Diari Més

Anna Tuset Fornós: De Tarragona a Enschede (Países Bajos)

«Me sorprende que siempre comen dos rebanadas de pan con salsa y embutidos»

Con 24 años, Anna ha hecho realidad su sueño de vivir en el extranjero y ahora trabaja como dentista en dos clínicas dentales holandesas

La Anna Tusset en Keukenhof Garden situado en el noroeste de Lisse, en la Holanda Meridional.

«Me sorprende que siempre comen dos rebanadas de pan con salsa y embutidos»Cedida

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Anna decidió tirarse de cabeza cuando le salió la oportunidad de hacer realidad uno de los propósitos de su vida: vivir una temporada en el extranjero. Ahora esta tarraconense nos explica la experiencia de los primeros seis meses en Ensched.

—¿Qué motivos la llevaron a marcharse de casa para ir a vivir al extranjero?

—Siempre que se acerca el final de una etapa empiezan a surgir las dudas. Cada vez veía más cerca la graduación y no sabía qué hacer una vez recogiera el diploma. Un día en la universidad, vino una empresa a explicarnos su proyecto. Buscan en dentistas que quieran ir a los Países Bajos a trabajar pero antes tienen que aprender holandés. Dándole vueltas y más vueltas con mi familia y pareja, decidí lanzarme. A veces la idea me parecía un poco alocada, aprender holandés desde cero, empezar a trabajar sin tener experiencia... pero después pensaba: ¿si las cosas no van bien o no me siento a gusto siempre puedo volver en casa y, además, si no lo hago ahora, cuándo?

—¿Cuál fue su primera impresión del país?

—Frío, muy frío. Antes de venir a vivir en Holanda ya había estado dos veces de vacaciones, pero sólo en Amsterdam y a Nijmegen y por pocos días. Durante estas visitas relámpago tampoco había hecho muy buen tiempo pero nunca me hubiera imaginado que llevaría abrigo, bufanda y botas en pleno mayo. Por suerte, pocas semanas más tarde el tiempo mejoró. A pesar de ahora llevar medio año, todavía no me he podido acostumbrar al tiempo.

—¿Fue muy sorprendente el cambio vivido?

—Fue un gran cambio para mí pero en parte ya se me había mentalizado. No sólo por el hecho de trabajar a jornada completa, tener la responsabilidad sobre los pacientes y hablar un idioma que no acabas de controlar, sino también por el hecho de adaptarme a sus hábitos y horarios. En enero, un amigo mío de la universidad, Aleix Capdevila, también se mudó a Enschede para trabajar. De vez en cuando nos poníamos al día y me explicaba cómo era la vida y lo que hacía.

—¿Cuáles son las diferencias entre Enschede y su casa?

—Los horarios y la comida. Todo lo hacen más temprano, comen a las doce, a las cinco de la tarde la mayoría acaba de trabajar, las tiendas cierran (por suerte los supermercados lo hacen más tarde) y sobre las seis de la tarde ya están cenando. Otra cosa que todavía me sorprende es lo que comen a la hora de comer, dos rebanadas de pan de molde con salsa y embutido, queso o pepino. ¡Y sobre todo, que no falte té, beben a todas horas! Incluso en la clínica si tienen 5 minutos libres entre paciente y paciente lo aprovechan para tomarse uno.

—¿Cuáles son los lugares más característicos?

Enschede está totalmente en el este del país. Está tan cerca de la frontera que con media hora en bici puedes llegar hasta Alemania y con tres cuartos de hora te plantas en Gronau, la primera ciudad alemana. Sin ir tan lejos, Volkspark es el parque que está más cerca del centro y es muy bonito y tranquilo.

—¿Cómo se ve Cataluña desde allí?

— Cada día que pasa Cataluña está más en el punto de mira. Desde el 1 de octubre, a menudo los compañeros de trabajo me preguntan qué está pasando y cómo es que hemos llegado a esta situación. A veces, cuando quedo con Aleix comentamos las últimas noticias que nos llegan a través de la familia y amigos. Estando lejos de casa quieres saber cómo se viven estos momentos y te gustaría estar con los tuyos porque hay días que son muy intensos.

—¿Tiene intención de volver pronto o de momento no?

—De momento, tengo en la mente alargar un año más la experiencia y estar mínimo dos años más. Quiero mejorar el holandés, conocer el país y desarrollarme profesionalmente, ya que la profesión de odontólogo está muy bien valorada. Además, mi pareja Guim Ursul, también decidió venir a Holanda a estudiar un master que compagina con el hockey sobre hierba.

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