Diari Més

Copisa renuncia al Palau d'Esports porque es económicamente inviable

Es la segunda adjudicataria que retrocede para construir un equipamiento clave en los Juegos Mediterráneos, hecho que supone un nuevo e importante contratiempo

Copisa renuncia al Palau d'Esports porque es económicamente inviable

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La segunda adjudicataria del Palau d'Esports de Tarragona para los Juegos Mediterráneos –Coloza, Calaf y Sau- ha renunciado. Así lo notificó ayer el gobierno de la Generalitat. Según ha podido saber Diario Más, el grupo ha retrocedido porque consideraría que el proyecto es económicamente inviable. De esta manera, el futuro de uno de los equipamientos claves para el certamen deportivo del 2017 se sigue tambaleando, después de que renunciara la primera adjudicataria formada por la unión de Rubau, Dragados y García Riera. Este último contratiempo complica todavía más la situación, dado que la obra estaba planteada dentro de un plazo de ejecución de doce meses, cuando falta un año y tres meses para la celebración de los Juegos. De hecho, la propuesta de Coloza, Calaf y Sau era un poco más barata que la de Rubau, Dragados y García Riera, de 8.062 millones de euros (IVA excluido) y contemplaba un plazo de ejecución más largo, de doce meses.

Con el fin de afrontar esta problemática, después de Semana Santa se llevará a cabo una reunión con todas las partes implicadas para encontrar una solución técnica a la cuestión. A la reunión, que se celebrará cuando hayan pasado estos días de fiesta, asistirán el Ayuntamiento de Tarragona, la delegación del Gobierno en el territorio, Infraestructuras.cat –empresa pública mediante la cual se adjudican estos trabajos– y el Departamento de Presidencia de la Generalitat –del cual depende la Secretaría General del Deporte. Además, también se prevé que la próxima semana se realizará un Consejo de Administración de Infraestructures.cat, donde también se tratará el tema. Estudiarán si la mejor opción es adjudicar los trabajos a la empresa que presentó la tercera mejor oferta o bien optar por otras fórmulas. Según fuentes próximas al Gobierno, de momento, no se descartaría ninguna opción. A la vez, hay que destacar que una posibilidad sería abrir un nuevo concurso público con cambios en la partida económica, pero que mantuviera la celeridad en los plazos de ejecución, dado que el certamen deportivo se llevará a cabo entre el 30 de junio y el 9 de julio del 2017 y se necesitará tiempo para probar las instalaciones.

La oposición reacciona

Una vez se conoció la noticia, ayer al mediodía, los diferentes grupos municipales de la oposición reaccionaron y destacaron la importancia de esta segunda renuncia. De entrada, desde el grupo de CiU, Albert Abelló pidió que se convocara una Junta de Portavoces urgente. «Queremos saber cuál es ahora el nuevo planteamiento del equipo de gobierno para no perder lo que tenía que ser el gran legado de los Juegos Mediterráneos 2017», defendió al portavoz. «Volvemos a chocar con la incapacidad del equipo de gobierno socialista», lamentaba, a la vez que aseguraba que «habrá un antes y un después de este hecho. Si hasta ahora la situación era compleja, con este nuevo retraso, consideramos que es casi imposible que las obras puedan estar terminadas para cuando se inicien los Juegos Mediterráneos 2017». Además, apuntó que Tarragona necesita «un equipo de gobierno que no sólo quiera gobernar sino que tenga capacidad para hacerlo». Por su parte, el portavoz de ERC-MES-MDC calificó de «muy mala noticia por la ciudad» la renuncia. «No es nada normal que dos adjudicatarias renuncien a hacer una obra. De la coincidencia de argumentos de las dos UTEs se desprende que ni las condiciones ni el tiempo de ejecución hacen recomendable asumir esta responsabilidad», defendía. En más, sentenciaba que «esperamos que las nuevas medidas a adoptar se hagan pensante con los ciudadanos de Tarragona, con la carga de futuro que los puede legar, y no pensando en la supervivencia política de su equipo de gobierno». Desde la CUP, Laia Estrada lamentó que esta segunda renuncia añade una nueva incertidumbre. «¿Cuál será el sobrecoste de este retraso?», planteaba. Así, pidió que «nos expliquen quién pagará este sobrecoste, la Generalitat o el Ayuntamiento con nuestros impuestos». Siguió emplazando en el equipo de Ballesteros para que pare el proyecto, a la vez que pedía al resto de grupos a la oposición, que respondieran en consecuencia y que sus críticas no quedaran sólo con palabras. La portavoz de ICV-EUiA, Arga Sentís, subrayó que «estamos fuera de órbita, tan a nivel local cómo nacional». En este sentido, recordó que «nosotros pedimos que el Ayuntamiento se echara atrás cuando todavía estábamos a tiempo, pero ahora ya hemos perdido la oportunidad». Además, reivindicó que «estamos mirando hacia otra banda|lado y parece que no seamos conscientes de cuál es el contexto actual. Plantear unos Juegos Mediterráneos cuando hay gente que muere ahogada cada día y formamos parte del drama de los refugiados, no tiene sentido». Por otra parte, el portavoz de Ciutadans, Rubén Viñuales señaló que «en esta ocasión, el Ayuntamiento no es quien tiene la competencia de la obra y hay que pedir responsabilidades a la Generalitat». Así, destacó que «este gobierno, que mira más hacia la independencia que hacia otra cosa, ha demostrado una vez más que deja de lado la gestión real y del día a día».

En respuesta, el concejal Javier Villamayor consideró que «hay una actitud extraña por parte de aquellos grupos que nos señalan, cuando se trata de una obra que licita y ejecuta a la Generalitat.» Así, pedía máxima lealtad institucional por parte del resto de partidos. También defendió que «confiamos en el compromiso establecido por parte de la Generalitat y se los hemos pedido que nos expliquen cuál es la mejor solución para desencallar esta situación». Manifestó que «esperamos que actúen con el máximo rigor y eficacia por el bien de la ciudad y del país».

Rigau critica los Juegos

El expresidente ejecutivo de la candidatura de Tarragona 2017, Mario Rigau, criticó la organización de los Juegos y, en declaraciones en Viva Tarragona, consideró un error que «se mantengan equipamientos planteados sólo para ser nominados sede». Reconoció que el dossier de la candidatura planteaba equipamientos estrella para conseguir el nombramiento que después tenían que negociarse a la baja, como la piscina olímpica de 50 metros, pero «con una de 25 ya es suficiente».

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