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Una joven de 18 años denuncia el acoso de un hombre en la calle

Al ver que la joven no quería, la cogió por el brazo con la intención de retenerla, según explica la chica

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Una joven universitaria ha denunciado antede la policía el acoso que ha sufrido, durante dos días seguidos, por parte de un desconocido en torno a la avenida Marqués de Montoliu.

El pasado jueves, la joven tarraconense, de 18 años, se dirigía por la mañana hacia el campus Cataluña de la URV, pasando por la avenida Marqués de Montoliu. De repente, un hombre que ella no conocía de nada, la para. «Yo pensé que era algún excursionista que quería indicaciones, y paré», explica la joven. Acto seguido, el hombre le mostró su teléfono móvil. Lo que le enseñó, para estupor de ella, era un vídeo de una masturbación. «Me dijo que si quería hacerle yo, a él,» relata la chica. Al encontrarse esta situación, ella se marchó, pero el hombre seguía insistiendo: le ofreció 50 euros. La chica siguió andandosin mirar atrás, pero el hombre la siguió, hasta cogerla del brazo, y le siguió ofreciendo dinero. Ella se marchó deprisa. Estaba tan asustada que no miré atrás. Estaba bloqueada, no era capaz de reaccionar hasta pasado un minuto», comenta a Diario Más.

«Más que violento fue insistente. La manera de pegarme era como para retenerme y que no se marchara», dice. La joven, rápidamente decidió comunicarlo a los suyos conocidos, mediante las redes sociales. En pocas horas la publicación de esta chica explicando los hechos, se volvió viral. Fue compartida por decenas de tarraconenses y, sobre todo, por muchas chicas, que alertaban a sus amigas, etiquetándolas a los comentarios para que lo recibieran.

El día siguiente, la volvió a seguir

Todavía con el miedo al cuerpo, la mañana siguiente, el viernes, se lo volvió a encontrar. Esta vez unos metros más abajo, en la plaza Imperial Tàrraco. Ella no quería creerse lo que le volvía a pasar. «Vino hacia mí y me dijo que seguía todo en pie, por si quería,» explica. Esta vezsí que tuvo fuerzas para responderle: «Le empecé a gritar que se marchara, que no lo quería ver, que lo que estaba haciendo era acoso». Al gritar, él huyó.

Aquel mismo día, al salir de la universidad, la joven se dirigió hacia la comisaría de los Mossos D'Esquadra para explicar en los agentes los hechos que le habían sucedido, en dos ocasiones, en 24 horas. Denunció al hombre, sobre todo según explica, por poner en aviso a los cuerpos policiales y que ninguna otra chica joven tenga que volver a pasar porun aprieto tan terrible. Fui a denunciar porque, primero de todo, es el que tocaba hacer. Y todavía más, porque la primera vezlo hizodelante de un colegio, de una escuela de baile, de una academia de inglés y de la URV», comenta ella. Tal como relata, los hechos pasaron exactamente en la acera derecha (sentidosubida) de Marqués de Montoliu. Justo en el tramo y en el lado con menos posibilidad de encontrar testimonios que lo hubieran visto: no hay comercios, ni terrazas, sólo el muro del colegio del Sagrado Corazón. Con todo, la presencia de este hombre, que según explican, rondó por la zona varios días, tampoco pasó desapercibida, unos metros más allá, en la acera de delante, donde hay numerosos locales de restauración y mucho movimiento. «Sí que he visto a un hombre por aquí con esta descripción, dos o tres días. Iba a montón y abajo, y a ratos se asentaba en uno de los bancos», explicaba la propietaria de la Cafetería Montoliu. La descripción a la cual se refiere la hotelera es la que ha facilitado la chica: hombre de entre 40-50 años, pelo negro y un poco canoso, con gafas|ojeras metálicas, mochila, un móvil Samsung y cascos pequeños de música de color blanco. Con estos datos, la policía ya se han puesto a trabajar.

A la Guardia Urbana no le consta ninguna otra denuncia por acoso en la zona.

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