenemos lista de espera, aunque esta bajada se ve compensada porel número de menores que atendemos», explica Raquel Quílez. Este descenso de usuarios podría tener que ver con qué, durante el verano, hay más empleoen el sector turístico, a lo cual ayuda a salir adelante a las familias.

Por otra parte, el comedor MesaAmiga, también ha percibido que en verano hay una pequeña bajada de los usuarios. Maria Jurado, responsable del centro, asegura que una de las causas podría ser que, durante el mes de agosto, la Casa del Transeúnte, –el albergue gestionado por la Fundación Bonanit que acoge a personas sin techo– cierra sus puertas porvacaciones. El comedor social MesaAmiga proporciona 65 menús diarios, bien para comer in situ o para llevárselo a casa.

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