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El Serrallo tendrá dos Llars de Jubilats por las desavenencias entre hombres y mujeres

Las clases para ejercitar la memoria y las partidas de Dominó fueron incompatibles para la convivencia

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El antiguo local de la Associacióde Veïnsdel Serrallo, situado en la calle Salou, se convertirá en la nueva Llar de l'AviPescador, un espacio exclusivo paralos hombres jubilados del barrio marinero. Así pues, a partir del miércoles, el Serrallo disfrutará de dos Llars de Jubilats: una parahombres y la otra paramujeres. El motivo de esta separación son las continuas desavenencias entreunos y otros.

Hasta ahora, hombres y mujeres compartíanla Llarde la calle Espinach, inauguradael año pasado por el Ayuntamiento. Pero muy pronto empezaron las disputas. Las mujeres jubiladas decidieron dar clases para ejercitar la memoria, lo cual era incompatible con los gritos de los hombres serrallencs, que jugaban a cartas y al Dominó. Finalmente acordaron que los martes y los miércoles, a partir de las seis de la tarde, los hombres dejarían de jugar.

ParaNavidad, el acuerdo se rompió y las discusiones se hacían cada vez más presentes. «No hubo tiros, porque no teníamos pistolas», explica una vecina. Una de las mujeres jubiladas asegura que «los hombres del Serrallo no estaban acostumbradosaque las mujeres disfrutáramos de la Llar de Jubilats. Ahora han tenido que compartir el espacio y lesha costado entenderlo». Incluso el Ayuntamientobarajóla idea de instalar un tabique para separar el espacio.

Según algunos vecinos, los jubilados del Serrallo pidieron a la Confrariade Pescadors que se habilitara un espacio por ellos, y así recuperaríanla Llar de l'AviPescador, un local que había situado hasta hace unos meses en el edificio del Pòsit—la antigua Puda- y que era el punto de reunión de los pescadores.

Finalmente, el antiguo local de la Associacióde Veïnsha sido el espacio escogido para hacer desayunos y partidas de Dominó. La Autoridad Portuària ha sido la encargada de habilitar y adaptar el espacio, con cámaras para vigilar las embarcaciones y una barra de bar.

Un final feliz

De esta manera, la paz y la tranquilidad se han vuelto a apoderar del barrio marinero. «Nos hemos discutido durante una temporada, pero en el fondo nos queremoscomo hermanos», asegura una vecina. Además, el grupo de jubiladas han pedidoal Ayuntamiento ampliar el abanico de actividades y así aprovechar el espacio que ahora ha quedado vacío.

Por su parte, los hombres podrán volver a disfrutar de sus desayunos de tenedory cuchillo, y podrán prepararse, sin estorbar, para los torneos de Dominó y de Butifarra, que tendrán, lugardurante las fiestas de Sant Pere.

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